Cien años de La ética protestante y el espíritu del capitalismo
*Arturo Ballesteros Leiner 
La ética protestante y el espíritu del capitalismo, probablemente uno de los textos más polémicos del importante sociólogo alemán Max Weber, aparece ahora bajo el sello del Fondo de Cultura Económica, con una excelente y cuidada edición crítica realizada por Francisco Gil Villegas, reconocido investigador de El Colegio de México. No sólo es oportuna la publicación de esta obra, pues en éste se cumplen 100 años de la publicación del primer ensayo de la obra, sino porque la relectura de Weber y la discusión de su actualidad es un tema reiterado en diferentes círculos de las ciencias sociales. 

Incluso existe una especie de industria de la reinterpretación de este autor. Se han elaborado textos que crean oposiciones, por ejemplo Weber vs. Marx, Weber vs. Durkheim, o con Popper, con Simmel o Nietzsche. O bien se tratan diversos temas especializados, como su visión de la historia, la ética y el método, el racionalismo, la religión y la dominación, sus vínculos con el Islam, su sociología de los intelectuales, la sociología del derecho, la burocracia, etcétera. 

La presencia y discusión sobre Weber se refleja en el número de páginas web que existen en internet. Por ejemplo, en el buscador de Yahoo hay 224,000 referencias sobre artículos, libros, resúmenes, guías didácticas para estudiantes de pregrado y posgrado, páginas de distintas universidades norteamericanas, latinoamericanas, europeas o asiáticas. En Altavista existen 102,907 referencias. Otro parámetro para medir el grado de penetración de un autor son los índices de citación, los cuales se localizan en ciertas publicaciones reconocidas, como la revista norteamericana The Social Science Citation Index (ssci), que cubre cerca de 2,000 publicaciones periódicas y revistas especializadas, sobre todo en inglés, pero que cubre las más importantes de otros idiomas. La ssci contiene cerca de 500,000 autores citados, tanto vivos como muertos. Entre los europeos más citados se encuentra Weber, Freud, Foucault, Giddens, Bourdieu, Habermas y Piaget. 

El conocido Handbook of Sociology, publicado en 1988 bajo la dirección de Neil Smelser, contiene 22 capítulos redactados por 23 especialistas, quienes citan a unos tres mil autores, en su mayor parte una sola vez. La referencia al menos por 10 veces se concentra en 79 autores y sólo hay 25 citados 10 veces o más. De los que señorean el Hand-book se encuentran Max Weber (78), Talcott Parsons (69), Robert Merton (69), Emile Durkheim (50) y Karl Marx (49). 

Es en este contexto de resurgimiento del pensamiento weberiano en el que vemos aparecer en nuestro idioma la importante edición crítica del doctor Gil Villegas. Como señala Laurent Mc Falls, del Centro Canadiense de Estudios Alemanes y Europeos, de la Universidad de Montreal, Weber parece pertinente para comprender un mundo más complejo y cambiante e incluso ha anticipado el impulso actual de la modernidad, la crisis de la democracia y el regreso del conservadurismo.

Pero veamos las características especiales de la edición: 1) compara las diferencias fundamentales entre la primera edición de 1904-1905 y la segunda de 1920, que fue la única traducida durante todo el siglo XX, 2) agrega varios textos de Weber, complementarios a los dos ensayos clásicos sobre el protestan-tismo; contiene la primera traducción al español de "Mi palabra final a mis críticos" (traducción realizada por Gil Villegas). Es un texto de enorme valor, ya que en él responde "por anticipado" a la larguísima polémica que acompañaría a su ensayo durante el siglo XX. 

El editor de la obra presenta desde su introducción una serie de advertencias que nos orientarán a una lectura sin los errores cometidos por muchos de los polemistas a lo largo de un siglo. Además, Gil Villegas nos tiene preparada una novedad editorial para el centenario de la Ética protestante..., que consiste en recopilar de manera exhaustiva todo el debate sobre esta importante obra a través del siglo transcurrido. 

De las doce advertencias del editor pa-ra una lectura adecuada de la obra conviene destacar las siguientes: la afirmación atribuida a Weber de que el protestantismo fuera la causa genética del capitalismo, lo que se refuta contundentemente con dos ideas básicas: "la afinidad electiva" y la metáfora del "guardagujas" (esta última incluso motiva el diseño de la portada del libro). 

Respecto del primer punto, es decir, el planteamiento de que entre la ética protestante y el espíritu capitalista existen "afinidades electivas", nos refiere a una manera —señala Gil Villegas— de relacionar, en términos sumamente flexibles y abiertos, a las ideas con la dinámi-ca de los intereses. El término attractio electiva lo ubica Gil Villegas en su antecedente de un tratado de química del siglo xviii, en el que se refiere a las leyes de asociación y disociación entre los elementos, siguiendo una tradición que viene desde la alquimia. De ahí pasa a Goethe, quien lo usa como metáfora básica en su novela Las afinidades electivas (1809). En esta novela se aborda el conflicto entre la naturaleza y el orden social moral a través del adulterio. Es la expresión del acto deseado y no consumado entre dos parejas que sin confesarlo desean un "intercambio de parejas", en un proceso parecido al de la química, en el que diferentes sustancias unidas en primera instancia se des-vinculan cuando se presenta otro elemento "más afín". Precisa el editor que el atractivo fundamental de esta metáfora para Weber reside en su carácter flexible y su gran apertura, que rompe con determinismos y reduccionismos causales y nomológicos, más acordes con la compleja relación de algunas modalidades de creencias religiosas del calvinismo que con la ética del capita-lismo moderno.

La metáfora del "guardagujas" se refiere a que la ética protestante tuvo un importante impacto en el desarrollo histórico del capitalismo occidental a partir del siglo xvii, puesto que sirvió como una especie de guardagujas que modificó la trayectoria de la dinámica de los intereses materiales en la que venía encarrilada la locomotora del desarrollo capitalista moderno. De esta manera aclara el editor que el impacto de la ética del ascetismo intramundano del calvinismo sobre el desarrollo del capitalismo moderno, tal y como lo vio Weber, es indirecto. Esto es, no es un causal genético, porque la dinámica del desarrollo del capitalismo moderno antecede a la aparición de la reforma protestante. 

 
 
 
 
   
El trabajo realizado en esta nueva edición por Gil Villegas resume cerca de veinte años de constante labor con sus alumnos de sociología alemana en El Colegio de México. Incluye una revisión cuidadosa de la traducción al español de la versión de 1920 hecha por Luis Legaz Lacambra; de igual forma añade 251 notas críticas en las que didácticamente nos aclara muchas de las —ahora— oscuras referencias de Weber, como las que se refieren a autores desconocidos, movimientos religiosos, expresiones alemanas, latinas o griegas o metáforas utilizadas. Sin duda, estamos ante un trabajo de enorme valor para los distintos ámbitos de discusión de las ciencias sociales en nuestra lengua.•

Max Weber, La ética protestante y el espíritu del capitalismo, México, fce, 2003, 564 pp.

*Arturo Ballesteros Leiner es investigador de la Universidad Pedagógica Nacional.