Testimonio iberoamericano de la heterografía,
o nuevo diálogo de la lengua global

* Lilia Granillo Vázquez

Personae

Canadá: una mexicana de Quebéc que certifica ong latinoamericanas

México: una suiza en la ciudad de México que asesora al rector de la unam

Inglaterra: una canadiense en Warwick, traductora de lenguas oficiales (inglés, español y francés) para los debates ginebrinos de la International Standars Organization (iso)

Espacio: icq, internet, Planet online, el mundo

Tiempo: primera semana de febrero de 1999

Canadá: ¿Recuerdan que el año pasado en Zacatecas Gabriel García Márquez, durante la inauguración del esperado Primer Congreso Internacional de la Lengua Española, lanzó "Una botella al mar"... para el dios maya de las palabras?

México: ¡No me digas que ya llegó la respuesta! Lo sabía. ¡Intuición femenina! Se trata de la Real Academia, ¿no? Más leña para Letras Libres y los herederos del otro Premio Nobel. Sabes que los discípulos de Paz están embarcados en el debate de los derechos nominalistas de los nacidos en la ciudad de México. ¡Cómo se les ocurre a los del drae llamarlos chilangos! Los del DF insisten en que son capitalinos, tal vez defequeños, como dicen los albureros. Menos chilangos, ¿lo oyes? Primero muertos que llamarse según norma de los gachupines. Nunca, nunca, nunca, como dice la canción, el nacionalismo ilustrado, independentista, nacionalista, porfirista y revolucionario, la sangre mestiza, puesnnnn, la raza cósmica permitirá que les digan chilangos. ¿No se acuerdan —o no saben, los muy ignaros— de las pintas en las bardas de Torreón o de Monterrey, allá en el norte? Aquellas que gritaban: "Haga patria. Mate un chilango". ¡Ay, estos académicos! Siempre en las alturas… Por Dios, se necesita ser ciego, sordo y mudo para no darse cuenta del México profundo, del México bronco.

Canadá: Oye, a ti ya te está afectando vivir en la capital azteca. Hablo como los noticieros europeos. Ya estás muy violenta, se te está pegando el nacionalismo ramplón: ¡Viva México, cabrones! No seas boba, ¿a quién le importan los remilgos de los ex aztecas? Son puro folclor. Te falló la intuición. De seguro los privilegios de género están cediendo ante la globalización. Si ya hay sexo cibernético, ¿por qué no habría de convertirse en global la intuición? Aunque pensándolo bien, ¿no fue por las protestas toltecas que el Primer Congreso de la Lengua, el que iba a hacer Antonio Alatorre en la ciudad de México, con ayuda del Cervantes, allá por 1992, se canceló? ¿Y no publicó Proceso las sospechas de que Salinas, cuya calva prosapia me recuerda a cierto tipo de presidentes del Consejo de Indias, le dio línea al sabedor de las letras de El Colegio de México para cancelar un acto eminentemente erudito, nada político? En fin, adivinaste en que se trata de la Real Academia de la Lengua.

 
 
Inglaterra: ¡Ey! ¡Ey!, cuidadito con los mexicanos. ¿No han leído en "Los motivos del lobo", de Ruben Darío, aquello de "Hermano Francisco, ¡no te acerques mucho!", la respuesta del cánido a San Francisco de Asís, luego de que el "lobo probo, el lobo manso" viviera entre los aldeanos? No te creas que los ex aztecas no importan. Ni hablar del 92, ¿eh?, que los descubrimientos y encontronazos duelen todavía. Por acá, los comentarios en los pasillos siempre dicen: "Bueno, pues en América Latina las cosas son así y asá. Menos en México, claro. El caso mexicano es diferente…" Luego dicen: "Es que México ya tuvo su revolución…" Tantos quejumbres se convierten en protestas y luego la revolución se institucionaliza. Sin embargo, si no es por lo de los chilangos… ¡Ya, me lo imaginaba! ¿Así que Gabo, el hijo consentido del boom latinoamericano, sirve a los intereses de Bill Gates también? ¡Quién lo iba a decir!

México: Díganme, pues, qué pasa. Ustedes dos ya lo saben. Yo por acá a veces me siento aislada de la arena mundial. Con eso de la tan mentada neutralidad natal y aquello de que el respeto al derecho ajeno es la paz, pues pocas veces les entiendo. ¿De qué va este chateo? Hablen claro.

Inglaterra: Tiene que ver con la lengua, ¿no? Me acaba de escribir un e-mail una amiguita que está en Sevilla estudiando historia política de Iberoamérica y se le ocurrió decirme que el español tiene vida política y sufre conflictos de poder, lo someten a procesos de legitimación, es también instrumento de coerción y esas cosas. Como está embarcada en una lucha contra la violencia, pues dice que en la lengua española hay pobreza lingüística, violencia lingüística y marginación, explotación, usufructo y todo eso. ¡Una de esas profetas que miran el pasado! Se la pasa escribiendo historias para rubricarlas con un "Esto lo cuento para que no se le olvide a nadie y no vuelva a suceder jamás".

Canadá: ¡Una romántica, de seguro! ¿O será de aquellas que les da por ser pitonisas: "Te anuncio los malestares y las pérdidas que tal cuestión ha acarreado a la humanidad, para que consideres la historia, la transmisión del debate, antes de decidir ahora"? Bien, la noticia que recibí dice: "La Real Academia de la Lengua dará a conocer próximamente la reforma modelo 2000 de la ortografía española".1

Inglaterra: Lo dicho. Mi amiga está recuperando los debates sobre la ortografía española. En principio me pareció una tontería: ¿estudiar ciencia y mentalidad política para acabar hablando de Andrés Bello y su Agricultura de la zona torrida, un clásico latinoamericano que no sé por qué siguen enseñándoles a los niños; perdón: corrección política: "a los niños y a las niñas" en las escuelas? Por cierto que la tal Agricultura… no es un manual para campesinos, se trata de un poema larguísimo que pondera las bellezas de la tierra americana, las virtudes del paisaje americano a la manera de la contemplación europea.

Canadá: ¿Y por qué no le puso el tal Bello un título más adecuado como "¡Qué bonita es mi tierra!" ¿Qué era el bueno de don Andrés: mestizo, criollo (aclaración: creole no podía ser, no sería un clásico), peninsular, jesuita, dominico, inquisidor? Indio no era, estoy segura. Indio que alcance la categoría de clásico, pues sólo Benito Juárez, y eso porque se atrevió a comerse a un príncipe europeo.

Inglaterra: No, si el título de don Andrés es muy adecuado. Nuestra lectura es la incorrecta. Cuando lo leí fuera de tierras americanas, me di cuenta de que tras eso de Agricultura de la zona torrida se esconde un manual de procedimientos para la implantación de la calidad en una empresa, en la empresa de crear una nación. O, si se quiere, en la empresa del progreso americano tras la emancipación: la noción de arar la tierra, el significado profundo de labrar un territorio, de elegir los aperos de labranza, las semillas, los abonos para encauzar la cosecha y asegurar el fruto. Me pareció que cumpliría las normas iso de entonces, especialmente cuando se pensaba realizar injertos, trasplantar plantas y optimizar semillas… Las bellezas, las bondades y las excelencias fructíferas de América loadas por un nativo culto, refinado, neoclásico, y divulgadas en las décadas siguientes a 1810, tras las independencias latinoamericanas.

Canadá: ¡Ah! Ya caigo, una representación política mediatizada…

México: ¡Qué genial! ¿Una proclama política en un poema, un poema que se sigue leyendo como un mero deleite estético? Tengo que escribirle a mi amigo Jacques Gabayet, aquel que publicó La aparente inocencia de la historia, para informarle que le toca redactar La aparente inocencia de la lengua y la literatura. ¿Ya entiendes por qué lo siguen leyendo los niños y las niñas en las escuelas?

Canadá: Pues esta sevillana virtual asegura que el desarrollo de la lengua escrita es un reflejo de las grandes discusiones y conflictos en la creación de los Estados nacionales y hasta de los monárquicos. Hasta me mandó un artículo que apareció en El País la semana pasada donde se asegura que la monarquía hispánica nunca ha tenido política lingüística.

Inglaterra: ¿Que no ha tenido política lingüística? ¿A quién le conviene proclamar la carencia de la abundancia? ¿Cómo se te ocurre decir que una de las lenguas más importantes por número de hablantes, por calidad de territorio, por frutos premiados internacionalmente no ha tenido política de expansión, reprodución y explotación? ¿Y los excedentes? ¿Y nosotras? ¿En qué estamos hablando? ¿No tuvo algún día la monarquía hispánica algún mecanismo para que nosotras, no habiendo nacido entre sus vasallas, estemos ahora hablando en español? Bueno, bueno, ni qué decir del mercado de la lengua española, ahora que ha desplazado al ruso en los debates en iso. El intríngulis estará en las finanzas letradas, en la globalización de la expresividad y en la necesidad de lo local. ¡Que Dios guarde a la libertad de expresión en la sagrada hora de las monarquías!

México: Basta, basta, no exageren. La cuestión de autoridades parlantes ya está a resguardo con los derechos humanos. Me consta que la humanidad avanza, aunque sea a paso de tortuga. Yo respetaré ese paso, siempre y cuando no se convierta en paso de cangrejos, como los de los conservadores que trajeron al pobre de Maximiliano de Habsburgo (conste que no quería venir, que unos ingleses, otros franceses y otros españoles casi lo tuvieron que secuestrar, ¡eh!) a dizque gobernar a esta mezcla de indios con "andaluces y canarios", según la arenga antihispanista de Bolívar. Todavía me cuesta trabajo reírme cuando en las noches mexicanas, las fiestas de acá, repiten a coro el versito aquel de los fusilamientos:

    No te llamas Maximiliano.
    Acá te digo Maximilí,
    pues lo que tenías de ano
    lo vas a dejar aquí.

Y eso que nací en Suiza, región de cantones, multilingüe, zona de tráfico comercial, paraíso del narcodinero. Miren, creo que esto de reformar la ortografía ya no es decimonónico, ni hispánico, ni siquiera nacional, menos monárquico. Se me ocurre que estos cambios en la manera de escribir esta lengua bienamada apuntan hacia la creación del Estado global. Eso, eso, una lengua global. ¿Qué lengua, además del inglés, but of course, puede sustentar una identidad global? ¿Qué otras lenguas para el mercado global? Digo lenguas occidentales, porque ya verán que aunque el mercado sea global, clientes globales, consumos globales, pues va a haber en realidad dos globos cuando menos: uno occidental y otro oriental. Ni crean que la fuerza del mercado va a modificar las coordenadas norte-sur, oriente y occidente. ¿A poco creen que se van a globalizar los ojos rasgados, el doble párpado o los alfabetos —que no son alfabetos— de dibujitos exóticos, como les gustaban a los modernistas que se vestían con "chinescas batas de seda" según las crónicas? Ni hablar de las reverencias a Buda y las genuflexiones a Mahoma. ¿Quién osa imaginar que sustituirán a los Pasos de las hermandades en Sevilla, las visitas del papa a la Villa de Guadalupe, o los tours al Corcovado? ¿A quién estaremos amando con aquello de "Muero porque no muero…"? ¿Piensan en Buda, en Mahoma o en Cristo cuando escuchan la proclama "Y tan alta vida espero…"?

Inglaterra: ¿De qué hablas? ¿Piensan que la globalización tiene algo que ver con aquello de territorio, religión, etnia, pasado compartido y lengua? Después de todo, lo de territorio está resuelto con lo que decía McLuhan, otro profeta, lo de la aldea global, ¿o no? He oído que a los niños les dicen que la globalización tiene que ver con encontrar un McDonald's en cualquier lugar del mundo, a toda hora. Claro, los niños y las niñas le dan la bienvenida a la globalización.

 
 
México: Pues algunos creen que la globalización tiene que ver con que les regalen globos. ¡Como en la tele los que salen de firmar los tratados internacionales siempre se ven tan contentos…! Abrevien, que mi jefe ya no sabe cómo levantar la huelga que no es huelga, pues es de estudiantes y no de trabajadores, y los estudiantes tampoco lo son del todo… ¿o sí? Crisis de identidad global.

Canadá: Ya no interrumpan para que les pueda pasar la información:

    La reconocida lingüista [se dice el pecado, pero no el pecador] ha hecho llegar a este canal, con carácter de exclusivo, el documento que revela cómo se llevará a cabo dicha reforma. El programa tiene alguna inspiración, al parecer, en un plan quinquenal que alguien propuso para la germanización del inglés. Será, pues, una enmienda paulatina, que entrará en vigor poco a poco, para evitar confusiones.

Inglaterra: ¿Confusiones? ¡Qué ingenuidad! Discusiones, dirás discusiones, encuentros, debates, pura retórica y, lo que es peor, demagogia, palabrería, verborrea. ¿Así que los cambios se harán poco a poco? Igual que los del euro. Me escribió la tía Conso, Consolación, desde luego, para lamentarse: "Hija, ¿a dónde irán a parar mis pesetas? En la tele dicen `No se preocupen, nada cambiará, nada perderemos'." Como buena mexica, educada en la cultura de la confianza, le contesté: "¡Mira, tía, mejor te resignas y ya! En México todos sabemos que cuando se anuncia que no va a subir el precio de la leche o de las tortillas, y especialmente si empiezan a decir: `Por favor, que la gente sepa que el abasto es suficiente, que no es necesario hacer compras de pánico', hay que ir corriendo a gastarse lo que se pueda en leche en polvo antes de que se produzca el efecto de `vacas locas, ubres dolarizadas'."

¿Así que el cambio en la ortografía será poco a poco, para que nadie se dé cuenta, para que no haya ni espacio ni tiempo para protestar? Poco a poco y desde la virtualidad se construye la otra realidad, para aumentar la esquizofrenia global. Eso en México se llamaba sabadazo. Por ejemplo, si quisieran la huelga se puede levantar así. La policía entra en sábado a las instalaciones y como después de las dos de la tarde ya la población anda celebrando el fin de semana, pues ni quién las defienda. Un puñado de despistados a la cárcel, poca prensa y nada de ruido: desbandada general. Vox populi: "Palo dado, ni Dios lo quita".

Canadá: Sigo: "La reforma hará mucho más simple el castellano de todos los días. Pondrá fin a los problemas de ortografía que tienden trampas a futbolistas, abogados y arquitectos. Asimismo, hará que nos entendamos de manera universal quienes hablamos esta noble lengua".

México: ¿Y cuándo nos hemos quejado los hablantes del español de su dificultad, quién quiere vendernos la idea de que necesitamos que se vuelva "fácil el español de todos los días"? No me cabe duda de la nobleza de esta lengua. Y voy a dejar de bromear porque ya me estoy enojando. Dudo de la nobleza de algunos hablantes que confunden la autoridad social con la económica, lo político con lo cultural. Dudo de quienes osan eliminar la ñ de España, de quienes cambian los nombres de los países, de las personas, de sus derechos, de los que escriben México con j. Como dice mi amiga Ruth, la madrileña: ¿qué será de nuestra lengua sin la ñ ? ¿Las dos palabras más importantes para nosotros, cono y Espana, toda grandeza sonora reducida por la desnudez del tilde?

Inglaterra: No me digas. Pues como decimos en mi rancho: ¡ya apareció el pastel! Eso era lo que se traían entre manos con tantos congresos de la lengua y premios nobeles en español y portugués. Ya se me hacía muy sospechoso que hubiéramos ganado tan fácilmente el debate de los signos en las computadoras.

Canadá: ¡Uy! Todavía ni empiezan las reformas y ustedes ya están protestando. Sigo:

    De acuerdo con el expediente secreto, la reforma se introducirá en cinco etapas anuales, a saber:

    1. Supresión de las diferencias entre c, q, s, z y k.

    Komo despegue del plan, todo sonido parecido al de la k (este fonema tiene su definición téknika lingüístika, pero konfundirá mucho si la mencionamos akí) será asumido por esta letra.

    En adelante se eskribirá: kasa, keso, Kijote.

    También se simplifikará el sonido de s en este úniko signo. Kon lo kual sobrarán la c y la z:

    El sapato de Sesilia es asul.

    Desapareserá la doble c y será reemplasada por x:

    Tuve un axidente en la Avenida Oxidental.

    Grasias a esta modifikasión los españoles no tendrán ventajas ortográfikas por su estraña pronunsiasión de siertas letras.

México: No puedo más. Te interrumpo. ¿Cómo que se derriba así nomás el prestigiante ceseo? Digo, que se acabará el ceseo, porque no me imagino a los más de 300 millones de hispanohablantes dejando todo el espacio y el tiempo que ahora ocupa la mestiza s sibilante, a la reprimida z peninsular. ¿Crees que se imponga la fonética española? ¡Ni soñarlo! Eso de retener la lengua atrapada entre los dientes, uso de la península, apenas la utiliza diez por ciento de hablantes. No se te olvide que siguen ceseando unos treinta millones de españoles, o sea nacidos en España, puesto que los hispanoparlantes extramuros peninsulares rebasan los 300 millones de hablantes. Seguro que ganará la rumbosa exhalación de las Silvas americanas.

Y ya poniéndonos a defender la lengua común, pues hay cambios imposibles ("España, aparta de mí este caliz"), por no decir impasables ("¡No pasarán!") o impensables (Me llamo Rigoberta Menchú, y así me nació la conciencia), ¿a quién se le ocurre escribir Quijote con k? Miren la escritura. ¿Les dice algo? Creo que Corominas aceptaría Quixote, con x intermedia, pero con k nunca. ¿Renunciar a la prosapia latina de la q por la bastardía germana de la k? ¿Canonizar una incorrección?

Inglaterra: Y detrás del rechazo de los etimólogos, vendría el de la plebe mexica. Piensa en Coatlinchán, en Quetzalcóatl, en Querétaro, caramba. Nunca admitirán escribir esas palabras con k. Costó tanta sangre, sudor y lágrimas latinizar el náhuatl, para que ahora vengan con sus necedades de germanizar el español. ¿Y los programas de alfabetización? ¿Y la cantidad de analfabetos funcionales que existen en los países de habla española, incluida la otrora Madre Patria? ¿A quién le interesará que sigan así, de iletrados?

México: Y a ti, ¿quién te contó esto? Digo, me extraña que digan que los españoles tiene "ventajas por su extraña pronunciación", y ahora resulta que con germanizar la ortografía, o sea con adoptar los sistemas del norte para los productos del sur, se acaban las ventajas. ¿A quién le importa que una pronunciación, otrora extraña, se vuelve entrañable? ¿Desde qué universo lingüístico se consideran ventajas, o sea situaciones ventajosas, las diversidades fonéticas?

Inglaterra: Ahora caigo. Por eso me contaba mi amiga Carmen, la profesora de instituto que trabaja en Galicia, del descontento ante la Lorgse (vulgo Ley Orgánica del Sistema Educativo) que mandaba que los profesores no perdieran el tiempo enseñando ortografía. Y eso de los germanos. La que está en préstamo temporal en Sevilla me contó que trabajando en el Archivo de Indias descubrió una solicitud, de 1570, al rey para que mandara un visitador a Las Indias, pues algunos clérigos no parecían españoles sino que se portaban como si fueran germanos. Textual, ¿eh? Claro, Felipe II respondió mandando a un curita que se apresuró a realizar el primer auto de fe y a institucionalizar la Inquisición. Me estoy saliendo del tema.

Canadá: Ni tanto. "Germanizar el español en el año 2000", "Trasladar la Inquisición por conductas germánicas". Suenan a conflictos de poder actualizados. Hubo un tiempo en que cualquiera sabía que —como decía mi abuelita, la que nació en Granada— "los bárbaros venían del norte y del oriente". Eran los tiempos de la caída del Imperio romano.

México: Pues mientras contesta la sevillana insólita, termina de leernos los cambios anunciados. Vamos ganando tiempo a la lentitud, a cambiar el "poco a poco", por el "en seguida". Sigan ustedes chateando, voy a ver qué pasa con la huelga y los estudiantes.

Canadá: Ahora que ya se fue la de México, déjame decirte que a ella esto de la ortografía la pone frenética, porque entre los que esperan al Quinto Sol escribir bien es motivo de orgullo. Dice la sevillana en préstamo que por allá cada cual habla como le da la gana, que hablan en el teatro con los del espectáculo, que gritan mientras en los foros alguien canta, que dicen "salú", "mire usté" y "chiquiá", y que no les da vergüenza hablar tan mal. Que en eso son muy simpáticos, salvo cuando llega uno de Madrid. Entonces se ponen serios y rígidos, cosas del centro y la periferia. Por acá se nota una relación entre tu capacidad de sociabilizar y tu corrección expresiva. Dicho en otras palabras: en México tu movilidad social puede depender de tu buena o mala educación lingüística. O sea que hablar bien es fuente de poder. Los políticos de pueblo siempre le dicen a sus secretarios: "Oiga, don Procopio, tráigase al profe para que me escriba esa carta".

Un naco puede dejar de ser naco cuando toma clases de oratoria o contrata a una profesora de español. Naco es un mexicanismo. Sospecho que mis profesores del Colegio Madrid me corregirían: barbarismo. Los de la Academia Hispanoamericana de las lenguas dirían neologismo. Naco en México todavía no tiene que ver con narco, ¿eh? Más bien es un apócope de nuevo rico, guarachudo, indio aspestoso, lépero, muerto de hambre y lo demás que suene a populachero, todo lo que repudia un mexicano decente.

En realidad los nacos son buena onda para la cultura: la mayoría le paga a un escritor desocupado, ex marista o ex jesuita para que le escriba los discursos del 16 de sepiembre, los de "Viva México y mueran los gachupines".

Inglaterra: Oye, oye, el famoso Grito ya no se da así. Algo avanzaron los chichimecas. Hace unos años se dieron cuenta de lo contradictorio que era gritar en lengua española "Mueran los gachupines" desde tierra nahuatlaca, para proseguir a tocar unas campanas como las de Santa María de Carmona, cerca de Sevilla, y luego dar unas cenas que recuerdan los saraos de la virreina. Ya no dicen "Mueran los gachupines". Ahora se grita "Mueran los gachupines y las gachupinas", para estar acordes con la moda de la igualdad de oportunidades. No, es broma. Lo cierto es que ya no se grita "Mueran los gachupines". No se exalta el resentimiento, se exalta a los héroes de la nación. Sospecho que los tarahumaras dirán "¿la nación de quién?" Pero eso es otra historia, como diría Vox populi.

Canadá: Mira, la verdad es que aprovecharon la coyuntura de la muerte del generalísimo. Verás que allá, por las calles de Independencia y General Prim, estaba la República en el exilio, pues los republicanos se unían al grito contra las gachupines —o sea, los malos españoles— y por eso se prolongaba aquello. Pero como dice el castisísimo refrán: "Muerto el perro, se acabó la rabia". Allá por 1975 se acabó lo de los gachupas. Pero volvamos a la ortografía.

Inglaterra: Nunca la hemos dejado, ¿te fijas? Y no sé cómo acabamos siempre hablando de política.

Canadá: Antes de mostrarte las otras cuatro propuestas de modificación para la germanización del español, te comento algo acerca de la insistente s. Si se va a acabar con las diferencias entre el sonido de cs como en Occidente, para reducirlo a s, como en Osidente, ¿afectaría eso la división aquella del mundo? ¿Ganamos o perdemos los osidentales? Creo que perdemos. Por acá hay dos compañeras de la Madre Patria.

 
 
Inglaterra: Momento, momento. ¿Qué es eso de la Madre Patria? Recuerdo las clases de historia colonial en la Universidad Iberoamericana, en el barrio de Santa Fe, en el DF. Desde ahí aprendí que si eras peninsular, o sea nacido en la península, eras hijo de la Madre Patria, pero si no, si no eras español y sólo hablabas español, entonces, la Madre Patria dejaba de serlo. Más bien era como tu madrastra.

Canadá: No te salgas del tema. ¿Qué tiene eso que ver con la ortografía?

Inglaterra: Pues que "no es lo mismo ser hijo que entenado". Que si eres hijo, heredas; si eres hijastro tendrás que promover un juicio y avergüenzas al difunto y todos acaban por odiarte y preferir al legítimo, pese a que sea un legítimo hijo de ya sabemos quién. Y ni modo, los refranes y la sabiduría popular han sido elevados a la categoría de dogmas en Iberoamérica desde que el autor del ilustre Caballero de la Triste Figura, aquel manchego andariego, los convirtiera en lengua culta. ¿Cuestión de definiciones? ¿Nominalismo puro? No, cuestión de identidades: dime dónde naciste y te digo si eres culto o popular.

Canadá: Basta. No puedo avanzar en la exposición porque te la pasas confundiendo los términos. Estábamos hablando de Occidente. ¿Qué demonios es Iberoamérica? ¿Dónde está? ¡Cómo se te ocurre decir que los refranes son lengua culta! Todos sabemos que la sabiduría popular, o sea los refranes, son eso, populares, y lo popular, por definición, no es culto. Ni siquiera en política, mejor dicho, menos en política. Asómate a los partidos populares del mundo, y mira bien.

Acá entre nos, les confieso que me muero de ganas de que la entenada sevillana nos cuente cómo va allá la popularidad de los partidos. ¡Con lo guapo que era el Felipillo! El tiempo no pasa en vano. ¿No era sor Juana la que aseguraba que no resistiría "verse vieja"?

México: ¿Qué están diciendo de los pp? Ojo a la corrección política. Hay temas que ni se mencionan, ¿eh? No las puedo dejar ni dos minutos porque acaban peleándose. Tranquilas, tranquilas. El feminismo me ha enseñado, como dice mi amiga Lulú, que pelearse entre mujeres y en público es una incorrección política. Cuestión de estrategias. Dice Lulú que cuando trabajó en la Pérfida Albión con una Dama de Hierro un día en que las mujeres del partido de los cultos y correctos estaban de belicosas, los hombres se miraron con cierta complicidad y uno a uno fueron abandonando la sala del debate.

Como a Lulú, nacida en el oriente y al sur de la Pérfida, allá por las Jamaicas, le tocaba servirles café a los de la Calle del Amanecer Amaneciendo, los oyó decir: "¿Lo viste? Ya las pinches viejas se están peleando, déjalas que se maten entre sí. Vámonos a pescar tiburones". ¡Qué curioso! Acabo de platicarle esa anécdota a mi jefe y se fue feliz de la vida, dijo que era yo un genio. ¡Hombres! ¿Quién los entiende? Y políticos, menos.

Canadá: ¡La maremagnum o la marenostrum! Corrección política, estrategias, cuestión de identidad, ortografía. Sólo quiero hablar de Occidente y Osidente, ¡caray! Ay, perdón, se me olvidaba que el inocuo caray puede desatar los ánimos y lograr que la sangre hierva en algunos países de Latinoamérica. ¿Ven? Me voy enfureciendo poco a poco, antes del poco a poco de las transformaciones ortográficas. ¿Qué será del resto del mundo de habla hispana?

México: ¿Habla hispana? ¿Latinoamérica? Pues tú, ¿dónde vives, eh? Me parece que nos estás engañando virtualmente, aunque los madrazos nos lleguen efectivamente. ¿No sabes que ya no hay que decir Latinoamérica sino Iberoamérica? ¿Y que a menos que hables catalán, o de perdida el dulcísimo —y por lo mismo, inocuo— gallego, no puedes decir que eres del mundo de habla hispana? El mundo de habla hispana, para que te enteres, no se limita al castellano.

Inglaterra: ¡Qué dices! ¿Qué es eso de castellano? Eso se dejó de hablar hace años, es lengua muerta. El castellano trascendió Castilla y se convirtió en español. Cualquiera lo sabe. Nosotras hablamos español, no castellano. Congreso Internacional de la Lengua Española, fíjate bien, española. Eso es, lengua española, lengua que nació en España y de ahí conquistó, se impuso a otras comunidades lingüísticas… ¡Ah! Ya veo… ¿Sería eso lo que pospuso el Congreso de 1992?

Canadá: Y dale con el 92. Mira, cállate ya, porque la expósita sevillana dice que por allá no se andan con medias tintas como los aztecas. Que por las confusiones entre español y castellano allá ha corrido la sangre… Que no son puro "jarabe de pico", como los de acá, que allá los cobardes sí matan a los valientes. No nomás los dejan retóricamente "que se maten entre sí".

Inglaterra: Uy, qué barbaridad. Ya nos estamos metiendo en camisa de once varas. Ya me llegó la hora de confesar que sigo siendo mujer y que me da miedo meterme en pleitos ajenos. Mejor hablemos de cosas inocentes, de la ortografía, por ejemplo.

Canadá: Bueno, retomo el diálogo de las pérdidas entre Occidente y Osidente.

México: Occidente y Osidente, como los dos quedan frente al Oriente, pues son lo mismo, no puede haber pérdidas en la unidad. Si la polaridad es Ote Oce, pues no puede haber dos oces, siempre habrá uno. A menos que no sea bipolaridad, que sean coordenadas. Que haya cuatro puntos y no dos, o que la tal unidad sea virtual, ficticia, imaginaria. Miren, por ejemplo, ¿recuerdan que hace unos años se escribía mucho sobre la unidad de la lengua española? Pues no hay tal, no puede haberla ya que la lengua es de los hablantes y los hablantes son muchos, muchísimos. Es la tercera lengua occidental, de ahí su importancia.

Canadá: ¿Dijiste occidental u osidental? Porque tu permanencia en este foro depende de la identidad que se oculta tras la máscara de la s.

México: Digo Occidente. Todo mundo dice Occidente. Eso es lo correcto. Sólo algunos nacos y los viejecitos que jamás han salido de su pueblito, sea en Andalucía, en Catamarca o en Tzintzunzan, dirían Osidente. Yo lo aprendí en fonética: la comunicación oral tiende a simplificar la lengua, a no tomar en cuenta a los demás y a favorecer que cada quien hable como le plazca. Le plazca o le complazca, es lo mismo. A los provincianos y a los populacheros les place y les complace la simplicidad, y es más simple decir Osidente que decir Occidente. Fíjate bien, se llama economía lingüística.

Inglaterra: ¡Ya caigo! Economía: te pago menos y te exploto más. Eso, eso es lo que perdemos al abandonar la doble c, y asumir la ese. Y la bronca no es Oriente Occidente, es norte sur. Mira, dicen que se va a germanizar la ortografía española, ¿no? Argumentan que no quieren que los españoles tengan más ventajas por su extraña pronunciación. ¿Tendrá algo que ver con este principio de la sobrepoblación, de que ya no cabemos en el mundo y por eso hay que hacer en Latinohispanoiberoamérica, los digo todo para que nadie se me enoje, campañas de control de la población en tierras americanas, mientras que en tierras europeas se les dan premios a las madres que tienen hijos?

Canadá: No te entiendo ni jota. ¡Ay!, lo digo de nuevo: No entiendo ni jota. Aprovecho que todavía existe la jota, tal vez el año que entra ya la pobrecita ni respire.

Inglaterra: No, no lo acepto. Me acuerdo de la frase del dramaturgo mexicano que quitan y ponen de los libros del Siglo de Oro español, Juan Ruiz de Alarcón: "Los muertos que vos matáis, gozan de cabal salud". Eso me gustaría que les dijéramos a los reformistas de la ortografía dentro de unos años. Para mí está clarísimo el complot. Al germanizar el español se pretende volverlo artificialmente, no por uso ni decisión de los hablantes, más compacto, como si dijéramos reducirlo de tamaño. Date cuenta, para decir Occidente se emiten más sonidos, se mueven más músculos, se consume más energía que para decir Osidente.

México: Ay, creo que estás imaginando cosas. ¿Qué las palabras ocupan espacio y consumen energía?

Inglaterra: Niñas, atiendan. Trabajando acá con lo de las normas internacionales me doy cuenta de que el español es más voluminoso que el inglés o el francés. O sea que cuando traduzco 100 páginas del inglés al español, en español me quedan 130 páginas. Mis jefes a veces no entienden y me piden, como buenos norteños, nórdicos, casi vikingos, que me limite a las mismas 100 páginas para cumplir con lo de la igualdad de oportunidades. Tengo muchos problemas por eso.

México: Pues claro, por eso, por razones económicas hubo la bronca del cono y de la Espana. ¿Para qué poner una tilde, un signo extraño, en los teclados de las computadoras? Pues ahí creo que el tal Felipillo se vio bien: ¿cómo permitir que le quiten su seña de identidad, su marca de origen, nomás porque los rubios y barbados que vinieron del norte resienten el espacio que otro ocupa? ¿No me cuenten que ellos, los del norte, van a retirar los dos puntitos con que adornan la o?

Canadá: Pues ya me estoy dando cuenta de lo que están haciendo y me parece que no es sólo mi imaginación, sino más bien mi imaginario el que me permite darme cuenta del complot. Para tener acceso a los catálogos de algunas bibliotecas de España, o para realizar búsquedas, hay que teclear Espanha, en lugar de España. O sea que sus motores de búsqueda no reconocen la castísima eñe, mi amada ñ, de niña, de ñoño, de cariño. ¿No es la eñe el símbolo del Instituto Cervantes, no es ésta la única letra que singulariza la presencia del español en el mundo?

Ya me estoy poniendo melancólica, pero es que la ñ es muy poética. Y en último caso, ¿por qué voy a renunciar a ella? ¿Para darle paso a la o con dos puntitos? Pues si es cuestión de espacio, mejor que ellos ahorren y reduzcan; al fin y al cabo mi lengua se habla en todo el mundo, y hasta los hijastros y las hijastras, quienes tendrían motivo entrañable para dejar de hablarla, quieren aprenderla, cultivarse, educarse, renuncian a la vida fácil de la globalización barata para —como dijera fray Bartolomé de las Casas— abrazar la causa de la superación personal.

Ahí están los indígenas de Chiapas, orgullosos de su cultura bilingüe, exigiendo buenos profesores de español; ahí están los chicanos en Estados Unidos, cimbrando la Unión Americana desafiando la lengua oficial del Tío Sam. A qué llamamos "igualdad de oportunidades". ¿A que yo, lengua periférica, marginada, ajena al núcleo del céntrico inglés, renuncie a las tierras que son mías para que otros las ocupen? No puede ser que la humanidad tenga tan mala memoria, sea tan ignorante. ¿Quién, en pleno siglo xxi, no ha leído lo de la dialéctica del amo y del esclavo? Sólo a un loco se le ocurre ignorar que el esclavo triunfa a la larga y que el amo queda descentrado, fuera de sí. El esclavo libre, el amo enajenado.

Inglaterra: Oye, ya estás hablando como los que en el 92 fueron a recuperar el penacho de Moctezuma, o como los que les aguaron la fiesta de la Expo 92.

Canadá: Pues el escenario será diferente, pero el imaginario es el mismo. Se llama neocolonialismo. Como desde hace siglos ya se descubrió todo en el planeta y se vivieron los procesos de conquista, colonia e independencia en los territorios, ahora, dicen algunos, vamos a colonizar las mentes. Colonicemos las lenguas para que sólo expresen las realidades que nosotros queremos. Bueno, para exorcizar la melancolía de la pureza cervantina, sigamos leyendo las propuestas de cambio.

México: Dirás la ruta de la colonización. ¡Uf! No queda lo de la colonización, ahora hasta vamos a sentir nostalgia del almirante. ¿Ruta de la washingtonización? No queda tampoco. ¿Ruta de la globalización del español? Déjame adivinar, seguramente están partiendo del inglés, de la lengua de Shakespeare… Me ilusionaba jugar con aquel misterio de las fechas, las vidas y las muertes de Cervantes y Shakespeare.

Después de todo me gustan las dos lenguas, me gusta pensar en ellas como en mis dos lenguas maternas. No quiero pensar en todo lo que perdería si algún día me dijeran que tengo que renunciar a una, que no puedo conservar las dos. ¿Por qué, por qué debo renunciar a mi patrimonio? Como diría Don Kijote: "Mejor lee ya lo que se nos espera".

   
Canadá: Sorry, love! Ahí te va, pero no me interrumpan. Voy a entremezclar mis comentarios pues creo que reflejan los de ustedes:

    2. Se funden la b kon la v, así komo la y kon la ll.

    No existe en español diferensia alguna entre el sonido de la b larga y la v chikita. Por lo kual, a partir del segundo año, desapareserá la v y beremos kómo bastará con la b para ke bibamos felises y kontentos.

    Pasa lo mismo kon la ll y la y. Todo se eskribirá con y:

    "Yébeme de paseo a Sebiya, señor Biyar".

    Las protestas sebiyanas se resolberán caminando hasta El Rosío. Esta integrasión probokará agradesimiento general de kienes hablan kasteyano, desde Balensia hasta Bolibia. Toda b será de baka, toda b será de burro.

    3. R es erre; fuera la h; fusión de g y j:

    A partir del tercer año, y para mayor konsistensia, todo sonido de erre se eskribirá con doble r:

    Rroberto rregala un rradio.

    Asimismo, la h, kuya presensia es fantasma en nuestra lengua, será eliminada. Nuestros ijos ya no tendrán ke pensar kómo se eskribe sanaoria y se akabarán esas complikadas y umiyantes distinsiones entre echo y hecho. Ya no abrá ke desperdisiar más oras de estudio en semejante kuestión ke nos tenía artos.

    Tampoko hay diferensia entre la g y la j, ke muchas beses suenan igual. Aora todo ba con j:

    El jeneral jestionó la jerensia.

    No ay duda de ke esta sensiya modifikasión ará que ablemos y eskribamos todos con más rregularidad y rritmo más rrápido.

    ¿Y de Méjico? Ni hablar; no esiste.

    4. Abolisión de tildes; muerte a konsonantes finales.

    Orrible kalamidad del kasteyano, en jeneral, son las tildes o asentos. Esta sancadiya kotidiana jenerara una axion desisiba en la rreforma. Aremos komo el ingles, que a triunfado unibersalmente sin tildes. Kedaran kanseladas desde el kuarto año y abran de ser el sentido komun y la intelijensia kayejera los ke digan a ke se rrefiere kada bocablo.

    Berbigrasia: Komo komo komo.

    Tambien seran proibidas siertas konsonantes finales ke inkomodan y poko ayudan al siudadano. Asi, se dira:

    ¿Ke ora es en tu relo?

    As un ueko en la pare.

    La mita de los aorros son de eya.

    5. Eliminasion de la d interbokalika del partisipio pasao y kanselasion de artikulos. El uso a impuesto ya ke no se diga bailado sino bailao, nacido sino nasio y venido sino venio.

    ¿No e lo mismo nasio y venio?

    Kabisbajos aseptaremos esta kostumbre bulgar, ya ke es el pueblo yano el ke manda. Al fin y al kabo, desde el kinto año kedaran suprimidas esas d interbokalikas ke la jente no pronunsia. Ademas, y konsiderando ke el latin no tenia artikulos (y nosotros no debemos inbentar kosas que nuestro padre latin rrechasaba), kasteyano karesera de artikulos.

    Sera poko enrredao en prinsipio, y ablaremos komo futbolistas yugoslabos, pero despues niños, niñas en kolegios, beran ke tareas eskolares rresultan mas fasiles. Profesores terminaran benerando akademikos ke an desidio aser rreformas klabes para ke seres umanos ke bibimos en nasiones ispanoablantes gosemos berdaderamente el idioma de Serbantes y Kebedo. Eso si: nunka aseptaremos ke potensias estranjeras token kabeyos de letra ñ. Ñ rrepresenta balores mas elebados de tradision kultural ispanika y primero kaeremos kadaberes ke aseptar bejamenes a simbolo ke a sio korason bibifikante de istoria kastisa. ¡Biba Espanha, con nh ay lus en poterna y guardian en eredad!

Espero ke les aya kedao klaro.

México: ¿Cómo que la reforma no incluirá la ñ? ¡Ah, claro, no la incluirá porque ya la incluyó! Me gustaría saber si está germanización afectará también al francés. Pero sobre todo me gustaría saber qué historias habrá detrás de esto. ¿Quién se esconde tras la germanización de la ortografía, la popularización de la escritura? ¿Será la heterografía? ¿Volveremos al balbuceo, a la barbarie? Se me ocurre abrir un diálogo virtual a fin de intercambiar información histórica para este micro-mini-debate. Aunque sea sólo para dejar constancia, uno de esos testimonios documentales, fuentes que luego surten el taller del historiador, como diría Marc Bloch. O bien, para comenzar a picar la piedra del nuevo Calendario Azteca, de las neopirámides o pintar bardas con neografitis.

De chica, recuerdo que me daba tranquilidad leer mensajes en las vidrieras de la calle, eran parte de mi mapa. En particular me gustaba mucho aquel de "Aquí se habla español". Me pregunto si ahora dejaré constancia de mí con un lema como "Aquí se hablaba mal español, portuñol, espanglish… y se escribía peor. Y todo ello en tiempos de primeros y únicos congresos de la lengua española".

1Esta noticia y los cinco puntos de la reforma ortográfica se filtraron y llegaron a mi conocimiento a través de internet, por una fuente universitaria confiable. La misma fuente me confirma que circula un proyecto similar para germanizar el francés.

*Lilia Granillo Vázquez es profesora titular del Departamento de Humanidades, de la Universidad Autónoma Metropolitana-Azcapotzalco. Actualmente desarrolla el proyecto de investigación titulado Comunicación, certificación y globalización de la lengua española desde México. Desarrollo y aplicación de normas y estándares para documentación e información: iso 1087 y 5127-1 a 11,5966 y otras relacionadas con el código lingüístico