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Semanario de la UAM
06 02 2012
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Derivado de una colaboración
con el INE, se generó una base de
datos arrojados por las investiga-
ciones realizadas en México sobre
el tema de los plaguicidas.
Análisis de suelos
Con el mismo objetivo, el grupo de
expertos que encabeza la doctora
Ortiz López trabaja en la caracteri-
zación y degradación de esos com-
puestos en muestras de suelos de
casas habitación con piso de tierra
en Chiapas; zonas agrícolas en San
Luis Potosí; una región cañera de
Morelos; sitios donde hubo fábri-
cas en Guanajuato, y un vivero de
floricultores del Estado de México.
“Buscamos alrededor de 17
compuestos organoclorados; uno
de los problemas que se han en-
contrado es que después de mucho
tiempo el DDT sí logra degradarse;
sin embargo, lo hace adquiriendo la
forma de otros compuestos, como
el Dicloro Difenil Dicloroetileno
(DDE), que puede ser más recalci-
trante y, por tanto, más peligroso”,
compartió la académica, quien ha
cursado estancias doctorales en la
Universidad de Montpellier II, en
Francia.
“Es importante buscar estos me-
tabolitos, ya que a veces son más
Expertos de la
Unidad Cuajimalpa
caracterizan y
degradan compuestos
organoclorados en
distintas zonas del país
Sistema de microcosmos para el tratamiento de suelos contaminados.
Fotos: Alejandro Juárez Gallardo.
peligrosos que el compuesto que
los generó”, explicó la especialis-
ta en biotecnología ambiental y
biorremediación de suelos, aña-
diendo que el grupo científico
trabaja en el análisis de muestras
de suelos alta, mediana y escasa-
mente contaminados.
Hasta ahora se han desarrollado
labores de monitoreo de los tipos
de suelo y de evaluación de tecno-
logías de remediación de territorio
contaminado con estos plaguici-
das, sobre todo en los sitios de ma-
yor contaminación: las áreas que
fueron asiento de antiguas fábricas
y el vivero.
Esta parte del estudio se lleva a
cabo en colaboración con el Cen-
tro Nacional de Investigación y Ca-
pacitación Ambiental del INE.
Procesos
La especialista explicó que dichas
tecnologías consisten, por un lado,
en el tratamiento biotecnológico
según el cual por medio de bioes-
timulación se activan las poblacio-
nes microbianas que han resistido
la presencia de los contaminantes,
de manera que logran procesar
esos compuestos, “pues si han so-
brevivido es porque tienen en su
metabolismo dicha capacidad.
“Lo que hacemos es una bioes-
timulación, que consiste en activar
esos microorganismos poniéndoles
nutrientes, sales, minerales y una
fuente de carbono al que llama-
mos cosubstrato para que crezcan,
se activen y puedan atacar al con-
taminante“, precisó.
”Al retirar el cosubstrato, las po-
blaciones consumen lo que hay en
el medio para sobrevivir y lo que hay
son los compuestos contaminantes”.
Este proceso puede resultar
lento ante concentraciones de
contaminantes muy altas, por lo
que además se propone una eta-
pa previa de tratamiento fisicoquí-
mico consistente en una reacción
de deshalogenación-oxidación en
presencia de hierro cero valente.
Aunque el mecanismo de esta
reacción no está aún descrito com-
pletamente, lo que se hace es adi-
cionar hierro; esto permite la trans-
ferencia de electrones al tiempo
que el hierro se corroe, posibilitan-
do la degradación del compuesto.
“Con lo anterior se obtienen,
en un tiempo de tratamiento más
corto, concentraciones bajas de
contaminantes; en ese momento se
aplica” el procedimiento biológico;
existen reportes del uso de hierro
cero valente para agua y sedimen-
tos, pero no para suelo. El siguiente
paso será hacerlo a una mayor es-
cala y mejorar los procesos, sostu-
vo la investigadora.
“A nivel laboratorio sabemos
que este tren de tratamiento fun-
ciona en los casos del DDT y el
Endrín, porque se ha logrado pasar
un suelo contaminado en un rango
de entre 25 y 30 partes por millón
a otro por debajo del límite permi-
tido en Estados Unidos, que es de
siete partes por millón en un lapso
de 40 días”.