Un largo y sinuoso camino
*Zhang Jie 
De la ficción socialista al realismo 
humano en la literatura china

Zhang Jie es una de las escritoras contemporáneas cuya obra surgió a la luz en un momento en que China tuvo la mayor apertura a lo largo de su historia en todos los ámbitos, tanto en el interior como en el exterior. La muerte de Mao Zedong en 1976 y tras esto la persecución de los integrantes de la Banda de los Cuatro1 dio punto final, el 6 de octubre de ese año, a una década de persecución y represión de la clase intelectual china a través de la llamada Revolución Cultural. 

La línea que debieron seguir los escritores y escritoras chinas después del triunfo del comunismo en 1949 tiene sus antecedentes en los discursos en el foro de Yan´an sobre arte y literatura, pronunciados por Mao Zedong en 1942. En estos "se subraya la importancia de escribir obras de y para el pueblo que sirvieran a las causas de la resistencia y a la revolución. Se alentó a los participantes a renunciar a las formas individualistas de escritura y a encontrar la inspiración literaria y artística en la gente común que los rodeaba". Posteriormente se realizaron dos congresos más, pero no fue sino hasta el Cuarto Congreso de Escritores y Artistas —celebrado el 30 de octubre de 1979 en la ciudad de Beijing, inaugurado por Mao Dun y con la asistencia de Deng Xiaoping como viceprimer ministro— que se dio la oportunidad para que los escritores y escritoras analizaran la línea hacia donde se condujeron los trabajos literarios ba-jo la influencia de los ultraizquierdistas o fascistas demo-cráticos, como los llamaron los nuevos representantes del partido, se midiera hasta qué punto las nuevas políticas realmente permitían mayor libertad a los escritores y, por último, se plantearan los objetivos que se tendrían que fijar los escritores para el futuro. 

Bajo este clima, de cierta apertura, se reivindicaron a muchos escritores que habían sido calificados como elementos de derecha, y surgieron un gran número de escritores y escritoras quienes se enfrentaron al reto de velar el carácter de instrumento político para la lucha de clases que hasta ese momento había cumplido la literatura del realismo socialista, además de devolver a sus personajes su sentido humano.

Es un entorno en el que los sentimientos humanos, oprimidos por mucho tiempo, encuentran su lugar entre las escritoras llamadas de la mediana edad a través de la recién surgida literatura humanista, y cuya principal representante es Zhang Jie, nacida en Beijing en 1937, hija de una maestra de primaria de origen manchú. De pequeña tuvo la fortuna de encontrarse con una guía que la introdujo a los cuentos de hadas de los hermanos Grimm y de Hans Christian Andersen, así como a las fábulas de Krylov´s. 

Después de haber concluido con su educación media tomó la decisión de presentar los exámenes para ingresar al Departamento de Literatura en la Universidad de Beijing. Sin embargo, a los 19 años entró a la Universidad del Pueblo para realizar estudios en economía y así cumplir con una carrera de mayor beneficio para el pueblo. Después de graduarse, en 1960 fue asignada a un cargo de estadista en el Ministerio de Industria Mecánica en Beijing; ocho años después, durante la Revolución Cultural, fue enviada a una granja al suroeste de China en la provincia de Jiangxi. 

En una entrevista realizada por la revista Beijing Scene, volumen 7, en el año 2000, a propósito de la publicación de su última obra, Without words, Zhang Jie declaró que "más que la dificultad del trabajo pesado que viví durante esos cuatro años, fue la pena de alejarme de mi querida madre y de mi pequeña hija, Tang Di". A través de muchas de estas entrevistas se traslucen sus reflexiones sobre esta época, y en ellas se puede ver a una escritora que se lamenta y se reconcilia con su pasado. No es de dudar que el pensamiento reflexivo de esta joven no podía ser limitado por un puesto o un exilio, y a manera de recompensa su amor por la literatura se vio nutrido por la lectura. En ese tiempo leyó las obras completas de los novelistas rusos Tolstoi, Dostoievski y Punin, y del escritor norteamericano Mark Twain, así como muchos otros autores europeos, pero fue fundamentalmente la novela rusa lo que ayudó a fincar las bases de su inicio como escritora. 

Zhang Jie publicó su primer cuento, "Music of the forest", a los 39 años, uno después de que el gobierno chino relajara sus políticas hacia la literatura. Con este relato ganó un premio en 1978. Ese año dio a conocer siete cuentos más, entre los cuales destacan "Bouquet for daijing" y "A young man", cuyo tema central es el amor; "Where are you, Kite girl?" y "Gathering Shepherd´s Purse", en los que se describe la vida amarga de la vieja sociedad china. Si bien Zhang Jie no inició joven su carrera como escritora, una vez empezada ha sido un flujo continuo en el que autora y temas han ido madurando hasta conformar un corpus total. 

De su extenso trabajo literario tres de sus obras han dado a su carrera mayor resonancia, debido a que en ellas da un giro de tuerca a la literatura y transforma al estereotipo del héroe en hombres y mujeres de carne y hueso. El revolucionario triunfador operando felizmente la máquina de producción fue cambiado por mujeres y hombres; un realismo de verdad, cuya intimidad más oculta aflora sin pudor en su expresión más cruda. Leaden wings (1980), que en su reedición corregida ganó en 1985 el premio Mao Dun, el galardón más prestigiado de la literatura en China; Love must not be forgotten (1979) y The ark (1981), que fue considerada por la crítica occidental la primera novela feminista posterior al gobierno de Mao Zedong. El tema principal de estas tres obras, desarrolladas en el marco político y social del momento, es el amor fuera de los límites del matrimonio. 

El amor y el matrimonio en la obra de Zhang Jie

En la sociedad china los valores morales son una mezcla de éticas sociales y convenciones tradicionales; dentro del matrimonio en donde vemos que la influencia de la tradición es más fuerte. Si nos adentramos al estudio de las relaciones amorosas a lo largo de la historia de China encontramos que los matrimonios producto del amor entre dos personas eran, hasta hace poco, prácticamente inexistentes. En la época dinástica los matrimonios eran convenios entre las familias, en muchas ocasiones concertados antes de que los individuos nacieran. Mientras más alto era el estrato social, menor capacidad se tenía para elegir su propio cónyuge. Entre las clases menos privilegiadas también se daban concerta-ciones de intercambios de hijas para aliviar la situación económica familiar o elevar su rango social.

En la época moderna el matrimonio obedece a intereses más prácticos. Durante la revolución, el que un individuo por sí mismo decidiera casarse significaba una actitud desafiante contra el gobierno. En Love must not be forgotten uno de sus personajes expresa cómo es visto quien se arriesga a esta iniciativa: 
 

En tiempos de la Revolución Cultural se les podría acusar de neuróticos, que guardaban secretos vergonzosos, de cometer errores políticos, de ser perversos y desdeñosos con la gente ordinaria, de no respetar las costumbres milenarias de la sociedad y de ser extravagantes para contrariar la virtud practicada por todos.


En una época en la que predomina el utilitarismo, los intereses materiales cobran una gran importancia. El utilitarismo se aplica también a los sentimientos y las relaciones humanas más profundas, incluido el matrimonio. En su obra, Zhang Jie pone en tela de juicio el matrimonio por conveniencia, el cual es un contrato que favorece al Estado, a la familia, a la sociedad y al individuo, ya que en China es difícil —hasta la fecha— concebir a un hombre y a una mujer cuyo destino no sea el matrimonio. Del mismo libro, Love must not be forgotten, extraigo el siguiente pasaje: 
 

Cuando lleguemos a la sociedad socialista ¿podremos ver en ella casos de matrimonio sin amor? No es improbable. El mundo es tan vasto que seguramente habrá quien no pueda responder al llamado del otro. ¡Qué tragedia! Sin embargo, cabe la posibilidad de que cuando aquella época llegue, ya se habrán creado métodos para librarse de semejante tragedia. 


Zhang Jie reconoce que un individuo tiene que esperar a tener la madurez suficiente para distinguir cuál es el verdadero amor. El amor no es el que se encuentra en la juventud, sino cuando se tiene edad suficiente para saber lo que se quiere.

Zhang Jie explora a la mujer que está empezando a ser independiente, a encontrarse como individuo, a valorarse en su profesión; esto a cambio de perder su feminidad, su ternura, su sentido maternal y la posibilidad de encontrar el amor. The ark es la obra que por primera vez encarna este tema en toda su crudeza y en la que el divorcio se plantea como una tragedia para los padres, quienes todavía están apegados a las viejas tradiciones.

En sus novelas cortas más tempranas podemos ver la tendencia hacia personajes comunes: deportistas, bailarinas y niños virtuosos y heroicos. En su obra posterior predominan las mujeres en su etapa madura, por lo general solteras, viudas o divorciadas, que denuncian su cansancio. Por otra parte, las mujeres casadas ocupan lugares secundarios y por lo general son anónimas.

El interés de Zhang Jie por los problemas de la mujer hace que la trama central de sus obras se desenvuelva en torno a un mundo femenino muy actual y realista. Esta es una de las razones por las cuales la crítica occidental e intelectuales feministas han definido la literatura de Zhang Jie, así como la de otras autoras chinas, como una literatura feminista, y es bajo este género que encuentran su poder y atractivo. Sin embargo, este calificativo no es bienvenido por Zhang Jie ni por la mayoría de las escritoras de su generación, quienes prefieren ser reconocidas por su calidad literaria. Una primera lectura de este nuevo género es la emancipación, la búsqueda de la igualdad de géneros, el poder masculino ejercido sobre las mujeres y otros conceptos entendidos como feministas; sin embargo, su punto de partida tiene un origen diferente. Las escritoras chinas de este periodo estaban en la búsqueda de una nueva identidad, no en una lucha de poder ni de competencia frente al hombre. Su meta no era ser reconocidas por los hombres ni desbancarlos de sus puestos, su búsqueda era con ellas mismas, un modo de exteriorizar su voz apagada por mucho tiempo. Más aún, su literatura es altamente femenina, una lamentación a la pérdida de feminidad y un llamado a reconocer el amor.

 
 
 
 
 
 
   

La traducción que presento a continuación es un cuento corto que lleva el título de "Man Chang Delu". En él Zhang Jie conjuga dos de sus argumentos más concurridos: el amor y el arte, dos formas que en esta ocasión, tanto una como otra, no son más que su propio reflejo, del que se trasluce lo inalcanzable. El amor y el arte comparten un mismo lenguaje: lo íntimo de la imperfección, las únicas pertenencias que posee el protagonista, a un mismo tiempo inexistentes, ya que nadie las conoce ni reconoce, viven recluidas en el anonimato, en un mismo estado comparable al del propio protagonista, un pintor enamorado de la imagen de una desconocida de quien ha pintado innumerables cuadros y bosquejos que tiene colgados a lo largo y ancho de todas las paredes de su habitación. El pintor convierte a esa mujer desconocida en la pareja ideal, su ángel y única compañera. En este cuento corto, el ser amado no está puesto en una persona viva, de carne y hueso, sino en alguien extraordinario que trasciende la muerte y lo real. •

Presentación y traducción de Mónica Ching

*Mónica Ching realizó la licenciatura en ciencias y técnicas de la información en la Universidad del Tepeyac. Realizó una maestría, en el Área de China, en El Colegio de México. En la actualidad estudia en la Universidad de Lenguas y Culturas de Beijing, en el Programa de Estudios Avanzados de la Lengua China. 
Un largo y sinuoso camino
Notas

 1 La Revolución Cultural estuvo encabezada por dos facciones. La primera estuvo conformada por Jiang Qing (esposa de Mao Zedong), Zhen Bo-da y Kang Sheng, quienes representaban los intereses de la organización radical de masas. La segunda, por Lin Biao y sus asociados, quienes representaban el interés de las fuerzas armadas.

 2 Harriet Evans, Historia de China desde 1800, México, El Colegio de México, 1989, p. 341.