"La balada del suicidio" y otros poemas 
*G. K. Chesterton 
Selección, traducción y nota de José Antonio Hernández García

En 2001 apareció —en una maleta olvidada en un ático de los suburbios de Londres— una novela inédita de Chesterton y de la que hasta entonces no se tenía noticia: Basil Howe: historia de amor juvenil.1 Parecía una resurrección literaria de uno de los más originales escritores ingleses. Sin embargo, soterradamente, la presencia inmensa de Chesterton no ha dejado de ejercer su influencia, sea a través de sus múltiples y conspicuos epígonos, o bien a través de su forma de pensamiento que ha servido para analizar incluso el fenómeno del terrorismo contemporáneo.2

Admirado tanto por Alfonso Reyes (quien hizo inmejorables traducciones al español de El hombre que fue jueves, Ortodoxia, El candor del padre Brown y de la Pequeña historia de Inglaterra)3 como por Jorge Luis Borges (traductor del poema "Lepanto",4 que se publicó originalmente en la revista argentina Sol y Luna en 1938, y autor de diversos ensayos5 en los que encomia su singular genio) y Julio Cortázar —quien tradujo su libro El hombre que sabía demasiado y otros relatos—,6 la figura de Gilbert Keith Chesterton (1874-1936) es paradigmática y paradójica. 

Paradigmática porque su agudo sentido del humor y su inagotable ingenio señalaron un hito en la historia de la literatura inglesa. El Padre Brown, personaje que resolvía casos policiacos y salvaba el alma de los implicados en algún crimen, se erigió también como un modelo narrativo de naturaleza peculiar que llegó a rivalizar en popularidad con Sherlock Holmes (existe también una edición ilustrada por Chesterton de los relatos de Sherlock Holmes). Como biógrafo, Chesterton legó una escuela cuya sencillez e ingenio siempre serán difíciles de igualar. 

A juicio del medievalista e historiador de la teología Étienne Gilson, no existe mejor ensayo biográfico sobre Santo Tomás de Aquino que el escrito por Chesterton; también consideraba que el libro de Chesterton titulado Ortodoxia era la defensa de la fe cristiana más sólida e importante del siglo xx. Su extraordinaria biografía de San Francisco de Asís es, tal vez, el otro polo que define la personalidad entera de Chesterton: sabiduría y hondura tomista, caridad y alegría franciscana (que también refiere en su poema "El burro": "yo soy mudo/ y mi secreto aún guardo"). Cada una de sus biografías (sobre Charles Dickens, William Cobbett, Robert Louis Stevenson, Chaucer, Robert Browning, William Blake, León Tolstoi, Thomas Carlyle, William Shakeaspeare7 —que dejó inconclusa al morir— o George Bernard Shaw) poseen una hondura única, pues Chesterton apreciaba las sinuosidades del alma a la luz del espíritu, no sólo de la historia. O más bien, la historia desprovista de tiempo y de circunstancia; acaso una descripción de la pura energía del ser. 

Como ensayista y polemista es igualmente profundo y ameno.8 Incluso como teórico político dio forma a una ideología innovadora a la que denominó distributismo,9 una aguda posición que conciliaba su fe católica con postulados similares a los de Max Stirner, pero con una finalidad menos compleja desde el punto de vista utilitarista. Una ideología que perseguía algo que iba literalmente más allá de la justicia y la equidad: la alegría en este mundo, la salvación en el otro. Reclamaba para cualquier ciudadano su parcela de bienestar, ínsula donde señorearía acaso el individualismo posesivo del que nos habla Mac Pherson, pero en la que resulta más importante el alma que los derechos individuales y humanos. De allí su oposición a los ideales colectivos de la Liga Fabiana que comandaba George Bernard Shaw. Sólo hay una forma de llegar a la vida eterna: no por la contención que se desprende del miedo al pecado o, más bien, no exclusivamente por ello. Hay que saber gozar el mundo como creación; la celebración por excelencia es la risa, comunión profunda con el espíritu. Opuesto a la ira implacable de Yahvé, Chesterton rescata la humana alegría y sencillez de Cristo. El gran filósofo alemán Josef Pieper convalidó el carácter celebratorio del ocio; Chesterton atisbó la paradoja y la alegría como la médula de ese estar-libre inherente a la condición humana.

Otro dato que permite apreciar su genio humorístico y vanguardista a la vez es su participación en la película muda de vaqueros de 1914 Rosy Rapture, dirigida por Percy Nash (con Gaby Deslys como Rosy Rapture, Biddy de Burgh como Hon Babette, y con las destacadas participaciones de G. K. Chesterton y George Bernard Shaw). 

En su momento, Chesterton también fue reconocido como poeta irónico y mordaz, que trata los tópicos más intrincados (el heroísmo, la aristocracia, la cristiandad, la muerte, la guerra, etcétera) con la frescura de una mirada inocente. 

Una de sus composiciones más famosas es el poema épico La balada del caballo blanco10 (composición de cerca de 2,800 versos dividida en una dedicatoria y ocho libros: Libro I.— La visión del rey; Libro II.— La reunión de los jefes; Libro III.— El arpa de Alfredo; Libro IV.— La mujer en la foresta; Libro V.— Ethandune: el primer golpe; Libro VI.— Ethandune: la matanza de los jefes; Libro VII.— Ethandune: la última carga; Libro VIII.— Desbrozando el caballo), que trata del rey Alfredo El Grande quien, en 878, al ser acorralado por los invasores paganos gana una batalla decisiva y salva a Inglaterra de su total destrucción. El poema, aunque formalmente refleja una encrucijada militar, contiene también una filosofía lúdica y esperanzadora. Alfredo pasa inadvertido y llega al campamento enemigo simulando ser un arpista errante; allí, él y cuatro personajes más —incluido el rey— tocan canciones que expresan sus puntos de vista sobre la vida. Para Chesterton la figura del caballo blanco comportaba una metáfora: el hostal donde se hospedó en su noche de bodas se llamaba precisamente La Posada del Caballo Blanco. Quizá por esta razón es el único de sus escritos que dedicó a su esposa Frances.

Algunos otros temas poéticos Chesterton los toma también de objetos —una tiza, una corbata, un sombrero, un tren— que, por cotidianos, parecerían intrascendentes… A todos los artefactos nimios les restituye su majestad intrínseca, y de los grandes temas nos descubre su sencillez primigenia… De allí su carácter paradójico, en el que su propia persona parece una colosal estatua de la contradicción: católico converso en un país predominantemente protestante y anglicano; cantor del espíritu, aunque dueño de dos metros de corpulencia desbordante; serio en ponderaciones de la vida, aunque tal seriedad sólo pueda expresarse con humor. Un hombre grande en el que habitó siempre el candor y la capacidad de asombro de un niño. El amor únicamente puede nacer del humor —parece advertirnos— y es a la incapacidad de trascender así a la que llamamos dolor.

En 1994 apareció el volumen 10 de los 44 que integran sus Collected Works (Obras reunidas), y contiene la primera parte de su poesía completa (casi la mitad).11 Hay que aclarar que sólo se han publicado dos terceras partes de dichas obras desde que comenzaron a editarse en 1986. Sin embargo, continúa siendo interesante y asequible la compilación The Collected Poems of G. K. Chesterton,12 reedición comentada del libro publicado en 1932 (véase nota 24). 

En vida, Chesterton publicó varios libros de poemas. Los dos primeros fueron Barbagrís en escena13 y El caballero indómito y otros poemas,14 ambos aparecidos en 1900. Poco después aparecieron La balada del caballo blanco (1911); Poemas (1915),15 una antología preparada por su esposa Frances Blogg cuando pensaba que Chesterton moriría después de estar sumido en un estado de inconsciencia por un dilatado periodo; Vino, agua y canción (1915),16 que contiene las canciones y los poemas de su novela de 1914 La hostería volante (The flying Inn),17 y entre las que aparece la "Canción de lo acertado y lo erróneo" que incluimos aquí; La balada de Santa Bárbara y otros poemas (1922, año de su conversión al catolicismo),18 que contiene poemas como "El converso" que también aparece en la presente selección; La reina de las siete espadas (1926),19 que es una colección de 24 poemas religiosos y entre los que destaca el que da título al libro; las siete espadas de dolor que atraviesan el corazón de María cuando se vuelve testigo del sufrimiento de su hijo se transfiguran en siete santos armados de Europa (Santiago de España, San Denis de Francia, San Antonio de Italia, San Patricio de Irlanda, San David de Gales, San Andrés de Escocia, San Jorge de Inglaterra); de este magnífico libro escogimos para la presente selección el poema "Una pequeña letanía". Más tarde se publicaron tres plaquetas con temática claramente religiosa: Gloria in Profundis (1927)20 —un solo poema ilustrado con grabados de Eric Gill—; Ubi Ecclesia (1929),21 poema hecho bajo una sutil construcción de cuento de hadas pero con implicaciones ecuménicas; y La tumba de Arturo (1930),22 que es un poema que compara la legendaria figura del rey Arturo con la de Cristo. Otro escrito en verso fue su diálogo escénico El pavo y el turco (1930)23  —similar en su estructura a "El caballero indómito" y a "La balada de Santa Bárbara"—, obra que alude a la confrontación entre San Jorge y un caballero turco, y representa la oposición entre la cristiandad y el Islam a través de la fonía similar y del sentido de la palabra turkey (pavo, el platillo tradicional de la navidad, y turco). 

Cuatro años antes de su muerte apareció el libro Poesía reunida de G. K. Chesterton (1932),24 que incluye la mayoría de los poemas publicados previamente, excepto Barbagrís en escena y La reina de las siete espadas, y contiene algunos poemas nuevos, y que vería una nueva reedición en 1980 (véase nota 12). 

Desde la primera década del siglo xx Chesterton ya era reconocido como poeta, por lo que no era extraño encontrarlo en antologías, revistas y colecciones desde esos años y hasta su muerte.25 Después de su muerte, el 14 de junio de 1936, apareció una antología de su obra, que incluía parte de su obra poética: El hombre que fue Chesterton. Los mejores ensayos, relatos, poemas y otros escritos de G. K. Chesterton,26 compilada por Raymond T. Bond. También fue muy difundida la antología Las tierras coloridas, aparecida en 1938 y que compiló su biógrafa, asistente y amiga Maisie Ward (australiana, quien junto a su esposo fundó la editorial católica Sheed & Ward),27 que incluía textos en verso y prosa escritos entre 1891 y 1934.28 

En 1984 apareció El espíritu navideño: relatos, poemas, ensayos29 y cuatro años después su Compilación de versos ligeros y sin sentido.30 Finalmente, de 1994 son sus Poemas para cualquier propósito: poemas escogidos de G. K. Chesterton,31 año en que también aparece el primer tomo de su Poesía reunida compilada por Aidan Mackey y a la que ya nos hemos referido (véase nota 11).

En las llamadas Obras completas en español no se compiló ninguna de sus obras poéticas, no obstante que su novela La hostería volante aparece en el tomo III (véase nota 17). La primera traducción al español de un libro de poemas de Chesterton fue La reina de las siete espadas (1951)32 que, por su rareza, es prácticamente desconocida. La segunda compilación de poemas de Chesterton en español es la que contiene su poema "Lepanto" (2003), y que en selección, traducción y nota de José Antonio Hernández García une, en una muy interesante edición bilingüe de 23 poemas, el trabajo de traducción de seis poetas españoles.33 Sin embargo, la obra poética de Chesterton es casi clandestina en español. 

Como si se tratara de un trovador medieval, muchas de sus poesías se han musicalizado y existen partituras y grabaciones que pueden encontrarse sobre todo en la biblioteca del Trinity College de Dublín.34 En algunas antologías en español se publicaron pocos poemas: en una prologada por Dámaso Alonso se dieron a conocer dos breves poemas35 y Pastor Díez, en Nuestra Señora de la poesía: grandes poetas del siglo XX cantan a María36 incluyó poemas de su libro La reina de las siete espadas. En la década de los cincuenta también se pudo leer el poema "Lepanto" en versión de Santiago Magariños.37

Con acierto, el erudito y crítico Francisco Castañeda Iturbide ha advertido el carácter vanguardista de Chesterton: en Barbagrís en escena, ejercicio lúdico en verso ilustrado por él mismo, se aprecian graciosas imágenes del absurdo que anticipan en casi tres lustros los experimentos dadaístas. Esto no es extraño: el poema —que parece tener un carácter exclusivamente infantil— más bien propone una nueva lógica que desmonta la solemnidad de la vida y nos prepara para observarla bajo una óptica de mayor amplitud existencial. De allí sus coincidencias con una parte del dadaísmo, aquella que pretendía subvertir el orden del mundo reduciendo ad absurdum sus principales criterios y dogmas totalizadores.38 El poema es un divertimento en el que parece operar la aporía de que una evasión es una expiación. Por otra parte, en el poema "El anticristo o el conciliábulo cristiano: una oda", podemos reconocer muchos recursos que Ezra Pound emplearía posteriormente en sus Cantos. Por ello, una lectura de la poesía de Chesterton nos puede revelar algunos antecedentes de la sensibilidad y el pensamiento que surgieron en el periodo de entreguerras, y que marcaron a autores tan importantes como Thomas Merton, C. S. Lewis, Marshall MacLuhan, T. S. Eliot, William Somerset Maugham, Alfonso Reyes, Ramiro de Maeztu,39 Juan José Arreola, Jorge Luis Borges y Ezra Pound, 

Esta breve selección nos permite acercarnos a esta otra faceta de este prolijo polígrafo inglés. A ciento treinta años de su nacimiento y a casi setenta de su muerte, su poesía es propicia para reconocer la alegría de alguien que encontraba divertida incluso la posibilidad trunca de su propio suicidio. 

 
    Alan Glass, Gougin, la muerte y marte, aguafuerte,
30x30 cm, 2004
 
  Luis López Loza, Sin título
messotinta y aguafuerte, 
30x30 cm, 2004 
 

 

  Teresa Cito, Íbiz
agua tinta, 
30x30 cm, 2004
   
José Francisco, Infanta, aguafuerte y agua tinta, 30 x 30 cm, 2003
The Skeleton

Chattering finch and water-fly
Are not merrier than I;
Here among the flowers I lie
Laughing everlastingly.
No; I may not tell the best;
Surely, friends, I might have guessed
Death was but the good King's jest,
It was hid so carefully.
 

El esqueleto

El pinzón que parlotea y la brisa
No son más felices que yo;
Aquí yazco entre flores 
Con mi eterna risa.
No; para nada cómodamente; 
Aunque claro, amigos, por pensar de prisa 
No supuse la muerte, que el buen rey 
Ocultó como broma… cuidadosamente.
 

Gold Leaves

Lo! I am come to autumn,
    When all the leaves are gold;
Grey hairs and golden leaves cry out
    The year and I are old.

In youth I sought the prince of men,
    Captain in cosmic wars,
Our Titan, even the weeds would show
    Defiant, to the stars.

But now a great thing in the street
    Seems any human nod,
Where shift in strange democracy
    The million masks of God.

In youth I sought the golden flower
    Hidden in wood or wold,
But I am come to autumn,
    When all the leaves are gold.

Hojas de oro 

¡Hey! Vengo al otoño, 
   Cuando todas las hojas de oro son; 
Cabellos grises y hojas doradas se lamentan 
   Somos viejos el año y yo.

En la juventud busqué al príncipe de los hombres, 
   Capitán de guerras cósmicas, 
Nuestro Titán; las cizañas se mostraban 
   Desafiantes, incluso a las estrellas. 

Hoy, cualquier cosa grandota de la calle 
   Merece una reverencia humana,
Que se trueca en extraña democracia: 
   Millones de máscaras de Dios.

En la juventud busqué la flor dorada 
   Escondida en bosques y hondonadas, 
Pero llego al otoño,
   Cuando las hojas todas de oro son.
 

The Song of Right and Wrong

Feast on wine or fast on water
And your honour shall stand sure,
God Almighty's son and daughter
He the valiant, she the pure;
If an angel out of heaven
Brings you other things to drink,
Thank him for his kind attentions,
Go and pour them down the sink.

Tea is like the East he grows in,
A great yellow Mandarin
With urbanity of manner
And unconsciousness of sin;
All the women, like a harem,
At his pig-tail troop along;
And, like all the East he grows in,
He is Poison when he's strong.

Tea, although an Oriental,
Is a gentleman at least;
Cocoa is a cad and coward,
Cocoa is a vulgar beast,
Cocoa is a dull, disloyal,
Lying, crawling cad and clown,
And may very well be grateful
To the fool that takes him down.

As for all the windy waters,
They were rained like tempests down
When good drink had been dishonoured
By the tipplers of the town;
When red wine had brought red ruin
And the death-dance of our times,
Heaven sent us Soda Water
As a torment for our crimes.

Canción de lo acertado y lo erróneo

Fiesta en vino o fasto en agua
Su honor permanecerá incólume.
El hijo y la hija del Dios Omnipotente, 
Él, valiente, ella, pura;
Si un ángel del cielo 
Te trajera otras cosas para beber, 
La agradecerías sus amables atenciones, 
E irías y las vaciarías bajo la sentina. 

El té es como el Este que crece en él, 
Un gran mandarín amarillo
Con reglas de urbanidad 
E inconsciencia del pecado; 
Todas las mujeres, como un harén, 
Como colas de cerdo en tropel; 
Y, como todo el Este que crece en él, 
Cuando se fortalece, veneno se vuelve.

Aunque oriental, el té
Es un caballero al menos; 
El cacao es sinvergüenza y cobarde, 
El cacao es una bestia común, 
El cacao es sombrío, desleal, 
Allí se queda, arrastrándose el desvergonzado, 
Haciéndose el payaso, 
Y puede que le agradezca 
Al tonto que lo toma. 

En cuanto a las aguas huracanadas, 
Que llovieron como tempestades 
Cuando deshonraron las buenas bebidas 
De los bebedores del pueblo; 
Cuando el vino tinto trajo la ruina roja 
Y la danza de la muerte de nuestros tiempos, 
El cielo nos envió Agua que Refresca 
Como tormento para nuestros crímenes.
 

Wine and Water

Old Noah he had an ostrich farm and fowls 
on the largest scale, 
He ate his egg with a ladle in a egg-cup big as a pail, 
And the soup he took was Elephant Soup and fish 
he took was Whale, 
But they all were small to the cellar he took when 
he set out to sail, 
And Noah he often said to his wife when he sat down to dine, 
"I don't care where the water goes if it doesn't get into the wine". 
The cataract of the cliff of heaven fell blinding off 
the brink 
As if it would wash the stars away as suds go down 
a sink, 
The seven heavens came roaring down for the throats of hell to drink, 
And Noah he cocked his eye and said, "It looks like rain, I think, 
The water has drowned the Matterhorn as deep as 
a Mendip mine, 
But I don't care where the water goes if it doesn't get into the wine". 
But Noah he sinned, and we have sinned; on tipsy feet we trod, 
Till a great big black teetotaller was sent to us for 
a rod, 
And you can't get wine at a P.S.A., or chapel, 
or Eisteddfod, 
For the Curse of Water has come again because 
of the wrath of God, 
And water is on the Bishop's board and the Higher Thinker's shrine, 
But I don't care where the water goes if it doesn't 
get into the wine.

Agua y vino

El viejo Noé tenía una granja de avestruces y aves 
a gran escala, 
Comió su huevo —que estaba en una copa grande como cubo— con un cucharón, 
Y la sopa que tomó era sopa de elefante y el pescado que comió era de ballena,
Pero cuando inició su travesía todos eran pequeñuelos en el sótano. 
Frecuentemente, cuando se sentaban a cenar, Noé decía a su esposa: 
"El agua sólo me importa si va al vino".
Desde el precipicio celestial se desbordó la catarata 
y no dejaba ver,
Como si lavara las estrellas, igual que la espuma bajo un fregadero,
Los siete cielos, rugientes, descendieron 
para que bebieran los cogotes del infierno, 
Y Noé guiñó su ojo y dijo: "parece lluvia, creo,
El agua ha inundado el Monte Cervino igual 
que la mina de Mendip,
Pero no me importa a donde vaya el agua si no va 
al vino".
Noé pecó, pecamos nosotros también; caminamos con pasos de embriaguez, 
Hasta que nos enviaron un gran abstemio negro como cetro, 
Y ya no se puede conseguir vino en P. S. A., en una capilla o en Eisteddfod, 
Y, para Maldición del Agua, de nuevo ha llegado 
por la ira de Dios,
Y el agua está en la mesa del obispo y en el altar 
del Más Elevado Pensador,
Pero no me importa a donde vaya el agua si no va 
al vino.

The song of the strange ascetic

If I had been a Heathen,
I'd have praised the purple vine,
My slaves should dig the vineyards,
And I would drink the wine.
But Higgins is a Heathen,
And his slaves grow lean and grey,
That he may drink some tepid milk
Exactly twice a day.

If I had been a Heathen,
I'd have crowned Neaera's curls,
And filled my life with love affairs,
My house with dancing girls;
But Higgins is a Heathen,
And to lecture rooms is forced,
Where his aunts, who are not married,
Demand to be divorced.

If  I had been a Heathen,
I'd have sent my armies forth,
And dragged behind my chariots
The Chieftains of the North.
But Higgins is a Heathen,
And he drives the dreary quill,
To lend the poor that funny cash
That makes them poorer still.

If I had been a Heathen,
I'd have piled my pyre on high,
And in a great red whirlwind
Gone roaring to the sky;
But Higgins is a Heathen,
And a richer man than I:
And they put him in an oven,
Just as if he were a pie.

Now who that runs can read it,
The riddle that I write,
Of why this poor old sinner,
Should sin without delight-
But I, I cannot read it
(Although I run and run),
Of them that do not have the faith,
And will not have the fun.
 

Canto de la extraña ascesis

Si hubiese sido pagano,
Habría ensalzado la vid purpúrea,
Mis esclavos habrían labrado los viñedos 
Y yo bebería vino.
Pero Higgins es el pagano, 
Y sus esclavos crecen famélicos y encanecen; 
Quizás él pueda beber un poco de leche tibia 
Unas dos veces al día.

Si hubiese sido pagano, 
Habría coronado los rizos de Neaera, 
Y colmado mi vida de aventuras amorosas 
Y mi casa con muchachas que bailan; 
Pero Higgins es el pagano, 
Y diserta a fuerzas en sus aposentos, 
Donde sus tías que no están casadas 
Exigen divorciarse. 

Si hubiese sido pagano,
Habría enviado mis ejércitos por delante, 
Y por la retaguardia arrastraría
A los Jefes del Norte. 
Pero Higgins es el pagano, 
Y esgrime con pesar la pluma, 
Para prestar a los pobres dinero divertido 
Lo que lo hace aún más pobre. 

Si hubiese sido pagano, 
Habría colocado mi pira en lo alto, 
Y un gran torbellino rojo 
Rugiendo se iría al cielo; 
Pero Higgins es el pagano, 
Y es más rico que yo: 
Pero ellos son los que lo pusieron en un horno, 
Como si fuera un pastel. 

Ahora quien corra por ahí puede leer 
El enigma que escribo, 
De por qué este pobre viejo pecador 
Debe pecar sin deleite. 
Sin embargo yo, yo no puedo leerlo 
(Por más que corro y corro), 
Pues ellos carecen de fe 
Y nunca se divertirán.

The Sword of Suprise

Sunder me from my bones, O sword of God
Till they stand stark and strange as do the trees;
That I whose heart goes up with the soaring woods
May marvel as much at these.

Sunder me from my blood that in the dark
I hear that red ancestral river run
Like branching buried floods that find the sea
But never see the sun.

Give me miraculous eyes to see my eyes
Those rolling mirrors made alive in me
Terrible crystals more incredible
Than all the things they see

Sunder me from my soul, that I may see
The sins like streaming wounds, the life's brave beat
Till I shall save myself as I would save
A stranger in the street.
 

La espada de la sorpresa

Separado yo de mis huesos, ¡oh!, espada de Dios, 
Hasta que ellos permanezcan de pie y ajenos, 
como los árboles; 
Yo, cuyo corazón sube volando hacia los bosques 
Y puede maravillarse tanto como ellos.

Separado yo de mi sangre que, en la oscuridad, 
Escucha al ancestral río correr, 
Y cómo los ríos subterráneos se confunden en el mar 
Pero nunca el sol ven.

Dame ojos milagrosos para ver mis ojos 
Espejos rodantes que viven en mí, 
Cristales terribles más increíbles 
Que todas las cosas que vi. 

Separado yo de mi alma, que puedo ver 
Los pecados como heridas sangrantes, valientes golpe de vida, 
Hasta que a un extraño en la calle 
Salve como yo mismo me salvaría. 
 

A Ballade of Suicide

The gallows in my garden, people say,
Is new and neat and adequately tall; 
I tie the noose on in a knowing way
As one that knots his necktie for a ball;
But just as all the neighbours —on the wall— 
Are drawing a long breath to shout "Hurray!"
The strangest whim has seized me… After all 
I think I will not hang myself to-day. 

Tomorrow is the time I get my pay
My uncle's sword is hanging in the hall 
I see a little cloud all pink and grey
Perhaps the rector's mother will not call —I
fancy that
I heard from Mr. Gall 
That mushrooms could be cooked another way
I never read the works of Juvenal 
I think I will not hang myself to-day. 

The world will have another washing-day;
The decadents decay; the pedants pall; 
And H.G. Wells has found that children play,
And Bernard Shaw discovered that they squall,
Rationalists are growing rational_ 
And through thick woods one finds a stream astray
So secret that the very sky seems small_ 
I think I will not hang myself to-day. 
 
 

ENVOI 

Prince, I can hear the trumpet of Germinal, 
The tumbrils toiling up the terrible way;
Even to-day your royal head may fall, 
I think I will not hang myself to-day.
 

La balada del suicidio

El patíbulo en mi jardín, dice la gente, 
Es nuevo, pulcro y tiene la altura adecuada;
Ato la cuerda de la consabida manera
Como quien anuda su corbata a una pelota; 
Pero justo cuando todos los vecinos —desde 
la pared— 
Esbozan un largo suspiro y gritan "¡Albricias!" 
Soy presa de un extraño capricho… Después 
de todo
Pienso que hoy no me ahorcaré. 

Mañana será el día de mi paga 
La espada de mi tío pende en el vestíbulo 
Veo una pequeña nube, rosa y gris toda;
Tal vez la madre del rector no llamará —imagino 
Que tuve noticias del Sr. Gall. 
Esos hongos podrían haberse cocinado de otra forma, 
Nunca leí las obras de Juvenal. 
Pienso que hoy no me ahorcaré. 

Habrá otro día para que el mundo se lave;
Los decadentes decaen; los pedantes, insípidos; 
H. G. Wells ha descubierto que los niños juegan, 
Y Bernard Shaw que tienen rachas, 
Los racionalistas crecen racionales 
Y tras los espesos bosques encuentro un arroyo perdido 
Tan secreto que el mismo cielo parece pequeño 
Pienso que hoy no me ahorcaré.

ENVÍO

Príncipe, puedo oír la trompeta del Germinal, 
Su carreta se esfuerza de terrible manera; 
E incluso hoy, su testa real puede caer. 
Pienso que hoy no me ahorcaré.
 

The Convert

After one moment when I bowed my head
And the whole world turned over and came upright,
And I came out where the old road shone white,
Walked the ways and heard what all men said,
Forests of tongues, like autumn leaves unshed,
Being not unlovable but strange and light;
Old riddles and new creeds, not in despite
But softly, as men smile about the dead.

The sages have a hundred maps to give
That trace their crawling cosmos like a tree,
They rattle reason out through many a sieve
That stores the sand and lets the gold go free:
And all these things are less than dust to me
Because my name is Lazarus and I live.
 

El converso 

Después de un momento, cuando incliné mi cabeza 
El mundo todo cambió y se enderezó, 
Salí adonde el viejo camino brilló en su blancura,
Caminé las veredas y oí lo que todos los hombres dijeron,
Bosques de lenguas, como las hojas de otoño sin caer, 
No dignas de amar pero extrañas y ligeras;
Viejos enigmas y nuevos credos, no a pesar de, 
Sino con sencillez, cual hombres que sonríen 
por un muerto.

Los sabios tienen cien mapas que ofrecer, 
Huella que su cosmos arrastra como un árbol, 
Y criban tanto su razón, igual que un tamiz 
Que conserva la arena y permite que el oro, libre, 
se vaya: 
Y todas estas cosas son para mí menos que el polvo 
Pues mi nombre es Lázaro y estoy vivo. 
 

The Myth of Arthur

O learned man who never learned to learn, 
Save to deduce, by timid steps and small, 
From towering smoke that fire can never burn 
And from tall tales that men were never tall. 
Say, have you thought what manner of man it is 
Of who men say "He could strike giants down" ? 
Or what strong memories over time's abyss 
Bore up the pomp of Camelot and the crown. 
And why one banner all the background fills, 
Beyond the pageants of so many spears, 
And by what witchery in the western hills 
A throne stands empty for a thousand years. 
Who hold, unheeding this immense impact, 
Immortal story for a mortal sin; 
Lest human fable touch historic fact, 
Chase myths like moths, and fight them with a pin. 
Take comfort; rest—there needs not this ado. 
You shall not be a myth, I promise you.
 

El mito de Arturo

¡Ah! hombre instruido que nunca aprendiste 
a aprender, 
Y que evitas deducir mediante pequeños y tímidos pasos, 
Como el elevado humo que el fuego jamás podrá consumir 
Y los grandes relatos de hombres que nunca fueron grandes.
Di, ¿has pensado de qué clase de hombre se trata? 
¿De quién dicen los hombres que "podría derribar gigantes"? 
O qué profundos recuerdos en el abismo del tiempo 
Aburren el boato de Camelot y de la corona. 
Y por qué un estandarte tapiza todo el fondo, 
Más allá de las cabalgatas de tantas lanzas, 
Y en virtud de qué brujería, en las colinas occidentales, 
Un trono ha permanecido vacío mil años.
Quién sostiene, con tal desconsideración, este inmenso ardid, 
La historia inmortal de un pecado mortal; 
Menos fábula humana que hecho histórico
Que mata mitos como polillas y se bate con un alfiler.
Ten consuelo; lo demás no es difícil. 
Jamás un mito serás, te lo prometo. 
 

Eternities

I cannot count the pebbles in the brook.
    Well hath He spoken: "Swear not by thy head.
    Thou knowest not the hairs," though He, we read,
Writes that wild number in His own strange book.

I cannot count the sands or search the seas,
    Death cometh, and I leave so much untrod.
    Grant my immortal aureole, O my God,
And I will name the leaves upon the trees,

In heaven I shall stand on gold and glass,
    Still brooding earth's arithmetic to spell;
    Or see the fading of the fires of hell
Ere I have thanked my God for all the grass.

 

Eternidades 

No soy capaz de contar los guijarros del arroyo. 
Bien, dijo Él: "No lo jure por su testa
Ni por los cabellos que alisa", aunque Él, lo leímos, 
Inscribe ese descabellado número en Su propio extraño libro.

No puedo contar las arenas ni inventariar los mares,
Muerte repentina, que tanto he desandado,
Concédeme inmortal aureola, ¡oh! Dios mío, 
Y designaré las hojas de los árboles.

Permaneceré de pie en el cielo, sobre cristal y oro, 
Empollando aún la aritmética de la tierra para deletrearla; 
O para ver extinguirse los fuegos del infierno 
Después de agradecer a Dios la eternidad del césped. 
 

Femina Contra Mundum

The sun was black with judgment, and the moon
Blood: but between
I saw a man stand, saying: `To me at least
The grass is green.

'There was no star that I forgot to fear
With love and wonder.
The birds have loved me'; but no answer came 
 _Only the thunder.

*

Once more the man stood, saying: `A cottage door,

Wherethrough I gazed
That instant as I turned —yea, I am vile;

Yet my eyes blazed.

'For I had weighed the mountains in a balance,
And the skies in a scale,
I come to sell the stars —old lamps for new—
 "Old stars for sale".
 

Femina Contra Mundum

El Sol era negro y juicioso, y sangrienta 
La Luna: pero entre ambos 
Apareció un hombre de pie, diciendo: "Para mí, 
Al menos el césped es verde.

Maravillado y con amor, ninguna estrella había
Que olvidara temer;
Me han amado las aves"; pero ninguna respuesta llegó.
Sólo el trueno.

*

Una vez más, el hombre de pie decía: "Miraba fijamente 
A través de una puerta de la cabaña; 
En ese instante me voltee —sí, soy vil, me dije; 
Y mis ojos ardieron todavía.

"Porque ya había pesado las montañas 
en una balanza, 
Y los cielos en una báscula, 
Vengo a vender estrellas —lámparas viejas por nuevas— 
¡Estrellas viejas que vendan!"

The Aristocrat
 

(Collected 1915)


The Devil is a gentleman, and asks you down to stay
At his little place at What'sitsname (it isn't far away).
They say the sport is splendid; there is always something new,
And fairy scenes, and fearful feats that none but 
he can do;
He can shoot the feathered cherubs if they fly 
on the estate,
Or fish for Father Neptune with the mermaids 
for a bait;
He scaled amid the staggering stars that precipice, 
the sky,
And blew his trumpet above heaven, and got 
by mastery
The starry crown of God Himself, and shoved 
it on the shelf;
But the Devil is a gentleman, and doesn't brag himself.

O blind your eyes and break your heart and hack your hand away,
And lose your love and shave your head; 
but do not go to stay
At the little place in What'sitsname where folks 
are rich and clever;
The golden and the goodly house, where things grow worse for ever;
There are things you need not know of, though 
you live and die in vain,
There are souls more sick of pleasure than 
you are sick of pain;
There is a game of April Fool that's played behind its door,
Where the fool remains for ever and the April 
comes no more,
Where the splendour of the daylight grows drearier than the dark,
And life droops like a vulture that once was such 
a lark:
And that is the Blue Devil that once was the Blue Bird;
For the Devil is a gentleman, and doesn't keep 
his word.
 

El Aristócrata 
(Compilado en 1915)


 El Diablo es un caballero: pide que nos quedemos
En su pequeño lugar, Cualquiera-que-sea-su-nombre (no está lejos). 
Dicen que practica un espléndido deporte; siempre tiene algo nuevo, 
Con escenas de hadas y hechos temibles que sólo 
él puede maniobrar; 
Él puede disparar a querubines emplumados 
si sobrevuelan su terreno, 
O pesca para el Padre Neptuno usando sirenas 
como cebo;
Y descascara las estrellas en el cielo que así 
se tambalean en el precipicio;
Tocó su trompeta en el cielo —y sobrevivió al dominio
De la corona estrellada del mismo Dios— 
y la arrumbó en el estante;
Pero el Diablo un caballero es y no lo presume.

Sus ojos deslumbran, su corazón estremece 
y con su mano te ataja desde lejos, 
Y estropea tu amor y afeita tu cabeza; pero 
no va a quedarse en 
Su pequeño lugar, Cualquiera-que-sea-su-nombre, donde la gente es rica y lista; 
Dorada y graciosa casa donde las cosas siempre van 
de mal en peor; 
Hay cosas que no necesitas saber, aunque vivas 
y mueras en vano, 
Hay almas más enfermas de placer de lo que él mismo está enfermo de dolor; 
Hay alguien que juega al Necio de Abril y toca 
la puerta 
En la que los tontos siempre permanecen y abril 
no llega nunca más,
Y donde el esplendor de la luz del día crece aún más triste que la oscuridad, 
Y las caídas de la vida gustan de un buitre que alguna vez fue una alondra: 
Y ése es el Diablo Azul que alguna vez fue un Pájaro Azul; 
Pero el Diablo es un caballero y nunca su palabra honra.

To the unknown warrior

You whom the kings saluted; who refused not
The one great pleasure of ignoble days,
Fame without name and glory without gossip,
Whom no biographer befouls with praise.

Who said of you "Defeated"? In the darkness
The dug-out where the limelight never comes,
Nor the big drum of Barnum's show can shatter
That vibrant stillness after all the drums.

Though the time comes when every Yankee circus
Can use our soldiers for its sandwich-men,
When those that pay the piper call the tune,
You will not dance. You will not move again.

You will not march for Fatty Arbuckle,
Though he have yet a favourable press,
Tender as San Francisco to St. Francis
Or all the angels of Los Angeles.

They shall not storm the last unfallen fortress,
The lonely castle where uncowed and free,
Dwells the unknown and undefeated warrior
That did alone defeat Publicity.

Al guerrero desconocido 

Tú, a quien saludaron los reyes; quien no se negó 
Al gran placer de innobles días,
Fama sin nombre y gloria sin murmuraciones, 
Y a quien ningún biógrafo profanó con alabanza.

¿Quién te llamó "Derrotado"? En la oscuridad,
La trinchera a donde nunca llega la luz del foco, 
Ni el gran tambor del show de Barnum puede retumbar, 
Inquietante vibración después de tantos tambores. 

Aunque llegará el tiempo en que cada circo yanqui
Pueda valerse de nuestros soldados para hacer sandwiches humanos, 
Como quien al flautista paga por tocar una melodía.
Tú ya no bailarás. No te moverás de nuevo.

No marcharás para Fatty Arbuckle, 
Aunque todavía tiene buena prensa, 
San Francis es tan tierno como San Francisco 
O como los ángeles son a Los Ángeles. 

No atacarán el último reducto, 
Del castillo solitario y libre, 
Morada del guerrero desconocido e invicto. 
Eso sólo la Publicidad lo avasalló.
 

The Last Hero

The wind blew out from Bergen from the dawning 
to the day,
There was a wreck of trees and fall of towers a score of miles away,
And drifted like a livid leaf I go before its tide,
Spewed out of house and stable, beggared of flag 
and bride. 
The heavens are bowed about my head, shouting like seraph wars,
With rains that might put out the sun and clean 
the sky of stars,
Rains like the fall of ruined seas from secret worlds above,
The roaring of the rains of God none but the lonely love.
Feast in my hall, O foemen, and eat and drink 
and drain,
You never loved the sun in heaven as I have loved 
the rain. 

The chance of battle changes —so may all battle be; 
I stole my lady bride from them, they stole her back from me.
I rent her from her red-roofed hall, I rode and saw arise,
More lovely than the living flowers the hatred 
in her eyes.
She never loved me, never bent, never was less divine;
The sunset never loved me, the wind was never mine.
Was it all nothing that she stood imperial in duresse?
Silence itself made softer with the sweeping 
of her dress.

O you who drain the cup of life, O you who wear
the crown,
You never loved a woman's smile as I have loved 
her frown. 
The wind blew out from Bergen to the dawning 
of the day,
They ride and run with fifty spears to break and bar my way,
I shall not die alone, alone, but kin to all the powers,
As merry as the ancient sun and fighting like 
the flowers.
How white their steel, how bright their eyes! 
I love each laughing knave,
Cry high and bid him welcome to the banquet 
of the brave.
Yea, I will bless them as they bend and love them where they lie,
When on their skulls the sword I swing falls shattering from the sky.
The hour when death is like a light and blood is like a rose, 
You never loved your friends, my friends, as I shall love my foes. 

Know you what earth shall lose to-night, what rich uncounted loans,
What heavy gold of tales untold you bury with 
my bones?
My loves in deep dim meadows, my ships that rode 
at ease,
Ruffling the purple plumage of strange and secret seas.
To see this fair earth as it is to me alone was given,
The blow that breaks my brow to-night shall break the dome of heaven.
The skies I saw, the trees I saw after no eyes shall see,
To-night I die the death of God; the stars shall die with me;
One sound shall sunder all the spears and break 
the trumpet's breath: 
You never laughed in all your life as I shall laugh 
in death. 

(Written in 1901) This poem has been set to music by Michael LongcorOne sound shall sunder all the spears and break 
the trumpet's breath: 
You never laughed in all your life as I shall laugh 
in death. 

(Written in 1901) 
This poem has been set to music by Michael Longcor
El último héroe

El viento soplaba desde Bergen al amanecer el día,
Chocaban los árboles y a miles de millas las torres caían, 
Y trémula flotaba la hoja a la que yo anticipaba 
su vaivén, 
Vomitada fuera de la casa y del establo, bandera 
y novia mendiga. 
Los cielos se arquean sobre mi cabeza, gritando cual guerra de serafines, 
Con lluvias que podrían barrer el Sol y limpiar 
el cielo de estrellas,
Lluvias como la caída de ruinosos mares de secretos mundos superiores; 
Nadie, sólo el amor, el rugido de las lluvias de Dios. 
Fiesta en mi salón, ¡ah, mis enemigos!, coman, beban y extenúense, 
Nunca han amado el Sol en el cielo 
como yo he amado la lluvia.

La oportunidad en las batallas cambia —como veleidosa es cualquier batalla; 
De allí rapté a mi novia, y ellos me la volvieron 
a quitar.
Y le alquilé el salón de alfombra roja, cabalgué 
y la vi incorporarse, 
Más encantadora que las flores vivientes 
que habitaban sus ojos.
Ella nunca me amó, nunca se doblegó, nunca 
fue menos divina;
El ocaso tampoco me amó, y el viento jamás fue mío. 
¿Y así por nada ella imperialmente resistía?
El silencio mismo se atenuaba con el abanicar 
de su vestido.
Tú, que vacías la copa de la vida, tú que portas 
la corona,
Nunca has amado la sonrisa de una mujer 
como yo he amado su ceño.
El viento soplaba desde Bergen al amanecer el día,
Cabalgaba y corría con cincuenta lanzas para destruir y obstruir mi camino, 
No me moriré solo pero, emparentado a todos 
los poderes, 
Estaré tan alegre como el Sol antiguo, luchando igual que las flores.
¡Cuán blanco es su acero, cuán luminosos sus ojos! Amo a cada risueño bribón; 
Llora fuerte y dale la bienvenido al banquete 
del valiente. 
Sí, yo los bendeciré cuando se dobleguen y los amaré en donde queden, 
Cuando se estrelle en sus cráneos la espada 
que esgrimo cayendo desde el cielo. 
Hora en que la muerte es como una luz y la sangre como una rosa.. 
Nunca amaste a tus amigos, a mis amigos, 
como yo amaré a mis enemigos.

¿Sabes qué tierra se perderá esta noche, qué rico descontará sus préstamos, 
Qué pesado oro de inefables cuentos se enterrará 
con mis huesos? 
Mis amores en los profundos prados oscuros, 
mis naves que surcaron a gusto, 
Serpenteando el plumaje púrpura de mares secretos 
y desconocidos.
Para poder ver esta tierra como solo a mí se me dio, 
El soplo que quiebra mi frente esta noche romperá 
el domo de cielo.
Los cielos que vi, los árboles que contemplé 
y que ningún otro ojo verá,
Esta noche yo muero la muerte de Dios; las estrellas morirán conmigo;
Un sonido debe apartar todas las lanzas e interrumpir el viento de la trompeta:
Nunca te reíste en tu vida toda como yo lo haré 
en la muerte.

(Escrito en 1901)
Este poema fue musicalizado por Michael Longcor
To Hilaire Belloc

For every tiny town or place
God made the stars especially;
Babies look up with owlish face
And see them tangled in a tree;
You saw a moon from Sussex Downs,
A Sussex moon, untravelled still,
I saw a moon that was the town's,
The largest lamp on Campden Hill.

Yea; Heaven is everywhere at home
The big blue cap that always fits,
And so it is (be calm; they come
To goal at last, my wandering wits),
So is it with the heroic thing;
This shall not end for the world's end
And though the sullen engines swing,
Be you not much afraid, my friend.

This did not end by Nelson's urn
Where an immortal England sits—
Nor where your tall young men in turn
Drank death like wine at Austerlitz.
And when the pedants bade us mark
What cold mechanic happenings
Must come; our souls said in the dark,
"Belike; but there are likelier things".

Likelier across these flats afar
These sulky levels smooth and free
The drums shall crash a waltz of war
And Death shall dance with Liberty;
Likelier the barricades shall blare
Slaughter below and smoke above,
And death and hate and hell declare
That men have found a thing to love.

Far from your sunny uplands se
I saw the dream; the streets I trod
The lit straight streets shot out and met
The starry streets that point to God.
This legend of an epic hour
A child I dreamed, and dream it still,
Under the great grey water-tower
That strikes the stars on Campden Hill.
 

A Hilaire Belloc

Dios hizo las estrellas especialmente
Para cada diminuto pueblo o lugar;
Extasiados, los bebés las miran 
Y las ven enredadas en un árbol;
Desde los Downs de Sussex, una Luna viste,
Una Luna de Sussex que no viaja todavía. 
Yo vi una Luna citadina,
La farola más grande en Campden Hill. 

Sí, en su casa el cielo está por doquier,
La gran bóveda azul que siempre se ajusta, 
Y así sucede (no te inquietes; ya llegan a su meta, 
Por fin, mis divagaciones), 
Y lo mismo ocurre con todo lo heroico, 
Que no se acabará con el fin del mundo 
Y aunque se agiten las tétricas máquinas, 
No te asustes demasiado, amigo mío. 

Esto no acabó ante la urna de Nelson, 
Donde se asienta una Inglaterra inmortal, 
Ni cuando los altos jóvenes, uno a uno, 
Bebieron la muerte, cual vino, en Austerlitz. 
Tampoco cuando los pedantes nos pidieron una señal
De los fríos y mecánicos acontecimientos 
Por venir; en la oscuridad, nuestras almas dijeron, 
"Quizá, pero hay cosas más probables". 

Es más probable que en estos prados lejanos, 
En esos llanos libres y ondulados 
Los tambores toquen un vals de guerra 
Y la Muerte baile con la Libertad; 
Es más probable que se levanten barricadas 
Con la muerte por debajo y el humo por encima, 
Y la muerte, el odio y el infierno declaren 
Que los hombres han encontrado algo para amar. 

Lejos de tus montañas soleadas 
Vi el sueño, las calles que pisé
Las calles rectas y claras que se unen 
Las calles estrelladas que apuntan a Dios. 
La leyenda de una hora épica 
Un niño que soñé y que sueño aún, 
Bajo una gris e inmensa torre de agua 
Que enciende las estrellas en Campden Hill.
 

Antichrist or the Reunion of Christendom: 
An Ode
A Bill which has shocked the conscience 
of every Christian community in Europe.

Mr. F. E. Smith, on the Welsh Disestablishment Bill


Are they clinging to their crosses,
F. E. Smith,
Where the Breton boat-fleet tosses,
Are they, Smith?
Do they, fasting, trembling, bleeding,
Wait the news from this our city?
Groaning "That's the Second Reading!"
Hissing "There is still Committee!"
If the voice of Cecil falters,
If McKenna's point has pith,
Do they tremble for their altars?
Do they, Smith?

Russian peasants round their pope
Huddled, Smith,
Hear about it all, I hope,
Don't they, Smith?
In the mountain hamlets clothing
Peaks beyond Caucasian pales,
Where Establishment means nothing
And they never heard of Wales,
Do they read it all in Hansard _
With a crib to read it with _
"Welsh Tithes: Dr. Clifford answered."
Really, Smith?

In the lands where Christians were,
F. E. Smith,
In the little lands laid bare,
Smith, O Smith!
Where the Turkish bands are busy
And the Tory name is blessed

Since they hailed the Cross of Dizzy
On the banners from the West!
Men don't think it half so hard if
Islam burns their kin and kith,
Since a curate lives in Cardiff
Saved by Smith.

It would greatly, I must own,
Soothe me, Smith!
If you left this theme alone,
Holy Smith!
For your legal cause or civil
You fight well and get your fee;
For your God or dream or devil
You will answer, not to me.
Talk about the pews and steeples
And the cash that goes therewith!
But the souls of Christian peoples...
Chuck it, Smith!
 

El anticristo o el conciliábulo cristiano: 
una oda
A Bill, quien ha azuzado la conciencia 
de cada comunidad cristiana en Europa

F. E. Smith, en el Welsh Disestablishment Bill


Mientras se aferran a sus cruces, 
F. E. Smith,
Donde se botan las veloces flotas bretonas, 
¿Son ellos, Smith? 
¿Acaso esperan las noticias de nuestra ciudad 
Ayunando, temblando, sangrando? 
Exclamando: "¡Esa es la Segunda Lectura!" 
Musitando: "¡Todavía existe el Comité!"
Si vacila la voz de Cecil, 
Si McKenna pone el dedo en la llaga, 
¿Se estremecen en sus altares? 
¿Hacen eso, Smith? 

Los campesinos rusos rodean a su patriarca,
Se agrupan, Smith, 
Escucho hablar de eso, creo,
¿No es así, Smith? 
En el paisaje de las aldeas montañesas, 
En los picos más allá del pálido Cáucaso,
Donde el Establishment nada significa 
Y nunca han oído hablar de Gales, 
Leyeron todos en Hansard
—con pesebre y todo— 
"Diezmos galeses: respondió el Dr. Clifford". 
¿Fue eso realidad Smith?

En las tierras donde había cristianos, 
F. E. Smith, 
Pequeñas tierras desnudas, 
¡Smith, ah, Smith! 
En donde están muy ocupadas las bandas turcas, 
Y el conservador nombre Tory es bendecido

¡Y saludan a la Desvanecida Cruz 
De los estandartes del Occidente!
Los hombres no pensarían que fuera medio difícil 
Si el Islam prendiera fuego a su pariente y amigo,
Pues en Cardiff vive un cura
Por Smith patrocinado.

Yo también, en mayor medida, algo debería poseer. 
¡Alívieme, Smith! 
Si tan solo usted abandonara este tema, 
¡Santo Smith!
Por causa legal o civil. 
Usted porfía bien y consigue su tajada; 
Deberá responder 
A su Dios, a su sueño o a su diablo, 
Pero no a mí.
Hable sobre asientos de iglesia y campanarios,
¡Y también del dinero constante y sonante 
Que desde aquí vuela! 
Pero las almas de los cristianos... 
Eso ¡déjelo, Smith!
 

A little litany

When God turned back eternity and was young,
Ancient of Days, grown little for your mirth
(As under the low arch the land is bright)
Peered through you, gate of heaven —and saw 
the earth.

Or shutting out his shining skies awhile
Built you about him for a house of gold
To see in pictured walls his storied world
Return upon him as a tale is told.

Or found his mirror there; the only glass
That would not break with that unbearable light
Till in a corner of the high dark house
God looked on God, as ghosts meet in the night.

Star of his morning; that unfallen star
In that strange starry overturn of space
When earth and sky changed places for an hour
And heaven looked upwards in a human face.

Or young on your strong knees and lifted up
Wisdom cried out, whose voice is in the street,
And more than twilight of twiformed cherubim
Made of his throne indeed a mercy-seat.

Or risen from play at your pale raiment's hem
God, grown adventurous from all time's repose,
Or your tall body climed the ivory tower
And kissed upon your mouth the mystic rose.

Una pequeña letanía

Cuando Dios se salió de la eternidad y joven fue, 
Antiguos días, creció un poco para su propia alegría 
(Como bajo el horizonte es luminosa la tierra) 
Y a través suyo me asomé, puerta de cielo —y vio 
la tierra. 

Acallando por un momento sus brillantes cielos 
Construyó cerca de él una casa de oro 
Para en paredes imaginarias ver su acontecido mundo 
Y a él regresar como quien dice un cuento. 

Allí encontró su espejo; el único vidrio 
Que no se rompería con tan insufrible luz 
Hasta que en una esquina de la alta casa oscura 
Dios se parecía a Dios, 
Cual fantasmas que en la noche se saludan.

La estrella de la mañana, esa estrella no caída 
En ese extraño vuelco estrellado del espacio 
Cuando tierra y cielo intercambiaron su lugares 
por una hora 
Y el cielo parecía más de rostro humano. 

Joven, sobre sus fuertes rodillas se levantó, 
La sabiduría, cuya voz está en la calle, lloró 
Más que el crepúsculo del biforme querubín 
Que hizo de su trono un misericordioso asiento.

De tu pálido dobladillo del hábito, surgido 
de la escena,
Dios crece venturoso del reposo de todo el tiempo,
Tu alto cuerpo la torre de marfil toca 
Y la rosa mística besa tu boca.•

 Notas

 1Basil Howe: a story of young love, introducción de Denis J. Conlon, Londres, New City, 2001, 189 pp., cuya existencia se ignoró durante décadas. Véase también Stephen Medcalf, "Basil Howe: a story of young love", en Times Literary Supplement, núm. 5149, 2001, p. 25. La novela también se incluye en el volumen 14 de los Collected Works que en San Francisco publica Ignatius Press (The collected Works, vol. 14, Short stories, fairy tales, mystery stories, editado por George J. Marlin et al., compilado por D. J. Conlon et al., San Francisco, Ignatius Press, 1993, 565 pp.). En la reedición de 2002 esta edición tiene numerosos dibujos e ilustraciones en blanco y negro. La edición estuvo a cargo del doctor Denis J. Conlon —profesor de literatura inglesa en la Universidad de Antwerp— y aparecen muchos inéditos de Chesterton. Este volumen también incluye los dos relatos perdidos del Padre Brown: "El Padre Brown y el affaire Donnington" y "La máscara de Midas". Son 45 relatos y 25 cuentos (completos e incompletos) tomados de sus cuadernos de notas, que están ilustrados con sus propios dibujos y bocetos. 

 2Dale Ahlquist, "11 de septiembre: una perspectiva a la Chesterton. ¿Qué es lo que se está atacando?", en Trabajador Católico de Houston, vol. XXII, núm. 1, enero-febrero, 2002. Resulta interesante que Ahlquist, converso católico y presidente de la Sociedad Americana Chesterton (cuyo hijo se llama Adrian Chesterton), haya confrontado los ataques terroristas con el pensamiento paradójico chestertoniano, y que Álvaro Vargas Llosa, desde una perspectiva distinta, también haya acudido al arsenal de las paradojas para analizar el mismo fenómeno. Véase Álvaro Vargas Llosa, "Terrorismo: Chesterton vs. Bin Laden", en Letras libres, núm. 5, México, año 5 (2003), p. 83.

 3De Alfonso Reyes véase también su ensayo sobre Chesterton en Grata compañía. Pasado inmediato. Letras de la Nueva España, México, Fondo de Cultura Económica, 1960 (Obras Completas, 12. Letras Mexicanas), 433 pp. 

 4Una de las primeras ediciones de este poema fue Lepanto, Nueva York, Federal Advertising Agency Inc., 1929, 8 pp. Es oportuno mencionar que este poema también inspiró una obra teatral: Bernard Box y Sita Rathnamal, Lepanto, obra en dos actos, Londres, 1970, 106 pp. En agosto de 2004 apareció una nueva edición, comentada y anotada por Dale Ahlquist: Lepanto, San Francisco, Ignatius Press/acs, 2004, 124 pp.

 5La cuarta conferencia del libro de Jorge Luis Borges, Borges oral (Barcelona, Bruguera, 1980, El Libro de Bolsillo, 734), se titula "El cuento policial" y en ella alude a Chesterton como el mejor heredero de Edgar A. Poe, además de que analiza con mayor puntualidad el relato del Padre Brown titulado "El hombre invisible", pp. 69-88. De Borges véase también Otras inquisiciones, Madrid, Alianza/Emecé, 1976 (Libro de Bolsillo, 604), 194 pp. "Sobre Chesterton" se encuentra entre las páginas 86-89. Este mismo ensayo aparece en Jorge Luis Borges, Nueva antología personal, Barcelona, Bruguera, 1982, pp. 246-51. Véase también Borges. Textos cautivos: ensayos y reseñas en El Hogar, edición de Enrique Sacerio Garì y Emir Rodríguez Monegal, Barcelona, Tusquets, 1986; contiene "The Paradoxes of Mr Pond, de G. K. Chesterton", aparecido en 1936; "Autobiography, de G. K. Chesterton", que se publicó en 1937. Consúltese también Julio O. Chiappini, Borges y Chesterton, Rosario, Zeus Editora, 1994, 50 pp.

 6El hombre que sabía demasiado y otros relatos, Buenos Aires, Nova, 1946 (Espejo del Mundo), 354 pp. Una nueva edición de esta versión: El hombre que sabía demasiado, traducción de Julio Cortázar, prólogo de Cuauhtémoc Reséndiz, México, Factoría, 1999 (El Altar de los Muertos, 3), xv + 217 pp. 

 7Chesterton on Shakespeare, editado por Dorothy Collins, introducción de John Sullivan, Henleyon-Thames, Darwen Finlayson, 1971, 192 pp., y Chesterton on Shakespeare, editado por Dorothy Collins, introducción de John Sullivan, Chester Springs, Dufour Editions, 1971, 192 pp. También: Gilbert Keith Chesterton, Essays on Shakespeare, notas de Peter Milward, Tokyo, Kenkyusha, 1968 (Kenkyusha Pocket English 233), xiv + 135 pp.

 8Véase, por ejemplo, Ensayos, prólogo de Hilaire Belloc, México, Porrúa, 1985 ("Sepan Cuantos...", 478), xxxix + 172 pp. El prólogo es el ensayo de Hilaire Belloc titulado "Lugar de G. K. Chesterton en las letras inglesas", pp. ix-xxxix (véase Hilaire Belloc, On the place of Gilbert Chesterton in English letters, Londres, Sheed & Ward, 1940, 84 pp.). Es una colección de 64 ensayos (la edición original es The glass walking-stick and other essays: from the Illustrated London news, 1905-1936, con prefacio de Arthur Bryant, editado por Dorothy Collins, Londres, Methuen & Co. Ltd., 1955, x + 190 pp.), algunos de los cuales han sido de los más celebrados: "El campamento y la catedral", "El aspecto religioso de la abadía de Westminster", "El objetivo religioso de la educación", "La filosofía de las islas", "Sobre los días de fiesta", "La santidad de los lugares", "La paradoja andante", "El bastón de vidrio", "Poesía en acción", "Sobre el cristianismo", "San Jorge por Inglaterra", "Arquitectura barroca y gótica", "Los derechos del ritual", "La vida interior", "Defensa del verso heroico", "Sobre el verdadero artista", "Sobre el ensayo", "Cómo escribir una novela de detectives", "Humorismo", "La ficción como alimento", "Las dos caras del espejo", etcétera. 

 9Véase ¿Estamos de acuerdo? Un debate entre G. K. Chesterton y Bernard Shaw con Hilaire Belloc como moderador, traducción de Rafael Menjívar, México, Universidad Autónoma Metropolitana, 1997 (Pez en el Agua, 5. Serie Debate), 52 pp. Para valorar la vigencia del ideario distributista de Chesterton, véase Distributist Perspectives. Essays on the Economics of Justice and Charity, con una introducción de Fr. Lawrence Smith, Norfolk, ihs Press, 2003, 96 pp., que es una recopilación de los principales pensadores de la escuela distributista inglesa que en la década 

de los veinte y los treinta articuló una visión humana de la vida económica y social basada en la doctrina social de la Iglesia. Subtitulado "Ensayos sobre la justicia y la caridad de la economía", incluye ensayos de Hilaire Belloc, G. K. Chesterton, George Maxwell, Harold Robbins, Card. Herbert Shove, H. J. Massingham y Eric Gill. Este primer volumen de escritos distributistas sirve como introducción a las profundas y coherentes posiciones del distributismo sobre problemas como la naturaleza del trabajo, el papel central que desempeña la tradición, los peligros de la industrialización y la importancia de la familia y del Estado en la distribución amplia de la propiedad productiva. Además, incluye el llamado Manifiesto distributista redactado por Arthur J. Penty para la Liga Distributista en 1937 (un año después de la muerte de Chesterton) y ofrece una primera mirada al material que, de manera persuasiva y seria, cimentó una crítica a la modernidad por parte de algunas de las mentes católicas más egregias de la Inglaterra del siglo xx. 

 10The ballad of the White Horse, Londres, Methuen & Co. Ltd., 1911, xviii + 182 pp. Y de ese mismo año, la edición estadunidense: The ballad of the White Horse, Nueva York, John Lane Company, 1911, xvii + 132 pp. Existe una versión más reciente y profusamente comentada por Bernardette Sheridan, ihm (Congregación de las Hermanas Siervas del Inmaculado Corazón de María [Congregation of the Sisters, Servants of the Immaculate Heart of Mary] de Scranton, Pennsylvania, fundada el 10 de noviembre de 1845 en Monroe, Michigan, por Theresa Maxis Duchemin, ihm, y Louis Florent Gillet, cssr), religiosa que durante más de treinta años estudió la circunstancia histórica y la construcción poética de este poema épico: The ballad of the white horse, ilustrado por Robert Austin, edición, prólogo y notas de la hermana Bernadette Sheridan, 10ª. ed., San Francisco, Ignatius Press, 2001, xliii + 231 pp. Incluye referencias bibliográficas (pp. 225-231). Publicado previamente en Detroit, Marygrove College Press, 1993, aunque la primera versión es de 1950: The ballad of the White Horse, edición preparada por la hermana Mary Bernadette, el hermano John Totten y el hermano George Schuster, ilustrado por Addison Burbank, Kirkwood, Catholic Authors Press, 1950, 154 pp.

 11Collected Poetry, Part I, San Francisco, Ignatius Press, 1994, 608 pp., editado por el docente retirado Aidan Mackey, quien también grabó con su voz en dos cassettes el poema La balada del caballo blanco y es autor del libro Mr. Chesterton comes to tea; or, How the King of England captured Redskin Island, para acompañar dieciséis bocetos a lápiz de G. K. Chesterton; con un ensayo introductorio de Chesterton como artista por Richard Ingrams, Bedford, Vintage Publications, 1978, 56 pp. 

 12The collected poems of G. K. Chesterton, con una introducción de Daniel B. Dodson, Nueva York, Dodd & Mead, 1980, xv + 391 pp. A diferencia de la edición de 1932 (véase nota 23), contiene los mismos apartados ("Nuevos poemas", "La balada de Santa Bárbara", "Poemas", "Vino, agua y canción", "La balada del caballo blanco", "El caballero indómito") más una sección que se llama "Miscelánea".

 13Greybeards at play: literature and art for old gentlemen. Rhymes and sketches, Londres, R. Brimley Johnson, 1900, ix + 102 pp. Treinta años después apareció la edición Greybeards at play, Literature and art for old gentleman, Londres, Sheed & Ward, 1930, xi + 102 pp. Una reedición de este libro vio la luz de la imprenta casi tres cuartos de siglo después de la original de 1900: Greybeards at play and other comic verse, editado por John Sullivan, Londes, Elek, 1974, 108 pp. Este libro está inspirado y dedicado a Edmund Clerihew Bentley (E. C. B., 10 de julio de 1875_30 de marzo de 1956), quien es recordado más por ser el creador de cierto tipo de versificación (una estrofa breve de cuatro versos, que es conocido como el verso clerihew), una especie de haikú inglés pero fundamentalmente humorístico. Nacido en Londres, Bentley trabajó como periodista en diversos diarios, incluyendo el Daily Telegraph. Su novela detectivesca Trent's Last Case (1913) fue sumamente apreciada. El éxito de novela le inspiró —23 años después— la secuela Trent's Own Case (1936). Algunos de sus libros han sido reimpresos por la casa editora House of Stratus (http://www.houseofstratus.com/). Véase E. C. Bentley, Clerihews complete, ilustrado por G. K. Chesterton, Victor Reinganum y Nicolas Bentley, Londres, W. Laurie, 1951, 226 pp. Dos ejemplos de clerihew son: "The art of Biography/ Is different from Geography./ Geography is about maps,/ But Biography is about chaps"; y "John Stuart Mill,/ By a mighty effort of will,/ Overcame his natural bonhomie/ And wrote Principles of Economy". 

 14The Wild Knight and other poems, Londres, Grant Richards, 1900, viii + 153 pp. Catorce años después apareció la versión más conocida, con algunos poemas adicionales: The wild knight, 4ª ed., Londres, Dent; Nueva York, Dutton, 1914, xii + 156 pp. Varios de estos poemas adicionales están tomados de las publicaciones periódicas Outlook y Speaker

 15Poems, Londres, Burns & Oates Ltd., 1915, viii + 156 pp.; no confundir con otra muy breve antología con el mismo título: Poems, Londres, E. Benn, 1925 (The Augustan Books of Modern Poetry. Primera Serie), 31 pp., ni tampoco con una plaqueta muy anterior: Poems, Nueva York, Alfred Bland, Gerald Gould, Paul R. Reynolds, 1907, 8 pp. 

 16Wine, water and song, Londres, Methuen, 1915, 63 pp. A excepción de "The good rich man" y "The song of the strange ascetic", los demás poemas provienen enteramente del libro The flying inn (véase The flying inn, Nueva York, John Lane Company, 1914, 320 pp.). Otra edición es Wine, water and song, 13a. ed., Londres, Methuen & Co. Ltd., 1924, 63 pp. 

 17La hostería volante, traducción de Mario Pineda, Barcelona, Argos, 1942 (Carabela, 2), 296 pp., y es la que aparece en el tercer tomo de sus Obras completas en español: Obras completas, Barcelona, José Janés, 1952, t. III (Los Clásicos del Siglo XX), 1,651 pp. La edición más reciente Perla Krauze, Huellas # 72 Bis, agua tinta, 30 x 30 cm, 2004 

en español es La taberna errante, prólogo de Santiago Alba Rico, traducción de Tomás González Cobos y José Elías Rodríguez, con la colaboración de Ione B. Harris y Jonathan Glave, Madrid, Acuarela Ediciones, 2004 (Novela Foca, 14), 346 pp. 

 18The ballad of St. Barbara and other verses, Londres, C. Palmer, 1922, vii + 83 pp. Otra edición: The ballad of St. Barbara and other verses, Nueva York, G. P. Putnam, 1923, viii + 85 pp. 

 19The Queen of the Seven Swords, Londres, Sheed & Ward, 1926, 49 pp. Acerca del catolicismo en Chesterton y de su vocación mariana, véase Yves Denis, Paradoxe et catholicisme, París, Belles Lettres, 1978, 479 pp.; Ian Turnbull Ker, The Catholic revival in English literature, 1845-1961: Newman, Hopkins, Belloc, Chesterton, Greene, Waugh, Notre Dame, University of Notre Dame Press, 2003, ix + 231 pp.; Gregorius D. Hesse, An introduction to the theology of Gilbert Keith Chesterton, Roma, Pontificia Studiorum Universitas a S. Thoma Aq. in Urbe, 1991, 93 pp.; y sobre todo James Mary Keane (1901-1975), The mariology of G. K. Chesterton's poetry, Roma, International Marian Commission, 1952, 29 pp. Poco después de su conversión al catolicismo apareció una muy interesante antología de su pensamiento: A Chesterton Catholic anthology, compilada y editada por Patrick Braybrooke, con una presentación de Owen Francis Dudley, Nueva York, P. J. Kenedy, 1928, xvi + 110 pp. También puede verse la antología de lírica religiosa inglesa de Alberton Castelli, Liriche religiose inglesi, Brescia, Morce-lliana, 1948, 258 pp.

 20Gloria in profundis, con grabados de Eric Gill, Londres, Faber & Gwyer Limited, 1927, 4 pp. Otra edición: Gloria in profundis, Nueva York. W. E. Rudge, 1927, 5 pp.

 21Ubi ecclesia, con dibujos de Diana Murphy, Londres, Faber & Faber, 1929 (The Ariel Poems, 21), 13 pp. Es interesante mencionar que la esposa de Chesterton, Frances Blogg, también incursionó en la poesía, quizás animada e inspirada por los poemas católicos de su marido: véase Lux mundi, s/p, 1933, 3 pp.

 22The Grave of Arthur, dibujos de Celia Fiennes, Londres, Faber & Faber, 1930 (The Ariel Poems, 25), 3 pp. El tema del rey Arturo lo trata en otro poema que aquí incluimos (G. K. Chesterton, "The Myth of Arthur", en The Best Poems of 1922, selección de Thomas Moult, con dibujos de Philip Hagreen, Nueva York, Harcourt, Brace and Co., p. 112); y en otro más llamado "La balada del rey Arturo" que aparece en The Queen of the Seven Swords, Londres, Sheed and Ward, 1926, pp. 15-17 (pp. 26-31 de la edición en español: La reina de las siete espadas, traducción de Clara Petty de Saravia, edición bilingüe, con una carta-presentación de Leonardo Castellani, titulada "Traducciones", Buenos Aires, Plantín, 1951). 

 23The turkey and the Turk, ilustrado por Thomas Derrick, Ditchling, St. Dominic's Press, 1930, 116 pp.; edición de 100 ejemplares en papel Batchelor hecho a mano en julio de 1930. Este diálogo escénico también se incluye en el tomo 11 de sus obras completas en inglés: The collected Works. Collected Plays and Chesterton on Shaw, vol. 11, editado por George J. Marlin et al., compilado por D. J. Conlon et al., San Francisco, Ignatius Press, 650 pp., e incluye sus controversias con George Bernard Shaw (quien se refería a gkc como a un genio colosal). Muchos escritos de este volumen aparecen por primera vez en forma de libro. Entre sus obras escénicas se incluyen: El caballero indómito, Magia, El juicio del Dr. Johnson, El pavo y el turco, y La sorpresa. Entre sus escritos sobre Shaw aparecen aquí: "¿Estamos de acuerdo?" (un debate), "Cómo encontré al superhombre", "Discúlpeme, yo soy Shaw" y "Postrer saludo al último socialista". 

 24The collected poems of G. K. Chesterton, Nueva York, Dodd, Mead & Company, 1932, 391 pp.; The collected poems of G. K. Chesterton, 5a. ed., Londres, Methuen & Co. Ltd., 1936, vii + 403 pp. Las secciones de este libro indican claramente su contenido: "Nuevos poemas", "La balada de Santa Bárbara", "Poemas", "Vino, agua y canción", "La balada del caballo blanco" y "El caballero indómito".

 25Millicent duque de Sutherland (1867-1955),Wayfarer's love, Westminster, A. Constable, 1904, 78 pp.; Poems, Nueva York, Paul R. Reynolds, 1907, 8 pp.; Eyes of youth, Londres, Herbert & Daniel, 1911, [iii]-xvi, 95 pp.; Naomi Gwladys Royde-Smith, Poets of our day, Londres, Metheun, 1908, xxiv + 279 pp.; Patrick Braybrooke, A Chesterton Catholic anthology, prólogo de Owen Francis Dudley, Nueva York, P. J. Kenedy, 1928, xvi + 110 pp.; Edgell Rickword, Scrutinies by various writers, compilado por Edgell Rickword, Londres, Wishart & Company, 1928, ix + 196 pp.; Christmas poems, Londres, Burns, Oates & Washbourne, 1929, 16 pp.; Royal Society of Literature, The eighteen-eighties, Cambridge, The University Press, 1930, xxviii + 271 pp.; Thomas Moult, Best poems of 1930, Nueva York, Harcourt, 1930, 100 pp.; G. K. Chesterton. Poems Selections, Londres, Benn, 1936 (Benn's Augustan Books of Poetry, 8), 30 pp. Ya en 1911 había escrito un prólogo a una antología de poetas jóvenes: Eyes of youth: a book of verse, antología de los siguiente autores: Padraic Colum, Shane Leslie, Viola Meynell, Ruth Lindsay, Hugh Austin, Judith Lytton, Olivia Meynell, Maurice Healy, Monia Saleeby y Francis Meynell; con cuatro poemas de juventud de Francis Thompson; presentación de Gilbert K. Chesterton, 2a. ed., Londres, Herbert & Daniel, 1911, 95 pp.

 26The man who was Chesterton; the best essays, stories, poems and other writings of G. K. Chesterton, compilada por Raymond T. Bond, Freeport, Books for Libraries Press, 1970 [1937], xi + 801 pp. 

 27Maisie Ward fue una gran activista católica que escribió la biografía más completa y exhaustiva poco después de morir Chesterton, la cual, junto a las de Emil Cammaerts y de Joseph Pearce, constituyen los estudios más importantes para emprender cualquier investigación sobre Chesterton. Véase Maisie Ward (1889-1972), Gilbert Keith Chesterton, traducción de C. A. Jordana, Buenos Aires, Poseidón, 1947 (Biografías de Ayer y de Hoy), 514 pp. (la edición original es Gilbert Keith Chesterton, Nueva York, Sheed & Ward, 1943, xv + 685 pp.). De Maisie Ward véase también Return to Chesterton, Nueva York, Sheed and Ward, 1952, 336 pp. También Emile Cammaerts, The laughing prophet; the seven virtues and G. K. Chesterton, Londres, Methuen & Co. Ltd., 1937, xi + 243 pp. Y de Joseph Pearce, Wisdom and Innocence: A Life of G. K. Chesterton, San Francisco, Ignatius Press, 1994, 536 pp. (existe traducción al español: G. K. Chesterton. Sabiduría e inocencia, traducción de Carmen González del Yerro Valdés, Madrid, Encuentro, 1998 (Ensayos, 109), 601 pp.). Sobre la vida y la obra de Maisie Ward véase su autobiografía: To and from on the earth: the sequel to an autobiography, Londres, Nueva York, Sheed and Ward, 1973, 176 pp. Y para un estudio más reciente y muy bien documentado sobre ella, véase Dana Greene, The living of Maisie Ward, Notre Dame, University of Notre Dame Press, 1997, xii + 255 pp. 

 28G. K. Chesterton, The coloured lands, edición e introducción (pp. 9-16) de Maisie Ward, ilustrada por el autor, Nueva York, Sheed & Ward, 1938, vii + 9-238 pp. Incluye poemas como "Ballade of kindness to motorists", "Ballade of the grotesque", "A song of wild fruit", "Ballade of the tea-pot", "Ballade of dead men", "Ballade of a stoic" y su inefable ensayo "Plakkopytrixophylisperambulantiobatrix".

 29The spirit of Christmas: stories, poems, essays; selección y edición de Marie Smith, Londres, Xanadu, 1984, 96 pp. La misma edición apareció en Nueva York bajo el sello Dodd & Mead: The spirit of Christmas: stories, poems, essays, selección y edición de Marie Smith, Nueva York, Dodd & Mead, 1985, 96 pp. Además de los escritos en prosa "A child is born", " Sausages and stars", "The inn at the end of the world" y "A feast of fools", contiene los poemas "The turkey and the Turk", "The spirit of Christmas" y "Gloria in profundis".

 30Collected nonsense and light verse, selección y edición de Marie Smith, Londres, Methuen, 1988, (Methuen Humour Classic), 1987, xiii + 177 pp. 

 31Poems for all purposes: the selected poems of G. K. Chesterton, edición e introducción de Stephen Medcalf, Londres, Pimlico, 1994, 223 pp.

 32La reina de las siete espadas, traducción de Clara Petty de Saravia, edición bilingüe, con una carta-presentación de Leonardo Castellani, titulada "Traducciones", pp. 7-11, Buenos Aires, Plantín, 1951, 90 pp. Se trata de una versión deficiente y, en algunos casos, muy libre. Este libro fue publicado originalmente en 1926, pero Castellani asegura que en el tercer verso del poema titulado "Santiago de España" ("La roca de Mahoma fue lanzada, y aplastó viñas y estatuas") se intuye "la alusión conjunta a la España roja, la España de Franco y la España sarracena, todo en uno" (sic), p. 11. La traducción adolece también de imprecisiones y alteraciones del adjetivo que califica al sustantivo. El verso "And the Lord was rolled in the thunder, like the Bible in the plaid" la traductora lo traslada al español de la siguiente manera: "Y el señor fue arrollado en el trueno, como la Biblia en el plaid" (p. 83; el "plaid" es una manta escocesa); o estos dos versos del poema titulado "The Black Virgin" y que Clara Petty tradujo como "La moreneta", que demuestran la impericia para comprender el inglés: "From low Lancastrian or South Saxon shelters" (la traducción dice: "Desde cobachas South o del Lancaster") y la mayor joya de esta pobre traducción: "Ghost of our land, White Lady of Walsinhame" (que ella traduce así: "Blanco fantasma nuestro en Wálsingham", p. 61). No se requiere mayor comentario para cualquiera que medianamente comprenda la lengua de Shakespeare, Poe y Pound.

 33Lepanto y otros poemas. Poemas escogidos, edición bilingüe, traducción de José Julio Cabanillas, Enrique García-Máiquez, Luis Alberto de Cuenca, Julio Martínez Mesanza, Regla Ortiz y Francisca Delgado, introducción de Enrique García-Máiquez, Sevilla, Renacimiento, 2003 (Poesía Universal, 10), 117 pp.

 34Old Noah: song, letra de G. K. Chesterton, música de Joseph Batten, Londres, Boosey & Hawkes, 1953, 1 partitura, 7 pp., canciones p/piano y voz; The Christ-child lay on Mary's lap: para sbat (sin acompañamieto), música de John Bradley, letra de G. K. Chesterton, Londres, Novello & Company, 1973, 1 partitura, 4 pp.; The world's desire: a Christmas carol, para sbat (sin acompañamieto), música de Donald Cashmore, letra de G. K. Chesterton, Londres, Novello & Company, 1962, 1 partitura, 4 pp.; A Christmas carol: para sbat, Alastair música de Cassels-Brown, letra de G. K. Chesterton, Nueva York, H. W. Gray Co., 1963, 1 partitura, 4 pp.; The rolling English road, música de Dudley Cohen, letra de G. K. Chesterton, Londres, Sidney Bron Music Co., 1969, 1 partitura, 4 pp.; The wise men: para sbat y piano, música de Frank Daunton, letra de G. K. Chesterton, Londres, Schott & Co., 1967, 16 pp.; The ballad of the white horse: para sbat, coro y orquesta con opción de barítono solista, op. 40, poema de G. K. Chesterton, musicalizado por John Gardner, partitura vocal, London, Stainer & Bell, 1961, 1 partitura, 86 pp.; The rolling English road, música de Norman Gilbert, letra de G. K. Chesterton, Londres, Alfred Lengnick & Co., 1961, 1 partitura, 7 pp.; Wine and water, música de Norman Gilbert, letra de G. K. Chesterton, Londres, Alfred Lengnick & Co., 1961, 1 partitura, 7 pp.; The donkey: canción, música de Harold Noble, letra de G. K. Chesterton, Londres, Graham Gill, J. & W. Chester, 1948, 1 partitura, 4 pp.; Wine and water: sap, música de W. H. Parry, letra de G. K. Chesterton, Londres, Oxford University Press, 1963, 1 partitura, 6 pp.; The donkey: unison song, música de Greta Tomlins, letra de G. K. Chesterton, South Croydon, Alfred Lengnick & Co., 1968, 1 partitura, 5 pp.; A Christmas carol, música de Malcolm Williamson, letra de G. K. Chesterton, Londres, Josef Weinberger, 1965, 1 partitura, 5 pp.; The Christ-child lay on Mary's lap, canción navideña para voces unísonas y piano, música de Arthur Wills, letra de G. K. Chesterton, Londres, Novello & Company, 1966, 1 partitura, 4 pp.; Hymn of dediation: para sbat con acompañamiento de órgano, música de William Wordsworth y letra de G. K. Chesterton, Londres, Alfred Lengnick & Co., 1947, 1 partitura, 19 pp.; The Christ-child lay, op. 136a, música de John Joubert, texto de G. K. Chesterton, Londres, Novello, 1996, 1 partitura, 4 pp. 

 35Dámaso Alonso et al., Antología de poetas ingleses modernos, introducción de Dámaso Alonso, Madrid, Gredos, 1962 (Antología Hispánica, 18), 306 pp. Contiene poemas de T. Hardy, R. Bridges, G. M. Hopkins, A. E. Housman, R. Kipling, W. B. Yeats, G. K. Chesterton, D. H. Lawrence, R. Brooke, T. S. Eliot, R. Campbell y W. H. Auden. De Chesterton incluye "Un trozo de tiza" y "El secreto de un tren". Previamente estos poemas habían sido publicados en La hora XXV al servicio del médico (Revista de entretenimiento), núm. 13, Barcelona, Lye, abril de 1958, 150 pp.

 36Pastor Díez, Nuestra Señora de la poesía: grandes poetas del siglo XX cantan a María, Buenos Aires, Gram, 1980, xviii + 365 pp. 

 37"Lepanto", en Entregas de Poesía, núm. 3, Barcelona, 1953, 4 pp. 

 38Catorce años después de que apareció su divertimento Barbagrís en escena, Chesterton escribía el prólogo a un libro que podría ubicarse en la misma línea que su fábula satírica: véase Æsop's fables, a new translation by V. S. Vernon Jones, con una introducción de G. K. Chesterton e ilustraciones de Arthur Rackham, Londres, William Heinemann, 1912, xxix + 223 pp.

 39Ramiro de Maeztu, Defensa del espíritu, Madrid, Rialp, 1958 (Biblioteca del Pensamiento Actual, 84), 339 pp.