Pero vas a estar muy triste y así te vas a quedar
 
*Gabriel Ríos

A veces parece que exagera Anna María Fernández Poncela, pero al ir avanzando en la lectura es cierto lo que dice, pues quién soportaría ad infinitum convivir con alguien que con su ínclita presencia creyera en la seguridad que otorga, cuando en realidad delata inseguridad.

La autora del libro Pero vas a estar muy triste y así te vas a quedar escribe que en los últimos tiempos ha tenido lugar un revival de la música romántica y del bolero —educación sentimental llena de melancolía y desamor, anotaría Carlos Monsiváis—, pasión que con la crisis actual se olvida y al mismo tiempo descubre al machismo inventado del carácter nacional.

Se trata de la música popular con un discurso androcéntrico, donde el hombre es el que cuenta, ordena y da su visión, y la mujer, mientras tanto, es presentada como un objeto amoroso o sexual, que sólo existe a través de su "creador". El objeto del libro de Fernández Poncela es realizar un análisis discursivo, cuyo eje es la construcción de la identidad de género.

La escritora aborda desde un inicio que la letra por boca de hombres existe abiertamente en el contexto de un mayor control en la producción y reproducción que imposibilita la introducción directa o velada de cuestionamientos o propuestas alternativas, o de reivindicaciones parciales.

Se muestra en el libro parte de la canción famosísima de José Alfredo Jiménez, "El Rey", que se va traduciendo desde la cabeza, conteniendo así un mensaje impregnado de sexismo, además de fatalismo y, más específicamente, la explicación completamente consciente de lo tradicional y arquetípico del carácter nacional mexicano, que tiene que ver con los "mensajes morales" que versan sobre la infidelidad femenina, la típica imagen de la mujer malvada, perdida y deshonesta.

Apremia Fernández Poncela que es precisamente en las mujeres sobre quienes recae la ira del mundo o de los hombres, al parecer señaladas como las culpables de las dificultades de la vida, las creadoras de padecimientos, origen de la maldad y el sufrimiento, "quizá chivas expiatorias de la incomprensión del mundo y de la existencia misma". En todo caso, las letras y los mensajes que se propagan en el imaginario cultural son para criticar a las mujeres, como si fuese humanitario.

A propósito de la música popular mexicana, Manuel M. Ponce, quien pretendió conservar la única y auténtica canción, perfiló, sin darse cuenta por supuesto, por un lado, a la mujer ideal y perfecta, anhelada y adorada, en las décimas y valses, y por la otra a la mujer atrevida, malvada y frívola, que exige novio en las coplas, inconstante o imbécil en los sones, infiel en los jarabes.

 
 
   

Al analizar la sustancia de los corridos, Fernández Poncela dice que éstos reinciden en el señalamiento de la maldad de la mujer, sobre todo a través de la infidelidad, que tiene como resultado trágico su muerte y la desgracia del hombre, como en los antiguos romances españoles. Agrega que en su "poesía" no siempre se mata a la mujer por su infidelidad, sino también se le puede asesinar si se niega a ser cortejada, si rechaza proposiciones matrimoniales o sexuales.

Del bolero clásico que data del tercer y cuarto decenios del siglo XX, los temas se tipifican, comenta Fernández Poncela: la libertad sexual y el desenfreno erótico se convierten en moda, aterrizando en una cultura de burdel, cuyo prototipo siempre será la cinta Santa, que basada en una canción de Agustín Lara, se apareja a la construcción y consolidación de un régimen autoritario, machista, corrupto, de una doble moral.

En el libro Pero vas a estar muy triste y así te vas a quedar también aparece la voz de la mujer en donde se critica el comportamiento masculino de una manera civilizada, por lo que se deduce que a ésta se le ha mantenido ausente al momento de estudiar la música popular latinoamericana. María Grever y Consuelito Velásquez podrían ser la excepción a la regla.•

*Gabriel Ríos es escritor. Sus colaboraciones han aparecido en los suplementos La Jornada Semanal (La Jornada) y El Ángel (Reforma), así como en la extinta revista Equis


Anna María Fernández Poncela, Pero vas a estar muy triste y así te vas a quedar, México, CNCA/INAH (Divulgación), 2002, 252 pp.