RECTOR DE LA UNIDAD IZTAPALAPA

Dr. Adolfo Rosado García
(11 de febrero de 1980 - 10 de enero de 1984)

Información sobre su toma de posesión.*

La Junta Directiva de la Universidad Autónoma Metropolitana, reunida en sesión ordinaria concluida el pasado 30 de enero, nombró Rector de la Unidad Iztapalapa por el periodo 1980-1984 al doctor Adolfo Rosado García.

El pasado lunes 11 de febrero, tomó posesión el nuevo Rector ante la presencia de los miembros de la Junta Directiva; del Rector General, doctor Fernando Salmerón; del Secretario General, licenciado Rolando Guzmán; del Abogado General, doctor Leoncio Lara Sáenz; de los rectores de las Unidades Azcapotzalco y Xochimilco, ingeniero Jorge Hanel del Valle y doctor Luis Felipe Bojalil Jaber, respectivamente, y de un gran número de funcionarios, profesores y alumnos de la Universidad.

La ceremonia, efectuada en la sala del Consejo Académico de la Unidad, se inició con la intervención del doctor Luis Villoro Toranzo, Presidente en turno de la Junta Directiva, quien explicó que ese órgano "tomó en consideración, ante todo, la amplia y valiosa labor de investigación científica, tanto básica como aplicada, realizada por el doctor Rosado; su continua actividad docente y su experiencia en la dirección y organización de departamentos de investigación. Todos antecedentes particularmente valiosos en esta Unidad que tantas veces ha expresado la importancia relevante que debe concederse a la excelencia académica".

Agregó que el nuevo Rector de la Unidad Iztapalapa ha demostrado también "una amplia gama de aptitudes y de intereses culturales que dan fe de su capacidad humana y de su comprensión por otros valores del espíritu".

Por su parte, el doctor Adolfo Rosado García, dijo en su discurso que "participar desde dentro en el proceso de desarrollo de la UAM y de esta Unidad en particular, implica compartir y acompañar a todo el personal docente, administrativo y estudiantil en la persecución de las miras fijadas a la institución: el establecimiento de una excelencia académica íntimamente ligada a la investigación, tendiendo a la formación interdisciplinaria de egresados de gran solidez profesional y técnica que puedan orientar sus conocimientos e intereses hacia el avance científico, tecnológico y humanístico del país".

Mencionó que el esfuerzo conjunto de quienes han participado en el desarrollo de la Unidad desde sus inicios ha hecho posible "la creación de nuevas carreras orientadas a formar los profesionales que el país requiere y que en un futuro inmediato intervendrán en la solución de los más urgentes problemas del país, tales como el aprovechamiento racional de los recursos bióticos y energéticos; la exploración de nuevas posibilidades en la producción de energía; la solución de los problemas nutricionales y el entendimiento cabal de los problemas creados por la disparidad del desarrollo mexicano, proponiendo alternativas para su solución".

Agregó que la Unidad Iztapalapa "ha tratado de reformar los contenidos educativos de sus planes de estudio, de tal manera de adecuarlos a las necesidades del país, con la doble intención de crear profesionales responsables de alta calidad, capaces de hacer frente, con oportunidad y eficacia, a los problemas que crea nuestro creciente desarrollo, y de evitar el egreso de profesionales que no encuentren demanda a sus conocimientos y que por lo tanto sirvan más de rémora frustrada que de guía perseverante".

Alabó el hecho de que el trabajo de la Unidad haya hecho posible la reunión de "un grupo de profesionales e investigadores distinguidos que casi desde su comienzo ha servido de plataforma de lanzamiento a programas transcendentes de investigación". Señaló que la capacidad del personal reunido en la Unidad Iztapalapa puede ser fácilmente cuantificada si se considera que ya en los primeros cuatro años después de su iniciación, se realizaron y publicaron 170 trabajos originales de investigación.

También destacó que "el análisis somero de los proyectos terminados y en progreso hace evidente que la investigación realizada, sin descuidar los aspectos básicos indispensables en la estructura total del crecimiento, está fundamentalmente orientada hacia la solución de la problemática nacional y a través de ella a la trascendencia universal".

"No deberá pensarse sin embargo -aclaró-, que se ha pretendido hacer de la Unidad Iztapalapa una 'universidad científica' preocupada sólo por la excelencia académica, sino que también se ha establecido firmemente su función crítica, de manera que pueda contribuir con su esfuerzo científico a crear conciencia de los problemas sociales y generar el conocimiento y la ideología que permitan reinterpretar la realidad y participar en la redefinición del modelo, tendencias y metas del desarrollo nacional".

En la parte final de su discurso, el doctor Rosado García señaló: "La capacidad para hacer de la enseñanza un proceso actual y dinámico, requiere de profesores que activamente trabajen en la investigación, de otra manera la enseñanza se convierte en serio relato desactualizado de hechos pasados. Asimismo para que sus descubrimientos tengan trascendencia social, es necesario que el investigador mantenga su relación con la realidad a través de la docencia, de grupo o tutelas, que le permitan estar en contacto con el entusiasmo, el empuje y la proyección hacia el futuro de la juventud deseosa de aprender. Más aún, la actividad segmentaria de profesores y estudiantes no logrará la calidad académica adecuada si no se acompaña de la creación de un ambiente de responsabilidad e interacción que depende de la labor conjunta y armónica de estudiantes, profesores y del personal administrativo".

*(transcripción tomada del Órgano Informativo Universidad Autónoma Metropolitana,Vol.4, No. 18, 13/02/80)