[Semanario de la UAM | 26•06•2017]
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SOCIEDAD
Leer antes de los seis años fomenta
la memorización, no la comprensión
Es un error que las
escuelas impongan
como requisito de ingreso
saber leer y escribir
L
a lectoescritura debe impartir-
se a los seis años, pues de otra
forma activa sólo mecanismos
de memoria y no de comprensión,
provocando incluso que algunos estu-
diantes lleguen a nivel de licenciatura
sin el potencial de entender un texto y
con problemas de escritura debido a
procesos iniciales deficientes, enfatizó
el doctor Alejandro de la Mora Ochoa.
Ante esta circunstancia no sor-
prende que la población de México
ocupe los últimos lugares en lectu-
ra del Programa para la Evaluación
Internacional de Alumnos de la
Organización para la Cooperación y el
Desarrollo Económicos, pues los niños
reciben cargas cognoscitivas que no
están preparados a soportar por las
características de memoria, juicio e
inteligencia, ya que sus “capacidades
aún no han madurado”.
Es un error que escuelas primarias
impongan como requisito de ingreso
saber leer y escribir o que los padres
de familia presionen para que en pres-
colar se adquieran esas destrezas, pues
la enseñanza de esa primera habilidad
cuando las facultades cognoscitivas no
se han desarrollado e integrado des-
truye las posibilidades de hacerlo bien.
La adquisición de esas capacidades
está vinculada a bases neurológicas,
por lo que son necesarias “conexiones
para hacer la inferencia y secuenciación
para asociar, primero, el equivalente de
un sonido a una grafía y segundo, el
valor de ésta junto a otra en términos
de sonido”, puntualizó.
Estos mecanismos “tienen que ver
con el progreso de la memoria, la in-
teligencia y el juicio, generados en la
medida en que se logra la madurez
social y psicológica, por lo cual habla-
mos de factores fisiológicos, sociales y
cognoscitivos”, informó el profesor del
Departamento de Humanidades de la
Unidad Azcapotzalco de la Universidad
Los Cendis-UAM son un
ejemplo en adquisición
del lenguaje para el
aprendizaje de esas
habilidades
Autónoma Metropolitana (UAM), al
recomendar el ingreso a los Centros
de Desarrollo Infantil (Cendis) desde
el nivel maternal, pero sin forzar a los
pequeños a leer y escribir debido a que
tienen sus momentos de maduración y
deben respetarse: “en Suiza, por ejem-
plo, comienzan a los ocho años”.
Los Cendis de las unidades Azca-
potzalco, Iztapalapa y Xochimilco de
la
Casa abierta al tiempo
son ejemplo
y modelo de una eficiente adquisición
del lenguaje para el aprendizaje de las
habilidades referidas, reveló un estu-
dio con infantes de entre cuatro y cua-
tro años once meses de edad llevado a
cabo por De la Mora Ochoa.
“El éxito está fundamentado en
que son proporcionadas las platafor-
mas para la lectoescritura con ele-
mentos visomotores, psicomotores y
semánticos que permiten la obtención
de una base sólida para su ingreso a la
educación primaria”, dijo el académico
durante el
Seminario de lenguas oto-
mangues,
realizado en la Universidad
Nacional Autónoma de México.
La investigación constituye un ins-
trumento para determinar el nivel de
expresión de los niños antes de adqui-
rir esos saberes y permite a los profe-
sores efectuar valoraciones adecuadas
a partir de un conjunto de pruebas
que mide aspectos morfológicos, fo-
nológicos, sintácticos, semánticos y
pragmáticos para evaluar debilidades y
fortalezas en estas aptitudes que evite
asociar las dificultades de lenguaje a la
inteligencia.
La mayoría de los menores de los
Cendis de esta casa de estudios está
en un nivel medio y no tendrá compli-
caciones en estos campos, pues sólo
algunos mostraron problemas, tanto
por estar demasiado avanzados como
por no haber concluido el proceso de
adquisición del habla.
La apropiación de esas destrezas
exige cambios de códigos, ya que los
infantes antes de leer y escribir mane-
jan sólo el signo oral, que no se corres-
ponde con el escrito, por lo que hay
una buena cantidad de grafías que no
concierne a los fonemas.