Volver a las nubes
Volver a las nubes:
urgencia
de alas,
porque entre mis dedos tuve,
tengo,
como viento,
la música de incienso
que emite tu piel.
Como canto
(Si escucharas mi silencio
a través de los lamentos de la noche:
sopla el viento,
como canto de mujer,
dulce, doloroso, inaudible.)
Entrañas entrañables
Oh entrañas entranables
entrañas
enroscadas,
apestadas, ensangrentadas,
qué bien lucen desenrolladas en el suelo
las tipas de las tripas:
quería conocerte mejor,
por fuera,
por dentro,
ver el higadito,
los riñones y,
por supuesto,
tu
corazón.
El escorpión
I. Oscuridad
Pequeño se arrastra
(¿Te has arrastrado alguna vez?)
Reptar entre piedras, soledad
y luto,
reptar entre gente mala.
(¿Has tenido miedo?) Es
la fuerza del aguijón del escorpión.
¿Has matado alguna vez?
II. Amor
Amar
hasta perecer
poseer
recorrer
cada poro
con la lengua
y los dedos,
tenerlo todo
apretarlo
como una boca rabiosa,
aferrarse
con
las uñas,
bregar
como náufrago
en un mar de fuego,
hacer el amor
con violencia
una y otra vez
y seguir teniendo sed:
cada orgasmo es empezar de nuevo,
así el amor:
perfecto, con dolor y para siempre.
III. Inteligencia
Ver claro,
transparente,
sin velos,
aunque el sol te queme los ojos
y las entrañas.
Tu corazón posee
todas las respuestas:
el agua es oráculo,
canto de ave que predice su muerte;
la tierra es la ciencia:
invento y dolor.
IV. Más allá
Luz en medio de la frente.
Enfrentar el futuro,
Lidiar con espíritus malos,
Bregar con espíritus de luz:
aguijonea,
convulsiona.
Ver
más allá: terror
del
vidente.
IV. Niveles
De los doce hermanos, dicen,
eres el más pequeño,
el peor y espinas.
¿Cuántas veces más volverás?
La condesa sangrienta
(fragmento)
VII.
Es de noche en Eslovaquia.
No salges: ánimas en pena te esperan afuera.
El frío es una bestia
que te hará pedazos con su abrazo.
Es de noche en Eslovaquia.
Las brujas han salido a cazar
niños y vírgenes,
para obtener de su vientre
filtros y oro puro.
Los vampiros te perseguirían
con sólo oler
un pinchazo de tu sangre.
Alrededor del castillo,
hemos puesto cruces de fuego y círculos de ajo
para detener la desaparición
de jóvenes campesinas.
Es de noche en Eslovaquia.
Nadie puede luchar contra lo Intangible.
Nadie puede luchar contra la Nobleza.
Ayer, unos lobos desenterraron cuatro cuerpos
de mujeres mutiladas.
No salgas.
Quédate conmigo.
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Grissel Gómez Estrada
es licenciada en letras hispánicas por la UAM y maestra en
literatura española por la UNAM. Obtuvo el primer lugar en
el Concurso de Poesía UAM 96 y el segundo sitio en el Concurso
Nacional de Poesía Efraín Huerta, en 1997. Ha publicado
ensayo y poesía en diversas revistas y periódicos
nacionales; el poemario "Los clavos de fuego de la noche"
en el libro colectivo No hay quinto malo (1998), Poemas de neurosis
y antineurosis (2001) y Otra vida (2003). |
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