Semanario de la UAM
25 04 2016
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Luego de su participación en el
Simposio –celebrado en la Rectoría
General de la Universidad Autóno-
ma Metropolitana (UAM) y convo-
cado por la Red de Instituciones
Educativas Contra las Adicciones de
la Ciudad de México (RIECA-DF)–
apuntó que México registra menos
consumo de alcohol respecto de
Estados Unidos, entre otros países
donde se tiene una disponibilidad
per cápita
mayor.
Sin embargo, aquí “tendemos
a concentrar el alcohol en menor
proporción de la población, pero
en grandes cantidades”. Para bajar
los riesgos que esto significa son
necesarias medidas que lleven a
conducir sin alcohol –alcoholíme-
tro– aumentar los precios de las
bebidas; limitar la accesibilidad y
evitar la venta de alcohol las 24
horas, entre otras.
Además debe considerarse que
la cerveza también genera depen-
dencia y que el nivel de alcohol en
sangre al beber una lata de ese pro-
ducto o una dosis de tequila es el
mismo y, por tanto, la posibilidad
de accidente también.
Presión social
El licenciado Norberto Francisco
Hernández Yáñez, subdirector de
normatividad, lineamientos y pro-
cedimientos técnicos de la Cona-
dic, refirió que entre los factores
que promueven el consumo de
alcohol en los jóvenes están la pu-
blicidad y la presión social.
La última modificación al regla-
mento a la Ley General de Salud
en materia de publicidad se hizo
en 2012, por lo que la industria ma-
neja presentaciones y estrategias
mercadológicas más atractivas en
cerveza, un producto considerado
“menos dañino o peligroso que un
destilado, tequila o vodka”.
Además, “la forma excesiva
como beben los mexicanos –cinco
copas o más por ocasión– y no la
cantidad es lo que resulta peligro-
so, ya que su objetivo principal es
aumentar su efecto embriagante
e incluso llegar a la intoxicación”,
indicó.
Entre 2005 y 2010 la propor-
ción de personas abstemias con-
tinuó una tendencia decreciente,
mientras que la tasa de episodios
de consumo excesivo de alcohol
siguió en aumento. El mismo com-
portamiento se observó en me-
nores de 11 y 12 años que cursan
quinto y sexto de primaria.
Hernández Yáñez informó que
la población juvenil presenta enfer-
medades psiquiátricas: depresión y
ansiedad; aunado a usos y costum-
bres familiares, la permisividad, “el
alcohol, por ser una sustancia legal
y accesible, no es considerado de
riesgo como sí son otras drogas.
“Afectaciones a la maduración
del sistema nervioso; mayor pro-
babilidad de desarrollar adicción
al alcohol en la edad adulta; bajo
rendimiento escolar, y adicción a
otros estupefacientes son algunas
consecuencias de mantener estos
hábitos”, mencionó.
La intervención para proteger el
entorno de los jóvenes salva millo-
nes de vidas, reduce las adicciones
y las enfermedades, y conforma un
mundo más seguro y saludable,
declaró el doctor Diego Gonzá-
lez Machín, asesor en Desarrollo
Sostenible y Salud Ambiental de
la Organización Panamericana de
la Salud (OPS) y la Organización
Mundial de la Salud (OMS), Mé-
xico, ponderando que las univer-
sidades son un espacio ideal para
desarrollar acciones de prevención
y promoción de la salud.
Los temas estratégicos en una
universidad saludable deben con-
siderar aspectos psicosociales
–prevención de violencia y adic-
ciones– y ambientales: sexualidad
responsable, alimentación, activi-
dad física, higiene y saneamiento.
El Simposio fue inaugurado por
el maestro Víctor Sosa Godínez,
coordinador general de Vinculación
y Desarrollo Institucional, en repre-
sentación del doctor Salvador Vega
y León, rector general de la UAM;
en la ceremonia estuvo también el
licenciado José de Jesús Solís Ro-
dríguez, asesor del doctor Manuel
Mondragón y Kalb, comisionado
nacional contra las Adicciones de
la Secretaría de Salud Federal; el
doctor Héctor Fernández Varela,
director general de Atención a la
Salud de la Universidad Nacional
Autónoma de México y presidente
en turno de la RIECA-DF, y la pro-
fesora María del Rosario Tapia Me-
dina, directora general del Instituto
para la Atención y Prevención de
las Adicciones (IAPA).