[Semanario de la UAM | 02•05•2017]
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SOCIEDAD
La calidad de la dieta alimenticia
impacta en la salud cerebral
La ingesta de omega 3
reduciría los problemas
de conducta en niños
L
a calidad en la dieta alimenticia impacta,
tanto en la salud cerebral y las funciones
cognitivas como en los niveles vascular y
de conexiones sinápticas, todo lo cual repercu-
te en problemas motores, de memoria y aten-
ción, así como en enfermedades mentales en
la edad adulta, aseguró la doctora Kioko Rubí
Guzmán Ramos, investigadora de la Universidad
Autónoma Metropolitana (UAM).
Nunca se piensa en la condición del sistema
nervioso central, como sí ocurre con otros ór-
ganos debido al desconocimiento de que una
nutrición deficiente por años o décadas puede
generar padecimientos de índole diversa, consi-
deró la profesora del Departamento de Ciencias
de la Salud de la Unidad Lerma.
Una alimentación inadecuada incide de ma-
nera negativa en el estado del encéfalo, encar-
gado de las funciones mentales, por lo que “un
descuido en su salud podría reflejarse en algún
contratiempo periférico” y provocar deterioro
cognitivo leve –pérdida de memoria– y en caso
extremo el Mal de Alzheimer, demencia vascu-
lar o síndrome de Korsakoff como resultado del
consumo de alcohol, puntualizó la especialista.
Un estilo de vida adecuado es recomenda-
ble desde la infancia, por lo que es conveniente
erradicar o disminuir la ingesta de productos con
carga calórica alta proveniente de carbohidratos
y grasas; comer proteínas, frutas y vegetales, y
evitar el sobrepeso, la obesidad y el estrés.
Para potenciar el conocimiento son necesarias
actividades mentales –lectura– y físicas en forma
regular para alcanzar niveles óptimos de grasa cor-
poral que generen aumento de la circulación san-
guínea y la eliminación de neurotoxinas dañinas,
subrayó la docente el 24 de marzo pasado, al dic-
tar la
Conferencia: Comida para el cerebro: efectos
de la dieta en nuestras funciones cerebrales
en la
Sala de Usos Múltiples de la Unidad Cuajimalpa.
La doctora en ciencias biomédicas y química
farmacéutica bióloga expuso que existe una po-
sible relación entre el Mal de Alzheimer y la dia-
betes, derivado de la desnutrición, pues 80 por
ciento de quienes sufren esa enfermedad mental
“registra algún tipo de dificultad en el metabolis-
mo de la glucosa, ya sea en estado prediabético
o con el padecimiento declarado, mientras que
en 98 por ciento de los casos se registró un ori-
gen no genético multifactorial –por exposición
medioambiental o estilo de vida– de ahí que uno
de los factores para que aparezca esa condición
es el régimen alimenticio”.
Un consumo hipercalórico ocasiona un nú-
mero menor de contactos neuronales y decre-
cimiento de las proyecciones y prolongaciones
dendríticas, por la reducción en el tiempo de
vida de las neuronas para almacenar y procesar
información de la memoria implícita, aprendida
por medio de la repetición.
Incluso ciertos problemas de conducta en ni-
ños podrían reducirse con una nutrición basada
en omega 3, de acuerdo con un estudio realiza-
do en infantes con déficit de atención, ya que di-
chos ácidos grasos están contenidos en arenque,
salmón, sardina, trucha, aceites –de oliva, soya,
maíz, girasol y semilla de uva– lechuga, espinaca,
brócoli, col, aguacate, chía, nuez, cereza, fresa,
ajo, cebolla y té verde, entre otros alimentos.
Durante seis meses Guzmán Ramos sometió
a roedores a una dieta alta en calorías, grasas y
azúcar, lo que arrojó efectos en el desempeño
cognitivo, pero no en el motor, pues las especies
tardaron más tiempo en salir de un laberinto de
agua, debido a una memoria lenta por deficien-
cias de comunicación en el hipotálamo y reduc-
ción de las prolongaciones en neuronas.
Un consumo hipercalórico
ocasiona un número menor
de contactos neuronales
Foto: Michaell Rivera Arce