Entrevista con Ludivine Sagnier
*Isabel Cárdenas Tovar
François Ozon, director de Swimming pool (2003), ha señalado de su película:
 
Swimming pool surge después de la experiencia de 8 femmes. Una de las principales motivaciones para realizarla fue regresar a un cine más intimista, más simple, con menos personajes. Naturalmente deseaba trabajar de nuevo con actrices que ya conocía, con las que la relación sería más fácil. Desde el principio pensé en Charlotte Rampling, ya que tanto para ella como para mí Sous le sable fue una experiencia muy bella.

En la primera versión del guión de Swimming pool había visualizado el personaje que interpreta Ludivine Sagnier como el de un joven. Pero después me pareció más interesante hablar de la relación entre dos mujeres completamente diferentes. Contraponer a Charlotte Rampling y Ludivine Sagnier me permitía, al mismo tiempo, evocar una relación madre-hija, y la de una actriz reconocida y una debutante.


La "pequeña" Ludivine Sagnier es uno de los nuevos talentos del cine francés que prometen llegar muy lejos. A los 24 años ha participado en 13 largometrajes y trabajado con directores como Claude Miller y François Ozon. Esta primavera Sagnier dará vida a Peter Pan en la versión dirigida por P. J. Hogan.

Nacida en julio de 1979 en La Celle Saint-Cloud, realizó sus estudios en el Conservatorio de Arte Dramático de Versalles. Fue descubierta para su primer papel importante por el realizador François Ozon (Sous le sable, 2000, 8 femmes, 2002, Sitcom, 1998),quien de cierta forma ha sido su padrino cinematográfico. En Gouttes d'eau sur pierres brûlantes (1999), basada en una pieza de Fassbinder, farsa satírica anclada en un claroscuro de personalidades complejas, Ozon reveló su expresividad luminosa y natural, y Sagnier empezó a sobresalir entre las jóvenes actrices francesas.

La última cinta de Ozon, Swimming pool, protagonizada por Charlotte Rampling y Ludivine Sagnier, formó parte de la selección oficial del Festival Internacional de Cine de Cannes 2003; en México se estrenó en noviembre del mismo año en el Festival Internacional de Cine Franco-Mexicano.

¿Cómo te presentó François Ozon el proyecto de Swimming pool?

Es el tercer filme que hacemos juntos. Un día, cuando estábamos terminando la promoción de 8 femmes (Ocho mujeres, 2002), François me llamó y me dijo que le gustaría que participara en su siguiente película, pero me advirtió que mi personaje sería muy diferente. En 8 femmes representé a una marimacha. Esta vez, tendría un papel muy femenino. Al enterarme de que mi co-protagonista sería Charlotte Rampling, me puse loca de alegría y acepté de inmediato.

¿Cómo te preparaste para construir tu personaje, Julie?

Swimming pool es una película que trata sobre la oposición entre dos mujeres: una muy cerebral, intelectual y rígida; y la otra mucho más superficial y física. Primero trabajamos el aspecto visual del personaje: tuve que hacer una dieta muy estricta y mucho ejercicio. Empecé por sentirme bien con mi cuerpo y no tener miedo a mostrarlo. Después trabajamos los aspectos estéticos: el bronceado, las extensiones del cabello, etcétera. Para corresponder lo más que se pudiera con el cliché que se tiene en Francia de una mujer muy sexy.

En Julie es muy importante el aspecto físico. Pero a la vez es salvaje, muy instintiva e ingenua. ¿Cómo trabajaron esta parte del personaje?

Sí, es muy ingenua. Esto surgió de manera muy natural, mientras leía el guión. Así era como yo la sentía. Fran-çois y yo hablamos un poco sobre eso, aunque él no me dio muchas pistas sobre la psicología del personaje. Esto provocó en mí un estado de duda constante y de pronto un estado febril: no sabía qué esperaba de mí y había momentos en los que tenía la impresión de que él sabía algo de mí que yo no. Lo mismo pasa con Julie en relación a Sarah Modwell, el personaje que representa Charlotte Rampling.

Julie es manipulada por Sarah, se convierte en un personaje de ficción de la novelista... Al mismo tiempo, tenía la impresión de estar siendo manipulada por el director. François no me había dado más indicaciones a propósito, para que me sintiera así: perturbada. Él sólo me dijo: ese es tu trabajo.

¿Normalmente el trabajo con François Ozon es así?

No. Eso es lo interesante: cada vez es diferente. Por ejemplo en 8 femmes tengo un papel muy especial. Mi personaje es una especie de espejo del director, es decir, de cierta forma soy yo quien pone la escena en acción. Así que para esa película François me dio muchas herramientas, ya que yo era su doble en la pantalla. Me habló sobre las características psicológicas del personaje, me reveló todos los secretos de su historia.

En cambio, en Swimming pool su doble es la novelista, así que esta vez le reveló los secretos de la historia a Charlotte Rampling y yo no sabía nada...

¿Podrías profundizar más en la técnica de Ozon para crear a Julie, tu personaje?

Él me dejó en el misterio. El rodaje duró ocho semanas. Se filmó en el Luberón, en el sur de Francia. De hecho, ensayamos muy poco con Charlotte. François me llevó al Luberón antes del rodaje, para que me familiarizara con el entorno: la casa, la región... Pero no trabajamos mucho en el personaje. Nos lanzamos muy rápidamente a filmar. Era parte del proceso de creación: que Sarah y Julie se fueran conociendo poco a poco, al igual que Charlotte y yo; sólo nos habíamos visto y hablado muy poco antes de empezar.

¿Cómo fue la experiencia de trabajar con Charlotte Rampling?

Se dio de forma muy natural. Charlotte ya había trabajado con François Ozon en Sous le sable (Bajo la arena, 2000), así que ella también forma parte de su universo cinematográfico. Yo no tenía miedo de trabajar con ella. De alguna forma tenía la impresión de no estar trabajando con una extraña, porque Fran-çois ya la conocía y la apreciaba, se sentía que estaba muy familiarizada con el universo de Ozon. Simplemente nos dimos la mano y saltamos juntas al agua.

Sarah y Julie son personajes en apariencia opuestos, ¿qué es lo que las une, lo que las atrae?

Como son muy diferentes, existe una atracción muy fuerte entre ellas. En cierta medida Julie representa lo que Sarah hubiera querido ser, y Sarah representa lo que Julie hubiera querido tener: una madre que se preocupara por ella. Julie es huérfana de madre, esa carencia se proyecta en Sarah. Creo que eso es lo que las une. 

Pero en un primer momento se detestan. Sarah no soporta todo lo que Julie representa...

Sí, porque Sarah vive frustrada, y la gente que vive así comienza por rechazar lo que realmente le atrae.

¿En qué momento de la historia crees que ellas se reencuentran?

Pienso que es a partir del momento en que Sarah reta a Julie en la piscina, cuando aparece la manzana de la discordia: Franck, el mesero... De pronto la realidad se empieza a confundir con la fantasía, ya no se sabe si todo está sucediendo en la mente de Sarah o si es Julie la que en realidad lo está viviendo. Creo que a partir de ese momento el filme da un giro importante y las aguas se empiezan a enturbiar.

¿Hay algún aspecto del personaje de Julie que te haya costado trabajo representar?

Los desnudos son muy difíciles. Es un ejercicio difícil, sobre todo porque a primera vista no soy una persona exhibicionista, así que me lancé un poco al vacío. Y en segundo lugar está la violencia del personaje, es decir, la violencia del crimen, la violencia en relación a la madre. Había escenas muy difíciles, terribles.

¿Qué fue lo que aprendiste trabajando con Charlotte Rampling?

Ella es una persona discreta, con mucha experiencia en la vida y que ha logrado permanecer fuerte. Charlotte me enseñó a no dejarme aplastar por el peso del personaje y guardar mi distancia, a no dejarme debilitar por el filme... A veces es peligroso y difícil cargar con uno mismo y además con el personaje, sobre todo con alguien como Julie. Y después, al terminar de filmar, es difícil separarse de los personajes.

En ocasiones durante Swimming pool el espectador puede sentirse confundido. Uno tiene la impresión de que Julie mató a su madre, pero hay momentos en que todo parece ser parte de la ficción de la novela de Sarah. ¿Qué es lo que sucede en realidad?

No podemos saberlo... Cada quien tiene derecho a imaginar su propia conclusión. Eso es lo que me parece interesante del filme: habla de la fantasía, de la imaginación. François Ozon le da la libertad al espectador de inventar su propia historia. Eso es lo interesante.

¿Piensas que esa era la intención del director: dejar un final abierto?

Por supuesto. Para que cada quien pueda imaginarse lo que quiera. He escuchado decenas de versiones diferentes de la película. Hay personas que me han dicho que Sarah es en verdad la madre de Julie; otras, que el editor habría violado a Julie; o que Julie tiene una hermana. En fin, tantas historias diferentes. Cada quien inventa un poco lo que le gustaría que sucediera y a mí eso me divierte mucho.

La primera vez que conociste a François Ozon ¿qué fue lo que más te atrajo de él? ¿Qué es lo que más te gusta de trabajar con él?

Lo conocí en el casting de su película Gouttes d'eau sur pierres brûlantes (1999); yo tenía 19 años. Lo primero que me dijo fue: "¿Sabes?, habrá escenas en las que estarás desnuda, pero no te preocupes que no se te verá la vagina". Yo me dije: "¿Pero qué le pasa a este tipo?" Me lo dijo así, como si nada. Eso me gustó, no me pareció obsceno, lo dijo muy natural. De hecho no era verdad. Él me había dicho que la mayor parte iba a tener que actuar desnuda, pero al final no fue así. Me pareció que tenía una manera muy simple y lúdica de hablar de un tema tabú, eso me pareció muy cómico. Él tenía un lado muy infantil, en su manera de hablar de un tema que no es infantil para nada. Eso fue lo que me atrajo de él.

Con el tiempo se ha creado una confianza entre él y yo, una relación más profesional. Me gusta mucho su forma de dirigir. Los tres personajes que me ha ofrecido han sido retos y cada vez ha sido una posibilidad para mí de progresar y crecer como actriz. Me ha enseñado muchas cosas sobre el cine. Quiero seguir trabajando con él.

¿Cómo ha evolucionado tu relación con François Ozon (director-actriz) desde Gouttes d'eau sur pierres brûlantes?

Cada vez hay más confianza, admiración y también más exigencia. No siempre es fácil, porque él es muy exigente, sobre todo conmigo, porque me conoce desde muy joven. Entonces supongo que tiene muchas expectativas puestas en mí, lo que es a la vez muy estimulante. Él me ayuda a superarme. 

 
 
 
 
 
 
 
 
   
¿Cómo decidiste convertirte en actriz?

En un principio no sabía que quería ser actriz. Cuando tenía 16 años empecé a hacer teatro, me divertía mucho, me sentía bien en el escenario. No era exactamente que soñara con ser actriz, sólo me gustaba y sabía que algún día tendría que escoger una carrera. Cuando llegó el momento de hacerlo me di cuenta que me gustaba mucho actuar, que era divertido y que sin saberlo había aprendido un poco sobre la materia. De manera inconsciente me había perfilado hacia la actuación. Decidí seguir adelante. Luego hice varios cortometrajes. Un día por casualidad François Ozon me vio en uno de ellos y me llamó; él me dio mi primer papel importante.

¿Cuáles son tus siguientes proyectos?

Seguir actuando, continuar viajando y divirtiéndome, conociendo gente, aprender y envejecer bien.

¿Cuáles son los directores que más te han influenciado, con los que más te gustaría trabajar?

David Lynch, Jim Jarmusch, Spike Lee... O Lars Von Trier. Me siento muy identificada con todos los filmes de David Lynch, desde Eraser head hasta Mulholland Drive.

¿Cómo ha sido la respuesta en Francia hacia Swimming pool?

Muy positiva. En Francia hubo muy buena respuesta. Pero en Estados Unidos fue una sorpresa, porque tuvimos mucho éxito. Creo que fueron diez millones de dólares en taquilla, fue una gran sorpresa. Es divertido ver que los norteamericanos puedan apreciar este tipo de películas y que vayan a ver cosas diferentes a las de Hollywood.

Por último, ¿qué significó para ti que Swimming pool participara en Cannes 2003?

Fue una experiencia muy bella, mágica. Caminar por la alfombra roja y todo eso tiene su lado mágico. Y la respuesta del público en Cannes también fue buena. Esperemos que en México también les guste.• 

*Isabel Cárdenas Cortés estudió ciencias de la comunicación en la Universidad Iberoamericana y el curso de cine y video científico de la Universidad de San Antonio de los Baños, Cuba. Se ha especializado en la realización de documentales y en la crítica cinematográfica. Desde que tiene uso de memoria ha sido cinéfila empedernida, por lo que pasó la mayor parte de su infancia y adolescencia en las salas cinematográficas.