[Semanario de la UAM | 14•11•2016]
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SOCIEDAD
Uso excesivo de audífonos en jóvenes
provoca pérdida de audición
La prevalencia de sordera
inducida aumentó en la
población de entre seis y 19 años
E
n 2015, más de cinco por ciento de la
población mundial –alrededor de 360
millones de personas– sufría pérdida de
audición discapacitante, un mal que ha conver-
tido a los jóvenes –cerca de mil cien millones–
en el sector más vulnerable debido a prácticas
auditivas perjudiciales, sostuvo la doctora Ileana
Gutiérrez Farfán, especialista en otoneurología y
foniatría del Instituto Nacional de Rehabilitación.
Durante su participación en el
Seminario in-
ternacional: Ruido ambiental y salud en la ciu-
dad
–celebrado en el Centro de Difusión Cultural
Casa Rafael Galván de la Universidad Autónoma
Metropolitana (UAM)– la experta –que citó da-
tos de la Organización Mundial de la Salud– ex-
plicó que la popularidad de los reproductores de
música comprimida entre adolescentes y adultos
jóvenes detonó el riesgo de problemas en la ca-
pacidad auditiva, por lo que hombres y mujeres
podrían presentar sordera irreversible a partir de
los 30 años de edad.
Gutiérrez Farfán precisó que cuando el ruido
rebasa los 80 decibeles afecta el oído de manera
profunda e incluso supera los daños inducidos
por el sonido estruendoso laboral.
El ruido ambiental, que en ocasiones supera
los 65 decibeles por el tránsito intenso, “obliga
a los jóvenes a aumentar el volumen de la mú-
sica que escuchan por audífono”; el problema
es preocupante porque se trata de un hábito
llevado a cabo durante toda una jornada de
trabajo, en el transporte público y durante las
horas de sueño.
La especialista indicó que 16 por ciento de
los adolescentes en el plano global registra de-
terioro auditivo, “un trauma acústico ocasiona-
do por la exposición a niveles de presión sonora
por encima de los 85 decibeles durante ocho
horas diarias”.
La prevalencia de hipoacusia o sordera induci-
da se ha incrementado principalmente en la po-
blación de entre seis y 19 años de edad, quienes
padecen degeneración auditiva por ruido recrea-
cional en el uso de juguetes, gadgets –teléfonos
inteligentes y IPAD– y videojuegos, entre otros.
Tabaco, alcohol, antecedentes de otitis media,
padecimientos crónico-degenerativos y otros de
índole infecciosa contraídos en la adolescencia o
infancia contribuyen también a la aparición de
esta limitante.
El deterioro es por
causa del ruido
recreacional de
juguetes, gadgets
y videojuegos.
Al dictar la
Conferencia: Daño auditivo secun-
dario a ruido recreativo,
Gutiérrez Farfán reco-
mendó hacer ejercicio, llevar una dieta rica en
vitaminas A, B y C para mejorar la oxigenación
de las células y utilizar juguetes sonoros por una
hora diaria, máximo; además alertó sobre el pe-
ligro que implica la radiación emitida por teléfo-
nos celulares ya que puede alterar la fisiología
del sistema audiovestibular.
Las frecuencias agudas son las más peligro-
sas para el oído interno y los niños son más pro-
pensos que las niñas a la hipoacusia debido a
las actividades que desarrollan y a que el órgano
izquierdo se deteriora –en general– con mayor
rapidez que el derecho.
“No contamos en México con leyes que regu-
len el ruido recreacional. A las grandes empresas
les conviene poco que los usuarios cuenten con
información sobre los decibeles que emiten estos
artefactos y hay poca investigación al respecto
en el país, por lo que todo depende de nuestra
conciencia individual”, finalizó.