Semanario de la UAM
20 07 2015
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La disparidad económica en México
impide la posibilidad de crecimiento
El uso de tecnología digital en los procesos
de aprendizaje requiere de integración social
La creación de ambientes de
aprendizaje mediados por tecno-
logías digitales requiere de una
serie de competencias cognitivas,
didácticas, tecnológicas e inclu-
so sociales por parte de profeso-
res y alumnos, señaló la doctora
Margarita Espinosa Meneses,
investigadora del Departamento
de Ciencias de la Comunicación
de la Universidad Autónoma
Metropolitana (UAM).
El uso de la tecnología digital
en los procesos de aprendizaje no
garantiza que los estudiantes se
apropiarán más fácilmente del co-
nocimiento; si bien se requieren
determinadas habilidades tecnoló-
gicas, también son necesarias otras
de carácter social, dijo la miembro
del grupo de investigación Comu-
nicación Educativa de la Unidad
Cuajimalpa.
De acuerdo con los avances de
un estudio –que desarrolla junto
con los doctores Eduardo Peñalo-
sa Castro y Caridad García Her-
nández, rector y secretaria de esa
sede académica– se ha observado
que uno de los principales obstá-
culos que los jóvenes identifican
al emplear alguna plataforma para
interactuar con el profesor y el res-
to del grupo tiene que ver con la
integración social.
Muchas de las respuestas van
en el sentido de que “no se pudo
integrar el grupo”, “no nos pudi-
mos poner de acuerdo”, “falta de
participación” y “ausencia de diá-
logo”, lo que llevó a la conclusión
de que deben construirse ambien-
tes positivos que faciliten la inte-
gración del grupo.
Una manera de posibilitar una
mayor cohesión social y por lo tanto
un mejor ambiente mediado por las
tecnologías es propiciando ciertos
comportamientos entre los alumnos,
por ejemplo, que cada uno se pre-
sente ante el resto del grupo; hable
de sus gustos e intereses; explique
por qué se inscribió en tal curso, y
busque un mayor acercamiento con
sus compañeros y el profesor.
Ana Alejandra Villagómez Vallejo
Una de las consecuencias de crear
una ingeniería financiera de inver-
sión de alto riesgo es que crisis
locales –como la de Estados Uni-
dos– impactan en forma global el
desarrollo económico del mundo
y acarrean una demanda agregada
en función de la asimetría de los
salarios, entre otros fenómenos.
Un ejemplo de ello es que en
México sólo 3,352.000 personas,
es decir, 6.74 por ciento de los
49,702.000 ocupados gana más
de 10,000 pesos mensuales o
más de cinco salarios mínimos, de
acuerdo con la Encuesta Nacional
de Ocupación y Empleo, en tanto
que 42 millones percibe ingresos
que permiten apenas cubrir gas-
tos por concepto de vivienda, ali-
mentación y transporte.
Esta disparidad obstaculiza el
crecimiento, señaló el doctor Car-
los Rozo Bernal, Profesor Distin-
guido de la UAM.
En el
Ciclo: Charlando con los
especialistas en innovación, eco-
nomías y organizaciones,
realizado
en la Unidad Xochimilco de la Uni-
versidad Autónoma Metropolitana
(UAM) el ocho de julio, el econo-
mista impartió la
Conferencia: ¿Por
qué se aprecia el dólar en tiempos
de crisis?
El investigador del Departamen-
to de Producción Económica de
la citada sede universitaria detalló
que se registra una tendencia al
bajo crecimiento de las economías
a nivel internacional y sólo las
muy industrializadas manifiestan
un relativo incremento, que no se
corresponde con las proyecciones
estimadas.
Esta situación se explica en-
tre otras cosas porque no existe
capacidad de compra, pues los
consumidores están pagando su
endeudamiento. Muchos de estos
fenómenos se deben a la especula-
ción en la economía global.
La actual es una crisis derivada
de la influencia de las transaccio-
nes, que definen el proceso de la
economía en lo que se denomina
desacoplamiento, cuya lógica fi-
nanciera determina la lógica pro-
ductiva con el objetivo de restaurar
la rentabilidad del sistema.
Foto: Enrique López Valderrama.