EL CONOCIMIENTO DESDE EL DOLOR
Jorge Fuentes Morúa* 
 
“Enajenación. Este concepto es menos conocido porque Marx mismo lo utiliza con menor frecuencia, a tal punto que algunos, atribuyéndolo únicamente al ‘joven Marx’, tienden a abandonarlo. Sin embargo, esto no deja de ser perjudicial porque, a mi juicio, es un concepto esencial del pensamiento marxiano. Considerando que representa el mal supremo de la civilización capitalista, Marx considera el final de la enajenación como la realización más alta de la sociedad comunista, porque, según él, la enajenación es la enfermedad que en su encarnación principal –la propiedad– destruye la integridad del ser humano. Luchar contra la enajenación es luchar para restituir al hombre toda su dignidad.” } 

Immanuel Wallerstein. El marxismo después de la caída del comunismo, 1995. 

 
    * Jorge Fuentes Morúa es profesor-investigador del Departamento de Sociología, de la Universidad Autónoma Metropolitana-Iztapalapa. Ha impartido materias de contenido político, jurídico, histórico y filosófico; ha realizado investigaciones sobre cuestiones agrarias, jurídico-laborales, urbano-regionales y sobre la frontera norte. Escritor y coautor de ocho libros. Ha publicado múltiples artículos en revistas y libros especializados.
La traducción temprana de los primeros escritos de Marx es un acontecimiento inscrito en la historia del pensamiento latinoamericano, pues su influencia dejó su impronta en lugares distintos y en personajes significativos del ideario revolucionario en Latinoamérica, –los casos de Clodomiro Almeyda y José Revueltas.1 Lo cierto es que esta edición pionera expresó la capacidad intelectual, los afanes y el espacio conseguido por el marxismo latinoamericano, pues la compleja tarea de la traducción, edición y difusión del texto marxiano fue un logro de latinoamericanos. Ciertamente un lugar esencial correspondió a la señora Gerstel Rühle; sin embargo, su estancia en México se explica por el ascenso cultural y político de fuerzas socialistas y pensadores significativos que, convertidos en políticos, no olvidaron sus compromisos culturales, y tal fue el caso de Lombardo Toledano. Se sabe que la estancia en México de un número importante de integrantes de la élite intelectual alemana, que desempeñó tareas culturales, fue posible por la intervención de significativas figuras intelectuales. Pero esta intelectualidad nacionalista, socialista, comunista, marxista, se comprende tanto a partir de la historia nacional, es decir, de la Revolución Mexicana y sus antecedentes, como por la impronta que dejó en México la Revolución de Octubre. Por ello, no exageró Wenceslao Roces,2 al afirmar que a su llegada a México encontró un avanzado nivel cultural y un vivo interés por el estudio y el conocimiento de las cuestiones marxistas; este ambiente intelectual fue alcanzado por figuras relevantes del marxismo mexicano que se explican, tanto por la influencia europea como por la circulación fluida de revistas, libros, folletería y personajes que transitaron por toda América Latina. Pero fue en México donde encontraron un amplio espacio para la difusión de sus ideas, enriqueciéndose y enriqueciendo la vida intelectual y política del Caribe, Cuba (Mella); Centroamérica, Nicaragua (Sandino); Sudamérica, Argentina (Ponce, Harari); Venezuela (Gustavo y Eduardo Machado); Perú (Hurwitz). Este flujo impresionante de ideas y personas fue obra, sin duda, de figuras como José Vasconcelos, Vicente Lombardo Toledano, Gilberto Bosques, Narciso Bassols, y de organizaciones como el Partido Comunista Mexicano, la Universidad Obrera de México, algunos funcionarios del gobierno, incluido el mismo presidente de la República, Lázaro Cárdenas, y su activa participación para recibir a los republicanos españoles, sin olvidar al general Francisco Múgica, 3 entre otros muchos, cuya enunciación proporcionaría una larga lista de nombres de personajes célebres. 

Kolakowski 4 quedaría sorprendido si supiera que el libro más importante de Ernst Bloch sobre Hegel, Sujeto-Objeto. El pensamiento de Hegel, fue publicado por primera vez en México y traducido del texto original –en ese momento aún inédito– por Wenceslao Roces, quien en la década de los cuarenta reemprendió, recién llegado a México, su labor titánica de traductor, principalmente del alemán al castellano. En “Nota del editor a esta segunda edición en español”, se asienta:

    En la primera mitad de la década de los años cuarenta, Ernst Bloch escribió en su exilio de México este libro. En aquellos momentos, su edición y distribución en alemán era difícil, y el autor decidió encomendar su traducción española al doctor Wenceslao Roces y su primera edición al Fondo de Cultura Económica, con cuyo sello editorial aparecía en México en 1949.5 
    Notas 1 Los Manuscritos económico-filosóficos de 1844 fueron vertidos al castellano por vez primera en México y denominados: “Carlos Marx, Economía política y filosofía. Relaciones de la Economía Política con el Estado, el Derecho, la Moral y la Vida Burguesa. Traducción hecha de acuerdo con la edición alemana original de S. Landshut y J.P. Mayer (Der historische Materialismus, A. Kroener, Verlag-Leipzig, 1932) y la versión francesa de J. Molitor (Alfred Costes, Editeur, París, 1937), por A.G. Rühle y J.Harari, Editorial América, México” (1938). Esta cuestión relevante la señaló José Revueltas, sin embargo no ha sido valorada cabalmente. De ahí los estudios escasos de su escritura desde la perspectiva marxista de la alienación. Este polígrafo desarrolló en sus textos políticos, históricos, filosóficos y en su narrativa, la problemática de la cosificación, pues desde muy joven emprendió el estudio de los escritos filosóficos de Marx, alentado por la edición precursora ocurrida en México. La noticia que puso a los medios intelectuales mexicanos en el centro de la discusión filosófica marxista en lengua española fue anunciada en la revista Futuro, núm. 34, México, Diciembre, 1938. En el índice de este número, aparece un artículo de José Revueltas: “Significación de la reciente huelga eléctrica”, pp. 41-43. Clodomiro Al-meyda rememoró la importancia que tuvo para la formación de sus compromisos filosóficos y políticos la lectura del joven Marx, difundido por una “editorial azteca”, cfr. Clo-domiro Almeyda, Reencuentro con mi vida, Universidad de Guadalajara, Jalisco, 1988, pp. 42-44. Mi agradecimiento para Ricardo Melgar Bao, Manuel Monreal y David Moreno. 

    2 Cfr. “Filosofía y exilio (entrevista con Wen-ceslao Roces)”, en Gabriel Vargas Lozano, ¿Qué hacer con la filosofía en América Latina?, UAM/UAT, 1990, pp.193-222.

    3 Rodrigo García Treviño, en los años treinta, fue un destacado intelectual marxista, traductor de Lefebvre y director de Editorial AMERICA; sin embargo no es fácil establecer su evolución política en esos años, lo cierto es que militó en el PCM, padeció reclusión en las Islas Marías y fue colaborador de Trotsky. También mantuvo relaciones estrechas con la Universidad Obrera de México y con la CTM; sobre este personaje complejo, véase Olivia Gall, “Clave a tiempo”, en El Buscón, núm. 13, México, 1984, pp. 162-172 y Trotsky en México, Era, México, 1991, pp. 86-87. Además en José Revueltas, Las evocaciones requeridas II. Obras Completas (en lo sucesivo OC) 26, Era, México, 1987, pp. 147-150. Sobre el general Múgica y otros amigos y colaboradores de Trotsky, cfr., Trotsky en México, op. cit. 

    4 Leszek Kolakowski, Las principales corrientes del marxismo, T.III, Alianza Ed., Madrid, 1983, Cap. 12, “Ernst Bloch: el marxismo como gnosis futurista”, pp. 406-433. Kolakowski no menciona la edición pionera de Sujeto-Objeto. El pensamiento de Hegel, realizada en México. 

    5 Ernst Bloch, Sujeto-Objeto. El Pensamiento de Hegel, FCE, México, 1983, segunda edición, p. 9. Sobre el exilio alemán en México, véase Renata von Hanffstengel y Cecilia Tercero, México, el exilio bien tempe-rado, coedición Instituto de Investigaciones Germano-Mexicanas, A.C.; Instituto Goethe México, A.C.; Secretaría de Cultura. Gobierno del Estado de Puebla; Universidad Nacional Autónoma de México, México, 1995. Sobre este episodio, R.von Hanffstengel y Mariana Frenk-Westheim concedieron entrevistas y bibliografía, mi gratitud… ¿Cómo olvidar a Anne Huffschmid? 

De nueva cuenta, en México estaban dadas las condiciones para la publicación de otra obra relevante, en este caso en el campo de los estudios hegelianos. No obstante las derrotas, pero también los triunfos, el pensamiento crítico había encontrado su ámbito en un país distante pero acogedor para dos perseguidos notables, víctimas del fascismo europeo: Bloch asediado por el nazismo y Roces por el franquismo. Ellos pudieron reunir sus cualidades creadoras en México, sembrando la semilla que habría de germinar en las reflexiones estéticas de José Revueltas. Fue tal la influencia de Bloch que a él acudió para responder a los cuestionamientos formulados en una importante entrevista: 
    ...Ciertamente, en dicha novela existe gran número de personajes increíbles y faltan muy a menudo las situaciones vitales. La razón esencial de esto radica en que el autor se propuso describir un mundo increíble (como es increíble, para los comunistas extranjeros que pueda existir un partido como el mexicano), donde tampoco se podían dar, al margen de las leyes propias de ese mundo, otras situaciones que no fueran antivitales o ajenas a la vida. Ocurre aquí lo que Ernst Bloch explica respecto al lenguaje “oscuro” de Hegel: ‘la oscuridad impuesta por razones de exactitud’. Dice Bloch: ‘hay que tener presente que lo oscuro, expresado exactamente como tal, es algo completamente distinto de lo claro expresado en términos de oscuridad […] Lo primero es adecuada precisión de lo que se dice y puede decirse […] Lo segundo, ampulosidad y diletantismo.
La novela en cuestión es Los días terrenales; de este modo se aprecia cómo el autor recurrió al pensamiento de Hegel explicado por Bloch 7 para argumentar su contenido. El uso de las ideas del filósofo alemán expresa cómo el espacio intelectual que permitió la divulgación de la obra de Bloch era consistente, pues por una parte reposaba en una historia reciente de luchas políticas y sociales emprendidas por la izquierda mexicana en sus distintas facetas y, por la otra, existían lectores interesados y con la formación filosófica suficiente para comprender y asimilar la discusión hegeliana de una obra que pronto ocuparía un lugar destacado en Alemania misma. De este modo, el trabajo intelectual ocurrido en México quedó en los primeros lugares de la reflexión filosófica altamente especializada, y con razón se puede afirmar que ni Bloch ni Roces eran latinoamericanos; sin embargo, la coyuntura cultural mexicana de ese momento era latinoame-ricana y asimismo el lector destacado, Revueltas, lo fue.

“Dialéctica y esperanza”,8 capítulo último del libro de Bloch, expone el sentido del aniquilamiento, de la destrucción, de la falsedad, de la mentira. Estos aspectos manifiestan distintas facetas de la cosificación, de la negación del individuo, del hombre, de la humanidad toda:

    ... En el negativo de la dialéctica objetiva (enfermedad, crisis, amenaza de regreso a la barbarie) hay también, sin duda alguna, una relación de aniquilamiento, no solamente del no dentro de una propulsión activa, sino también de la nada como negación que se contenta sólo con hacer desaparecer, y que, detrás de sí, automáticamente, todavía no está en ella, en modo alguno, la negación de la negación. Existe ahí una relación que, detrás de sí misma, sin intervención de la contradicción activa del sujeto, conduce, más que al desarrollo de la totalidad, al desarrollo espontáneo de algo vano. Más aún, un contraataque activo del sujeto contra el aniquilamiento puede ser indispensable para que el aniquilamiento mismo pueda ser utilizado para aniquilar sus propios valores, y así poder abrir dialécticamente, al principio, una vía libre hacia una nueva vida. Así, en ningún caso podría haber automatismo de la dialéctica objetiva en marcha hacia el bien, con la demasiado cómoda consigna de ‘a través de la noche, hacia el día’; sólo una participación y –en épocas catastróficas– un contraataque del factor subjetivo, ponen totalmente la negatividad, en la dialéctica objetiva, al servicio del posible triunfo…9 
Pero triunfar…¿sobre quién?, ¿sobre qué?; Bloch explica:
    …Pero la mayoría de los hombres se halla encerrada en las bodegas de la sociedad como en una cárcel, si no por lo que tiene de prisión, sí por la oscuridad en que está sumida. En medio de esta oscuridad se ven pocas cosas reales, y las que se ven no son reconocidas en su ramificada mediación dialéctica…10 
Estas metáforas, bodegas, cárceles, anuncian el problema:
    Y si el factor subjetivo es el motor intensivo de toda dialéctica, la no enajenación es la meta hacia la que ese motor marcha, hacia donde se orienta su fuerza encaminada a contrarrestar todo lo que sea ‘cosifi-cación’ dentro de cada realidad históricamente deve-nida. La no enajenación o el ser para sí es la meta proyectada en futuro y que anima todos los momentos históricos, de lo genuino y absoluto, de la totalidad pretendida. El descontento, como conciencia activa de la objetivación todavía insuficiente y, por lo tanto, falsa, se dirige contra la enajenación.11
Así, el horror circundante sólo lo es para aquella percepción capaz de sentir repugnancia, piedad, rechazo, ante la realidad que al negar a los hombres deja de ser humana para instalarse en la barbarie, la tortura y el dolor. Todo sufrimiento es corporal, aun el denominado “sufrimiento moral”, pues sólo se sabe de él mediante sensaciones que de una u otra forma son corporales. Por ello, toda experiencia depauperadora produce rápidamente el descontento, la inconformidad, pues de manera automática agrede al cuerpo; de ahí que la sensación negativa exija con mayor o menor intensidad, con mayor o menor inteligencia, una salida, una solución capaz de transformar, de borrar la experiencia dolorosa y convertirla en sensación favorable. La rebelión contra el sufrimiento corporal, por más instintiva que pueda ser, desde su inicio prefigura ya una realidad distinta, al menos aquella que no produzca padecimiento alguno, y entonces el tránsito hacia el no dolor contiene un proyecto emancipador, por limitado que éste pueda ser inicialmente. En consecuencia, el rechazo de la cosificación, de la alienación, parte del reconocimiento de una realidad brutal que exige ser transformada, pues los hombres dotados de la capacidad de espera calculan, desarrollan la inteligencia para construir y realizar una vida en la que el sufrimiento corporal disminuya hasta su eliminación cabal; este es el sentido de la dialéctica de la esperanza expuesta por Bloch. Esta filosofía de la historia adquiere mayor dimensión si se ve desde la obra de otros filósofos alemanes como Hork-heimer y Adorno, quienes en su exilio neoyorkino publicaron en 1944 su Dialéctica de la Ilustración, fragmentos filosóficos. Es importante anotar que ellos habían experimentado una decisiva formación marxista; por ello desde ahí reflexionaron sobre la barbarie que vivía el mundo en la década de los cuarenta, y se ocuparon de la animalización del hombre, de las cárceles, de los delincuentes, de los cuerpos mutilados y torturados.12 Años después, Adorno publicó su Dialéctica negativa, tratando de nueva cuenta del sentido del sufrimiento corporal.13 
    6 J.R. Cuestionamientos e intenciones. OC, 18, p. 110. 

     

    7 E. Bloch, Sujeto…, op. cit., p. 23. 

     

    8 Ibid., cap.XXV, “Dialéctica y esperanza”, pp. 473-482.

    9 Ibid., pp. 477-478 y “Apéndice”, 5 y 6, pp. 507, 508. 

    10 Ibid., p. 506. 

    11 Ibid., p. 507. Cabe aclarar que la cuidada y minuciosa segunda edición de Sujeto-Objeto…, incluye todos los cambios y modificaciones que hizo Bloch de 1949 a 1962; estopermitió conocer lo que Revueltas leyó en la edición mexicana de 1949. 

     

    12 Max Horkheimer y Theodor W. Adorno, Dialéctica de la Ilustración, fragmentos filosóficos, Ed. Trotta, Madrid, 1997, pp. 270-273; 276-281 y 291-299. 

     

    13 T.W. Adorno, Dialéctica negativa, Ed. Taurus, Madrid, 1975, pp. 203-204. 

    No obstante mi juventud, al fundarse el partido comunista en 1919 me relacioné de modo directo con él. El hecho es el siguiente: mi hermano Fermín fue fundador de El Machete, junto con Diego Rivera, Orozco y varios pintores. Yo devoraba ese periódico que se publicaba semanalmente; pasaba todos los días por el local del partido, ubicado en un lugar pequeño, compuesto por unos cuantos cuartos, en la esquina de Mesones e Isabel la Católica, y allí lo leía, al igual que otras publicaciones revolucionarias, entre las que había algunas de movimientos hermanos, como el de Nicaragua: la defensa de Sandino y Roa; por supuesto yo era un san-dinista apasionado pero no me atreví a pedir mi ingreso, porque se me hacía que yo era muy chico y me iban a salir con burlas, o algo por el estilo. Fermín ya era miembro muy especial, ¿no? Todos los pintores decían serlo, sólo que no eran de carnet ni de cédula, ni nada que se le pareciera.14 
¿Pero qué tiene que ver la lectura precoz de El Machete con la literatura entre negativa y esperanzadora de Revueltas? Para dar respuesta a esta cuestión se exponen algunos aspectos de la obra de Graciela Amador y Julio Antonio Mella, en el propio periódico, pues a no dudar estos autores influyeron notablemente en la escritura revueltiana.

Graciela Amador escribió en el mismo periódico corridos revolucionarios como el “Corrido de El Machete”; a la Revolución de Octubre –“Corrido del 7 de noviembre”– y otro con el mismo nombre; “Lenin”; “Corrido del prime-ro de mayo”; “Himno antiimperialista” y “Corrido de Pedro Ruiz”.15 Este último fue un comunista asesinado por los cristeros, utilizados por los dueños de las minas, pues fue un organizador sindical. Revueltas recogió en su narrativa la experiencia cristera, por ejemplo, en El luto humano, y de este modo el periódico comunista impulsó una perspectiva literaria y musical que pronto se generalizaría en los círculos izquierdistas, no sólo por la influencia soviética, sino principalmente porque la tradición de los pregoneros populares estaba anclada en las tradiciones libertarias mexicanas. Además –al incluir en sus páginas esta práctica cultural– El Machete le otorgó un rango muy importante al convertir el corrido en un instrumento popular destinado a educar. Cabe recordar que en “Las evocaciones requeridas”, escrito de 1962, Revueltas explicó la influencia que tuvieron los corridos populares en su formación política y sobre todo histórica; por eso, en este escrito incluyó ampliamente a los zapatistas que desde niño escuchó y nunca olvidó; asimismo, recordó aspectos de la cultura popular expresada mediante corridos. Sin embargo, lo que importa poner de relieve es la manera como él desarrolló su texto, utilizando como argumento explicativo la función cognoscitiva de los corridos.16 Graciela Amador también cultivó el reportaje, y en abril de 1928 escribió uno muy amplio sobre Clara Zetkin,17 viajó a Moscú para asistir al IV Congreso de la Internacional Sindical Roja, y reseñó un largo discurso de Zetkin sobre la situación de las mujeres, pues Clara Zetkin, tanto en los sindicatos como desde el Socorro Rojo Internacional impulsó el movimiento destinado a la emancipación femenina. Por ello, en su intervención analizó la grave situación en la que se encontraban las mujeres, pues la crisis económica había desarticu-lado los hogares, dejándoles la solución, tanto de sus problemas personales como los de la familia. Gachita Amador narró las palabras estimulantes que Zetkin le dirigió para que no cejara en su tarea de organizar a las mujeres mexicanas, por tantos motivos agraviadas, y este reportaje fue publicado en El Machete y seguramente dejó huella en Revueltas adolescente, pues desde su dialéctica negativa expuso a lo largo de sus narraciones la grave situación de las mujeres, madres pauperizadas en “Preferencias”, de Dios en la tierra, o prostitutas masoquistas, en “Luque”, de Los errores. Además, no es posible olvidar el intenso trabajo que efectuó Revueltas como reportero nacional e internacional; por ejemplo, en su reportaje sobre la lucha de los mineros carboníferos de Cloete y Nueva Rosita, Coahuila, describió el sufrimiento de sus mujeres en su larga marcha desde el norte hasta la ciudad de México –“Marcha de hambre sobre el desierto y la nieve”, en Visión del Paricutín.

Graciela Amador trabajó como Siqueiros, de quien fue compañera, en la organización de los mineros de Jalisco, y a partir de esa bárbara realidad, escribió numerosos cuentos; El cascado, designación que recibían los silicosos y tuberculosos en los minerales, cuenta la miseria de quienes padecen un lento proceso de agonía ocasionada por estas enfermedades contraídas en el proceso de trabajo, y en su narración no podían faltar las descripciones conmovedoras sobre la miseria de los hijos del padre enfermo y agónico: “El último que lloraba poniendo en movimiento la cuna. Era la cuna un elegante cajón viejo suspendido del techo por cuatro cuerdas.”18 Esta figura del huerfanito depauperado, cuyo lecho es una caja de jabón, aparece en distintos lugares revuel-tianos, por ejemplo, en El luto humano y en “Preferencias”, de Dios en la Tierra. Amador, en “El niño muerto”, anotó las causas por las que puede morir un niño en un mineral carente de cualquier servicio sanitario; en este caso, el infante, de un año apenas, falleció a causa del piquete de un alacrán, y este hecho permite la introducción de las voces de las mujeres, quienes se quejan de la ausencia total de apoyos médicos. Sobra decir que en obras esenciales Revueltas incluyó como figuras principales, la enfermedad y la muerte infantil, como en El luto humano, y “Chonita”, y en Los días terrenales, “Bandera” falleció por inanición.19 “Pedro Ruiz” es la narración que recoge la lucha abnegada de este militante comunista, a quien Amador ya le había compuesto un corrido; en el cuento aparecen párrafos significativos, explicando la violencia del fanatismo cristero, asunto que Revueltas trabajó ampliamente.

En “El reo”, la narración avanza al describir la condición de los presos políticos, naturalmente comunistas, y en ciertos pasajes este cuento evoca episodios de Los muros de agua. “Una lección de economía” es un texto a propósito de las “opciones económicas de Mister Ling”, sobre la importancia del ahorro y el ascetismo que los mineros mexicanos debieron aprender de este capataz norteamericano, y se explica la penuria de su salario. En otros relatos, las descripciones de las características físicas de los mineros, remiten a ciertos pasajes de “El corazón verde”, de Dios en la tierra; “El Ciego” consigna, mediante descripción meticulosa, aspectos y sufrimientos de quienes han perdido el sentido visual; se sabe que los ciegos figuran en la mayoría de las narraciones de Revueltas. “El resucitado” es un minero brutalmente deformado al haber sufrido las consecuencias de una explosión de dinamita, quien sólo conserva un ojo, pues “el otro giraba en la órbita como un disco de azabache”.20 Los tuertos también abundan en la narrativa revueltiana y, de una u otra manera, figura esta imagen en “El tuerto Ventura”, Los días terrenales, “El carajo”, y El apando. Además “El resucitado” es descrito por medio de alegorías animalizadoras, su aspecto sintetiza la manera como transcurre la vida de los mineros, medio vivos, medio muertos, en suma, muertos vivientes. Esta manera de existir alcanzó su mayor fuerza en “Resurrección sin vida”, de Material de los sueños, donde la brutalidad de la vida y la pobreza a la que se ven sometidas todas las existencias motiva tal aniquilamiento que la misma vida parece muerte. Sin embargo, Graciela Amador, militante comunista de profunda convicción revolucionaria, escribió sobre los padecimientos de los mineros y el absurdo de sus existencias, sin que esto la orillara a refugiarse en el irracionalismo o el nihilismo, pues estas descripciones tienen una intención distinta, constituyen un grito destinado a convocar a la lucha contra esa realidad aberrante, fruto del capitalismo explotador. En consecuencia, la antítesis se encuentra en otras narraciones: “Esperanza” y “Futuro”, que constituyen la “negación de la negación”, es decir, la transformación del aniquilamiento humano en necesidad de mejor futuro.21 

    14 Las evocaciones… II, op. cit., p. 269. 

     

    15 Agradezco a Raquel Tibol la orientación tan importante que me proporcionó, valiosa por su generosidad, pero también por el conocimiento que sobre la problemática aquí examinada significó. “El Machete. 7 corridos, 1 reportaje y 20 cuentos de Graciela Amador”, selección de Raquel Tibol, presentación de Juan de la Cabada, en Historia y Sociedad, núm. 10, Supl. núm. 4, verano, 1967. 

    16 Revueltas explicó la influencia que en él tuvieron los corridos populares para inclinar su interés por Emiliano Zapata; cfr. Las evocaciones requeridas I. OC, 25, pp.50-51. “El Machete. 7 Corridos…”, op. cit., pp.VIII-XIV. 

    17 El reportaje está fechado, Moscú, abril 1928; cfr. “El Machete. 7 Corridos…”, op. cit., pp. XIV-XVI. Años después, A la Defensa!, periódico mensual, Órgano de la Sección Mexicana del SRI, en su número correspondiente al mes de noviembre de 1932, evocó el fallecimiento reciente de Clara Zetkin, cfr. A la Defensa!, p.11. Sobre Clara Zetkin, véase Françoise Thébaud, Historia de las mujeres, Ed. Taurus, Madrid, 1994, T.9, pp. 66, 69, 262-263. 

    18 “El Machete. 7 Corridos…”, op. cit., pp. XVII. 

    19 “El huerfanito estaba en una caja blanca, vacía, de jabón, llorando siempre, pues dentro del cuarto aún no nacía el sol…”, cfr. “Preferencias” (1942), en Dios en la tierra. OC, 8, p. 87. “Tenía en efecto sus mediecitas color rosa y un vestido amarillo, muy bonito. Las gentes la admiraban ahí, sobre los cajones de jabón Octagón disimulados con papel de China…”, cfr. El luto humano. OC, 1, p. 33. La imagen de los funerales de los niños pobres figuran en novelas posteriores, es el caso de la pequeña Bandera y su melancólico velorio; cfr. José Revueltas. Los días terrenales, Edición Crítica, Evodio Escalante Coordinador, CNCA, UNESCO, Archivos, 15, México, 1992, p. 37. Sobre el concepto de depauperación en la obra de J.R., cfr. E. Es-calante, José Revueltas: una literatura “del lado moridor”, UAZ, México, 1990. Agradezco esta orientación y su libro a este autor. En algún valle de lágrimas. OC, 4, también figuran las cajas funerarias para los niños pobres, pp. 90-91. 

    20 “El resucitado”, en “El Machete. 7 Corridos…”, op. cit., p. XXVIII. 

    21 Ibid., pp. XXVI y XVIII. 

Julio Antonio Mella escapó de Cuba en enero de 1926 rumbo a América Central para evitar ser asesinado por el dictador Machado, y días después apareció en México y fue nombrado en esta ciudad miembro del Comité Ejecutivo de la Liga Antiimperialista de las Américas. En ese año ingresó al Partido Comunista de México (PCM), y rápidamente se sumó a las manifestaciones de protesta por la condena a muerte de Sacco y Vanzetti. Inició su intensa carrera de publicista y en agosto publicó el folleto El grito de los mártires y en diciembre Glosas al pensamiento de José Martí. En 1927 asistió al Congreso Mundial contra la Opresión Colonial y el Imperialismo, en Bruselas, Bélgica, y en ese mismo año visitó la Unión Soviética. Durante todo 1927 continuó impulsando los movimientos en defensa de Sacco y Vanzetti; en 1928, se sumó al Comité ¡Manos fuera de Nicaragua!, para la defensa y apoyo de la lucha de Sandino en en ese país, y funda la Asociación de Estudiantes Proletarios. Participó en la Liga Pro Luchadores Perseguidos.22 Esta Liga fue la Sección Mexicana de Socorro Rojo Internacional (SRI). Conviene recordar que el 10 de enero de 1928, poco antes de ser asesinado, Mella se retiró de una reunión del SRI, donde se preparaba el trabajo necesario para emprender la formación del Comité Pro Edificio Emiliano Zapata. Esta construcción tenía doble propósito, por un lado como monumento en memoria del guerrillero suriano, y por otro serviría de albergue, escuela y refugio para los perseguidos políticos y, sobre todo, para los hijos y las familias de quienes habían caído víctimas de la violencia y represión en la época denominada “terror blanco”. 

El activismo político de Mella, su intensa lucha internacionalista y la experiencia acumulada en sus años en Cuba, desembocaron en sus escritos publicados en El Machete, que, a pesar del tiempo breve en que pudo hacerlo, logró dejar un voluminoso material.23 Su entrega al trabajo en El Machete fue intensa y generosa, y buen número de sus trabajos fueron firmados con los seudónimos de Cuauhtémoc-Zapata y KIM. Poniatowska ha mostrado la intensidad del compromiso del cubano con el periódico revolucionario, del modo siguiente: “…Dentro de poco, escribirás tú solo el periódico: ‘Sí, sí, y si me das un plumero quitaré las telarañas del edificio y limpiaré el pasillo, destaparé los caños, tiraré la basura, El Machete es mi casa.”24

Las ideas de Mella en El Machete dieron continuidad a la relación que estableció este periódico con las tendencias revolucionarias cubanas, pues desde su publicación inicial, en 1924, anunció algunos periódicos revolucionarios cubanos, como Spartacus.25 Revueltas inició su vida periodística en un pequeño periódico de los jóvenes comunistas mexicanos, llamado Espartaco, pero más allá de esta correlación entre las denominaciones periodísticas, es necesario reconstruir algunas líneas que permiten esclarecer la influencia de Julio Antonio Mella en la obra de Revueltas, sin descuidar que este influjo ocurrió mediante la intensa actividad política y periodística que el cubano desempeñó en México, no sólo en El Machete, pues también tuvo activa participación en otras publicaciones, como Tren blindado.26 

Revueltas tuvo influencia de distintas vertientes refor-madoras de la educación latinoamericana –anarcosindi-calismo, universidades populares, movimiento de reforma universitaria en Argentina y las tesis de José Carlos Mariátegui sobre este tema; sin embargo, el movimiento reformador cubano probablemente influyó de manera más directa en Revueltas que la experiencia argentina o peruana, porque además de la proximidad geográfica, Mella estuvo relacionado en México con el movimiento de reforma universitaria y en El Machete se mantuvo un espacio importante para la problemática isleña, asediada por el imperialismo norteamericano. Como se ha dicho, Revueltas fue lector asiduo de este periódico y quedó impresionado por Sandino y su lucha antiimperialista. Mella participó y escribió intensamente en El Machete sobre la cuestión nicaragüense, y esta correlación de hechos –la evocación revueltiana de la lucha sandinista y la participación de Mella al lado de los patriotas nicaragüenses– permite afirmar que el duranguense recibió la influencia de las preocupaciones iluministas-proletarias del cubano exiliado en México. Lo mismo puede afirmarse sobre la cuestión estudiantil y universitaria, pues El Machete también dio cuenta de la represión de la dictadura cubana en contra del movimiento estudiantil.

Mella participó activamente en el movimiento estudiantil cubano, fundando en 1923 la Universidad Popular José Martí; la realización de esta iniciativa irradió su influencia, por lo menos en el Caribe y en México, como lo confirma el testimonio de Eduardo Machado; este último hermano de Gustavo, quien participó activamente en el PCM y en la Liga Antiimperialista de las Américas.27 Mella publicó en Tren blindado “El concepto socialista de la reforma universitaria”,28 trabajo relevante, pues recoge los aspectos importantes de otros escritos, discursos y manifiestos que sobre esta cuestión él había desarrollado, por ejemplo: “Función social de la Universidad”; “Acta de la Federación de Estudiantes Universitarios declarando la universidad libre”; “A los alumnos de la Universidad Popular y al pueblo de Cuba”; “El nuevo curso de la Universidad Popular”; “La Universidad Popular a los obreros, estudiantes e intelectuales en general” y “Mensaje a los compañeros de la Universidad Popular”. 29 La sustancia de esta perspectiva sobre la educación universitaria libre y popular consiste en formular una alternativa frente al dominio y el monopolio que la burguesía mantiene sobre la actividad educativa. Entonces, estos proyectos proletarios constituyen el complemento necesario de la acción política, encaminada a elevar el nivel cultural de los trabajadores; por ello, puede afirmarse que las ideas de Mella rebasan, o por lo menos son distintas del proyecto de reforma educativa y universitaria de corte liberal que en México se impulsaba en la década de los veinte. Alejandro Gómez Arias, vasconcelista, fue un dirigente destacado del proyecto de reforma universitaria liberal y condiscípulo de Mella en la Facultad de Leyes, y no obstante las diferencias políticas e ideológicas, Gómez Arias habló en los funerales de Mella a nombre de las “minorías no comunistas de la Facultad de Leyes”, reconociendo las cualidades de la lucha revolucionaria de Mella.30 En consecuencia, el proyecto reformador del cubano tiene significado doble, pues por una parte recoge la tradición revolucionaria de raíz anarquista y marxista, y por la otra plantea una alternativa distinta al movimiento de reforma liberal.

    22 De nueva cuenta, debo expresar mi agradecimiento a Raquel Tibol por haber orientado mi interés hacia la actividad periodística de Julio Antonio Mella en El Machete, de la cual ella es conocedora; cfr. Raquel Tibol, Julio Antonio Mella en El Machete, Ed. Penélope, México, 1984, pp. 362 y 416. También sobre esta cuestión véase Eduardo Castalleda, Concepción Duchesne, Olga Cabrera, Guillermo Alonso, Enrique Vignier (comp.), J.A. Mella. Documentos y artículos, Ed. de Ciencias Sociales, Instituto Cubano del Libro, La Habana, Cuba, 1975, pp. 653-654; agradezco a Luciano López Zamudio, del cemos por haber puesto a mi alcance esta investigación. Además, véase Christiane Barck-hausen-Canale, Verdad y leyenda de Tina Modotti, Ed. Diana, México, 1992, pp. 157-158. 

     

    23 El libro de Raquel Tibol, Julio Antonio Mella…, op. cit., tiene 428 páginas. 

     

    24 Elena Poniatowska, Tinísima, Ed. Era, México, 1993, p.42. 

     

    25 El Machete acogió en sus páginas, desde el principio, noticias sobre Cuba, incluyendo información bibliográfica y hemerográfica sobre los movimientos libertarios isleños: “Mella llegó a México en febrero de 1926; tenía entonces 23 años, y con la naturalidad que le otorgaba su arraigado credo internacionalista comenzó a trabajar de inmediato en los grupos de todo el continente que luchaban en las agrupaciones mexicanas contra el imperialismo norteamericano. Muy pronto inició su militancia en las filas del Partido Comunista de México, y en las prensas en las que el partido imprimía sus materiales editó Mella muchos escritos. Esas prensas estaban muy familiarizadas con las cosas cubanas, como podemos comprobarlo desde los primeros números de El Machete: “En la columna ‘Periódicos y revistas americanas que usted debe leer’, del núm.1 (primera quincena de marzo de 1924), se recomiendan los siguientes periódicos y revistas cubanos: Juventus, Spartacus, El Boletín del Torcedor y Progreso. En el núm. 2 (segunda quincena de marzo de 1924), en la columna ‘periódicos y revistas que debe leer’, se enlistaban varias publicaciones de La Habana: El Progreso, Calzada del Cerro número 566; Boletín del Cigarrero, Ignacio Agramonte 37 (altos), y Cuba Contemporánea, O’Reilly 11", cfr. El Machete, núm. 7, segunda quincena de junio de 1924”, en R. Tibol, Julio Antonio Mella…, op.cit., p.15. También de esta misma obra, cap. I, “Cuba en ‘El Machete’ 1924-1926", pp. 13-41. 

    26 Mella, en “septiembre de 1928, funda en la Universidad de México, la Asociación de Estudiantes Proletarios”. Publica el primer número de su órgano, Tren blindado.

     

    27 Sobre la actividad política de Eduardo y Gustavo Machado en México, Cuba y Venezuela, cfr. Guillermo García Ponce y Eduardo Machado, Memorias de un general de la utopía, Cooperativa de trabajadores gráficos, Caracas, Venezuela, 1992, Capítulos I, II, III, IV. 

     

    28 J.A. Mella. Documentos…, op. cit., pp. 455-456. 

     

    29 Ibid., pp. 48-49; 51-52; 100-103; 126-128; 138-140; 227-229. 

     30 “El entierro del camarada Mella”, El Machete, núm. 48, en R.Tibol, Julio Antonio Mella…, op. cit., p. 356. 

     

Mella editó en México dos de sus más importantes folletos: “El grito de los mártires” y La lucha revolucionaria contra el imperialismo o ¿Qué es el ARPA? 31 En opinión del Instituto de Historia del Movimiento Comunista y de la Revolución Socialista en Cuba, el folleto ¿Qué es el ARPA?, está íntimamente vinculado con la preocupación profunda de carácter iluminista, que alentó a Mella en su proyecto de educación popular: educar a los trabajadores para que sean capaces de entender y distinguir las tendencias auténticamente revolucionarias de las que no lo son, haciendo evidente la necesidad de organizarse y emprender las tareas necesarias en la lucha antiimpe-rialista. 32 La publicación de este folleto fue anunciada reiteradamente en El Machete, publicándose reseñas, sin olvidar exhortar a los lectores del periódico a su adquisición.33 En consecuencia, la información documental disponible permite afirmar un aspecto de la actividad de Mella en México, es decir, su interés por hacer de la educación un bien público al alcance de todos los estratos populares, con la finalidad de hacer de ella un medio para la concientización y liberación de los oprimidos. Estos propósitos y contenidos ilustrados resurgirían muchos años después en la obra de Revueltas, tanto en sus análisis propiamente educativos, la mayoría de ellos suscritos a partir del movimiento estudiantil de 1968, como en sus tesis sobre democracia cognoscitiva. 

KIM y Cuauhtémoc-Zapata fueron los seudónimos empleados por Mella en El Machete. Para Revueltas tuvo lugar preponderante el pensamiento, la vida y la acción de Zapata, y es evidente que entre las influencias que orientaron al duranguense hacia esta figura está El Machete, tanto por las conmemoraciones a Zapata como por las ilustraciones de un Zapata comunista, dotado de hoz y estrella de cinco puntas, y también por el seudónimo de un personaje tan relevante como Mella, que si destacó por las condiciones en que llegó a México, también lo haría por su intensa actividad política como integrante del PCM, pero sobre todo por el extraordinario revuelo que causó su asesinato y las ceremonias ocurridas a raíz de sus funerales. Además, como hecho significativo téngase presente que la noche en que fue asesinado había estado trabajando en sus responsabilidades como integrante del Socorro Rojo Internacional, organizando la formación del comité que construiría el edificio Emiliano Zapata. Todo esto permite pensar en el influjo zapatista mediante el cubano Cuauhtémoc-Zapata, pero queda por esclarecer el seudónimo Kim; se trata de las iniciales de Kommunistichieskii International Maladhiozh (Juventud Comunista Internacional), y Kim, es el personaje heroico de la novela Los motivos de Caín, un combatiente comunista, brutal y salvajemente torturado por oficiales norteamericanos de inteligencia, durante la guerra de Corea. Sin embargo, más que los torturadores, quien revela la identidad verdadera de Kim, es Jack Mendoza, sargento de infantería de origen mexicano, quien al parecer en algún momento tuvo experiencias al lado de militantes comunistas norteamericanos. Mendoza queda conmocionado al conocer la identidad política de Kim, pero la sorpresa va más lejos cuando sabe que el heroico coreano es mestizo, hijo de padre coreano y de madre mexicana, nacido en Culiacán, de ahí su español deficiente.34 Los motivos de Caín es una novela notoriamente antinorteamericana, mejor dicho antiyanqui, antiimperialista. La locura y la crueldad de la guerra de Corea es descrita, mostrando la opresión originada por un ejército invasor, interven-cionista, el norteamericano, cuyas tropas expresan la hipocresía de un pueblo que se considera elegido por Dios para imponer su civilización y su moralidad, a pesar de la crueldad de su guerra intervencionista. La perversidad del ejército invasor es simbolizada por la médica militar Jessica Smith, lesbiana, cuyos conocimientos son utilizados para torturar al imbatible Kim, en consecuencia, esta novela puede ubicarse como una narración claramente antiimperialista, y para eliminar cualquier duda, el personaje prometéico se llama Kim, seudónimo utilizado por el combatiente cubano que durante su vida efímera luchó apasionadamente contra el intervencionismo yanqui, contra la invasión militar que en su época hizo el gobierno norteamericano en Nicaragua, contra la política reaccionaria impuesta a los inmigrantes, cuya expresión más patente fue la ejecución de Sacco y Vanzetti.

Mella, además de los tópicos antiimperialistas y directamente políticos, también criticó el capitalismo, valiéndose de cuentos, cartas, noticias breves y de la sátira dirigida contra determinadas funciones sociales, por e-jemplo, los abogados y los temas legales –él fue un estudiante de Leyes. En “Un licenciado y nada más”, Mella presenta los peores aspectos de la práctica legal y la distorsión de la ley a manos de los leguleyos que ponen sus conocimientos al servicio de una compañía minera norteamericana y en contra de los trabajadores; 35 “El nuevo Código Civil” y “El proyecto de nuevo Código Civil ante la opinión de los obreros y campesinos revolucionarios” son trabajos donde Mella expone el conflicto entre el derecho privado (derecho civil) y las nece-sidades y demandas de los trabajadores, particularmente en lo que toca al problema de la vivienda, es decir, los conflictos entre propietarios e inquilinos. De nueva cuenta, la lectura de estos escritos remite a la crítica que hizo Revueltas a los abogados patronales y, en general, a la corrupción legal, en Los muros de agua, “El lenguaje de nadie” y En algún valle de lágrimas, 36 entre otros; estas dos últimas narraciones son particularmente críticas de la función de las leyes y de los abogados, pues el lenguaje de nadie es el de las leyes, en boca de los manipuladores, para despojar a los indígenas de sus tierras; “el valle de lágrimas”, metáfora de la gran ciudad, al parecer la de México, dominada por los intereses de la usura y el agiotismo, del dinero que dispone de las leyes y de los abogados para hacer cumplir sus designios.

    31 Ibid. ,“Prólogo a la segunda edición”, p. 2. 

     

    32 J.A. Documentos…, op. cit., “Prólogo”, p.10. 

     

    33 R.Tibol, Julio Antonio Mella…, op. cit., Cap.V, “¿Qué es el ARPA? Sus antecedentes y sus consecuencias. 

     

    34 Los motivos de Caín. OC, 5, pp. 76-77. 

     

    35 Cfr. “Un licenciado y nada más”, en J.A. Mella. Documentos…, op. cit., pp. 437-438. “El Proyecto de Nuevo Código Civil ante la opinión de los obreros y campesinos revolucionarios”, El Machete, núm.117, junio 2 de 1928, en R.Tibol, Julio Antonio Mella…, op. cit., pp. 283-287. 

     

    36 Los muros de agua. OC, 1, p. 94; “El lenguaje de nadie”, en Dormir en tierra. OC, 9, pp. 81-92; En algún valle de lágrimas, op. cit., p. 25. 
Mella escribió sobre el asesinato de dirigentes obreros y el destino desafortunado de sus familias (el caso de Alfredo López), y a propósito de trabajadores, emigrantes revolucionarios, acosados por el racismo y la burguesía (Sacco y Vanzetti); sobre mártires revolucionarios, sobre la desocupación creciente y la penuria de los maestros.37 De este modo, la escritura del cubano expresa las mismas preocupaciones que las letras de Graciela Amador y las muy posteriores de Revueltas, semejanza que podría seguir la influencia de cierta corriente literaria, o bien una disposición morbosa que empujó a los escritores de El Machete y, por lo menos a uno de sus lectores destacados, a ocuparse del sufrimiento, la enfermedad, la pobreza, etc. Sin embargo, la preocupación por la forma literaria no tuvo gran significado en el caso de Amador y en el de Mella, pues escribieron a partir de la experiencia directa, y en su literatura hay más realidad que ficción. Revueltas recibió esta influencia y escribió haciendo de la literatura un arma crítica de la realidad, conocida y cuestionada a partir de su propia experiencia como militante revolucionario. Así, en la literatura revueltiana es posible reconocer por un lado la influencia de El Machete, de Mella y Amador, de quienes fue lector y, por otro lado, la experiencia recogida en las luchas al lado de los “condenados de la tierra”, pues Mella y Amador no sólo fueron orientadores literarios, sino también políticos. Se piensa, de manera automática, que el influjo político provino inmediatamente del Partido Comunista Mexicano, pero esto no es exacto; Revueltas, antes de militar en el PCM y en la Juventud Comunista, inició su vida política, apenas adolescente, incorporándose a las filas del SRI. 

El Socorro Rojo Internacional fue fundado en septiembre de 1922, a partir de “los miembros de la Sociedad de Viejos Bolcheviques y de la Sociedad de Antiguos Deportados Políticos y Exiliados de Rusia”,38 esta organización que no tuvo carácter partidario pues dirigió sus intereses a la defensa de los trabajadores en aquellos lugares donde se encontraban amenazados los derechos de proletarios, emigrados políticos, niños huérfanos, mujeres, presos políticos, minorías raciales, desempleados, en suma, diría Fanon, los “condenados de la tierra” Así, esta organización humanitaria en los años veinte emprendió una lucha precursora, pues muchos de sus afanes coinciden con lo que posteriormente se ha denominado, defensa de los derechos humanos. El mundo después de la primera Guerra Mundial, la Revolución de Octubre, la política intervencionista del imperialismo en la Unión Soviética y otras partes del mundo, el ascenso del fascismo, la crisis económica mundial, todos estos desastres contribuyeron al crecimiento del SRI, pues en todas partes el hambre, la injusticia y la violencia crecían en proporciones geométricas.39 Según balance del SRI, después de diez años de trabajo (1922-1932), se informó que éste funcionaba en numerosos países, pero que sólo había logrado consolidar una forma de organización superior, la “organización de grupos de empresas”, en los siguientes países: “Unión Soviética, Alemania, Austria, Checoslovaquia, Holanda, Polonia, Rumania, Francia, Bélgica, Suiza, Portugal, Cuba, Japón, Estados Unidos, Canadá y Méjico” (sic). Los países donde más consolidada estaba la figura organizativa eran la Unión Soviética y Cuba. Otra cuestión significativa es que de toda América Latina, el SRI había logrado niveles organizativos importantes sólo en Cuba y México. 40 

De nueva cuenta, las fuerzas invisibles salen a la superficie haciéndose evidentes. Mella tuvo relación con el SRI, y en México rápidamente se incorporó a la sección de este organismo; por ello, hasta el último día de su vida participó en tareas vinculadas con la defensa de los intereses de huérfanos, viudas y perseguidos políticos, pues para albergarlos serviría el edificio Emiliano Zapata, “la casa para los hijos de los luchadores muertos”.41 Mella también tuvo injerencia decisiva en la constitución de la Liga Internacional Pro-Luchadores Perseguidos, afiliada a la Ayuda Internacional Roja,42 y su compromiso se aprecia en conferencias, discursos, veladas y marchas que esta organización emprendió por la muerte de Mella.43 En consecuencia la relación de Revueltas con Mella fue tanto a través de la literatura –El Machete– como mediante el SRI. Además, “en 1933, Juan Marinello, su esposa Pepilla Vidaurreta, Rodolfo Dorantes y Andrés García Salgado llevaron a Cuba una pequeña urna que contenía sus cenizas,44 y Revueltas dejó numerosas referencias sobre sus relaciones, tanto con Rodolfo Dorantes como con Andrés García Salgado.45 En conclusión, la información disponible permite establecer una influencia latinoamericana que no ha sido cabalmente valorada, pues se trata de escritores forjados fuera de los cánones tradicionales de las escuelas literarias; Graciela Amador y Julio Antonio Mella se forjaron en las nacientes organizaciones revolucionarias, y todo su estilo literario creció abonado por la propia experiencia política y por la cultura comunista de la década de los veinte.

Revueltas heredó esta rica experiencia y la acrecentó hasta formular lo que él designó como “realismo dialéctico”, “realismo crítico dialéctico”o “realismo humanista dialéctico”.46 El realismo revueltiano se propuso superar las distinciones del llamado realismo socialista, y en oposición a éste, su teoría del arte está en contra de cualquier dirección artística impuesta por algún tipo de interés político. Su realismo está comprometido con el desarrollo de los procesos y fenómenos de acuerdo con el propio movimiento de la realidad; así, la obra artística no puede suprimir ningún género de contradicciones, más bien debe reconocerlas y permitir el libre curso de éstas, que en caso alguno se detienen ante ningún ser, así se trate de los mismos países socialistas o de los revolucionarios. Ciertamente, la elaboración estética de Revueltas fue fruto de sus contradicciones con la misma izquierda mexicana, que le proporcionó concepciones distorsionadas del realismo, como lo hicieron Lombardo Toledano y sobre todo Ramírez y Ramírez. Sin embargo, Revueltas remontó la circunstancia cultural mexicana, desatando su práctica “democrático-cognoscitiva” en el terreno del pensamiento estético, y de ello dan cuenta sus lecturas de Búrov, Lukács, Bloch, Marx y Engels –La Sagrada Familia, y por supuesto, Economía política y filosofía47 además, en el mismo PCM, a inicios de la década de los cincuenta, el debate estético tenía importante significación. En la revista del PCM de esos años, Teoría, se encuentran los planteamientos estéticos de David Alfaro Siqueiros, Diego Rivera, Reyes Fuentes García; del realismo francés, de Laurent Casanova, Thorez, Aragon y también Gramsci y Mao; asimismo la entrevista de A. Fadéiev con artistas y escritores alemanes, tan relevantes como Ana Seghers, quien perteneció al exilio alemán que a inicios de los años cuarenta estuvo en México. Revueltas tuvo relación con estos perseguidos, primero en México y después en la República Democrática Alemana. La lectura de los trabajos publicados en Teoría ofrece una perspectiva en que el realismo socialista aparece en el banquillo de los acusados, desde las propias filas de los comunistas,48 y esta circunstancia de nueva cuenta permite apreciar la manera como Revueltas se mantuvo en las discusiones científicas más relevantes de la época; seguramente conoció esta polémica, pues algunas de sus ideas sobre realismo dialéctico se encuentran en la discusión de los comunistas. Al inicio de la década de los cincuenta, Revueltas militó en el Partido Popular, cuando Diego Rivera diseñó el escenario donde se montó la pieza teatral El cuadrante de la soledad, y seis años después (1955-1956) apoyó el reingreso de Revueltas al PCM.49 Sin embargo, al principio y en el fondo de este largo periplo se encuentran los escritos de Amador, Mella y, por supuesto, los de Marx, Economía política y filosofía, así como la experiencia juvenil en el SRI, que también impulsó a sus jóvenes militantes a las tareas literarias, propagandísticas y periodísticas, inspiradas en motivaciones solidarias. Por ello, en lugar de alguna pasión morbosa, el mundo revueltiano refleja la profunda dialéctica de la esperanza, decidida a empujar a los hombres a conocer el mundo desde la negación (no uno sino mil apandos) para, desde ahí, lograr el aniquilamiento de la cosificación, de la enajenación..

    37 Véase en J.A. Mella. Documentos…, “La casa de la familia de Alfredo López”; “El grito de los mártires”; “Aquí nadie pasa hambre”; “El hambre y el pan de los maestros”, pp. 231-235; 235-245; 314-320; 440-442, respectivamente. También “Números que hablan”, El Machete, núm. 92, Diciembre 10 de 1927, en R.Tibol, Julio Antonio Mella…, op. cit., pp. 276-277. 

     

    38 Cfr. Socorro Rojo Internacional, 10 años de SRI, Ed. Combate, Barcelona, 1932, p. 35. 

     

    39 En las filas del SRI, militaron José Revueltas, Benita Galeana y Manuel Rodríguez, entre otros. Como se sabe, los dos primeros participaron activamente en el PCM, el segundo, en la formación del trotskismo en México, cfr. O’Gall, Trotsky en México, op. cit., pp. 59-60. En “El corazón verde”, Dios en la tierra, op. cit. Revueltas recrea el conjunto de relaciones sociales tejidas en torno a la moderna industria, obreros, comunistas, huelgas, mineros de piel atrofiada, como los mineros de las narraciones de Graciela Amador, y temas propios de la experiencia en el SRI: familias pauperizadas, hambre, frío, prostitutas organizadas en extraña “Liga Femenil”. Véase Dios en la tierra, op. cit., p. 30; mediante las prostitutas organizadas en la “Liga Femenil”, pareciera evocar a Benita Galeana. Revueltas escribió “Israel”, pieza teatral, en 1947. No es fácil explicar cómo Revueltas se ocupó de la segregación racial en E.U.A., las víctimas, los negros. Sin embargo, la lectura de las actividades del SRI, revelan la lucha intensa que emprendieron, tanto el SRI como la Internacional Comunista en defensa de jóvenes negros acusados de violar a una joven blanca. Esta es la problemática incluida en “Israel”. Ahora bien, el SRI difundió el caso de los jóvenes negros de Scottboro. Cfr. Socorro Rojo Internacional, 10 años…, op. cit., pp. 104-115; 163 y 196-197. “Israel”, en El cuadrante de la soledad, op. cit., pp. 25-66. 

     

     40 Cfr. Socorro Rojo Internacional, 10 años…, op. cit., p. 78. Por último, en relación con la influencia del SRI en Revueltas, debe tenerse presente que el emblema del periódico, A la Defensa!, publicación mensual de la sección mexicana del SRI, es notablemente expresivo: desde el fondo de una celda oscura, cuyas rejas son notorias, emerge una mano pidiendo auxilio, clamando libertad. Todos los personajes carcelarios de Revueltas son, paradójicamente, personajes liber-tarios, clamando desde apandos y celdas oscuras. 

     

     41 Sobre la construcción y significado del edificio Emiliano Zapata: “Julio A. Mella asesinado por agentes del presidente Machado”; “Edificio Emiliano Zapata”, El Machete núm.148, en R.Tibol, Julio Antonio Mella…, op. cit., pp. 362-363 y 416-417, respectivamente. 

     

    42 J.A. Mella. Documentos…, op. cit., p. 255. 

     

    43 R.Tibol, Julio Antonio Mella…, op. cit., capítulos XIV y XV. 

     

    44 Ibid., p. 5. 

     

    45 Sobre la relación de Revueltas con Andrés García Salgado y Rodolfo Dorantes, véan-se Las evocaciones…II, op. cit., p. 269; Mesa redonda de los marxistas mexicanos, Centro de Estudios Filosóficos, Políticos y Sociales Vicente Lombardo Toledano, 1982, pp. 303-312 y 363-388. En esta famosa polémica entre los marxistas mexicanos, Dorantes y Revueltas se encontraban aunque en distintas trincheras, en el mismo lado: el lombar-dismo. Sobre la relación con García Salgado, cfr. Las evocaciones… I, op. cit., pp.119, 138, 174-184, 195, 328. Por otra parte, sobre la Mesa redonda de los marxistas mexicanos, y en relación con la temática de esta investigación, conviene destacar lo siguiente: la argumentación de los marxistas mexicanos no rebasa los límites del economicismo y el evolucionismo, fundiéndolos en argumentos históricos y descriptivos, en consecuencia, sólo dos autores de la pléyade de los marxistas mexicanos repararon de manera directa en cuestiones filosóficas; uno de ellos Vicente Lombardo Toledano, el otro José Revueltas; para exponer sus reflexiones filosóficas, recurrieron al planteamiento de cierta metodología para el análisis histórico y coyuntural; los filósofos referidos: Engels y Lenin. José Rivera Castro anotó la importancia de esta Mesa, también me facilitó el texto, lo agradezco. Carr ha expuesto las características de la discusión, celebrada en esta Mesa; sin embargo, no examina los problemas ideológicos y filosóficos. Cfr. Barry Carr, Marxism and Communism in twentieth-century, México, op. cit., pp. 156-164. 

    46 Véase, Cuestionamientos…, op. cit., pp. 85-86 y 228-229. 

     

    47 Cfr. “Belleza y estética (A propósito de un artículo de A. Búrov)”, en Cuestiona-mientos…, op. cit., pp.63-69. Este trabajo muestra la influencia soviética en la reflexión estética de Revueltas, refirió la revista Literatura Soviética, núm.3, marzo de 1957. El influjo de Lukács aparece nítidamente, entre otros lugares, en “Problemas del conocimiento estético”, en Cuestionamientos…, op. cit., pp. 154-172. El pensamiento de Bloch fue recogido en : “Sobre mi obra literaria (Respuesta a un cuestionario de Luis Mario Sch-neider)”, en Cuestionamientos…, op. cit., pp. 100-114. Referencias a Economía política y filosofía se encuentran diseminadas en todos los escritos estéticos de Revueltas. Es posible conocer aspectos del pensamiento de Búrov, en “A.I.Búrov, El objeto específico del arte”, en Adolfo Sánchez Vázquez, Estética y marxismo, Ed. Era, T.I, pp.184-191. Sobre el carácter de la estética revueltiana, véase A. Sánchez Vázquez, Ensayos sobre arte y marxismo, Grijalbo, México, 1984, pp. 175-190. 

     

    48 Louis Aragon,“Realismo socialista y realismo francés”, en Teoría, revista mensual del CC del PCM, núm. 24, 25, marzo, abril, 1951, pp. 40-51; “A. Fadéiev habla sobre el Realismo Socialista”, en Teoría, núm. 27 y 28, junio, julio, 1951, pp. 71-75. Laurent Casanova, “El Comunismo, el Pensamiento y el Arte”, en Teoría, No.27 y 28, junio, julio, 1951, pp. 76-84. Reyes Fuentes García, “El papel del arte en la vida social de México y las tareas de los intelectuales comunistas”, en Teoría, núm. 33, pp. 27-38. “Respuestas de Alfaro Siqueiros y Diego Rivera a la crítica del Partido Comunista”, en Teoría, núm. 33, Abril, 1952, pp. 54-55. Esta revista fue dirigida por Dionicio Encina a quien Revueltas criticó reiteradamente por su atraso filosófico. Sin embargo, es muy difícil pensar que él –lector incansable– desconociera esta publicación, pues sus propias reflexiones estéticas muestran influencia de tesis que de una u otra manera se encuentran formuladas –si se quiere parcialmente– en los artícu-los publicados en esta revista. 

     

    49 Cfr. Las evocaciones… II, op. cit., “1956”, p.19.